Praga, ciudad de congresos
La capital checa goza de una creciente fama como sede de congresos internacionales. En los últimos dos años ha superado en popularidad a metrópolis como Melbourne, Helsinki o Budapest.
El llamado "turismo de los congresos" se convierte en un negocio lucrativo. Políticos, comerciantes y científicos de todo el mundo traen a las arcas de Praga más dinero que un turista común. Mientras que el invitado a un congreso gasta al día alrededor de seis mil coronas, es decir unos 200 euros, un turista normal gasta la mitad de esta suma.
Praga brinda a los visitantes una amplia oferta de restaurantes y hoteles a precios favorables, recorridos por monumentos históricos y un rico programa cultural para el tiempo libre. Quienes participan en los congresos, por su parte, contribuyen a crear nuevos puestos de trabajo en el sector de los servicios.
Pero no todo es de color de rosa. Persiste en Praga el problema de los taxistas estafadores y faltan recintos con capacidad superior a las diez mil personas. Lo último debería quedar parcialmente superado a más tardar en la primavera de 2006 cuando se termine la reconstrucción del Palacio de los Congresos. Entonces se celebrará en Praga el congreso de la Asociación de Agencias de Viajes Americanas.
Otro gran evento planeado a realizarse en la metrópoli checa será en 2007 el Congreso mundial de constructores de túneles. Sus organizadores han preferido Praga por sobre Viena y Edinburgo.