Políticos estudian alternativas en caso de que Tribunal rechace Tratado de Lisboa
El Tribunal Constitucional debe determinar en dos meses si el Tratado de Lisboa está o no en contradicción con la Constitución del país. Los políticos checos debaten posibles soluciones en caso de que el jurado pronuncie un veredicto en contra del documento europeo.
Adaptar la Constitución al Tratado de Lisboa o solicitar a la Unión Europea una excepción para la República Checa: entre estas dos opciones tendrá que elegir el Gobierno en caso de que el Tribunal Constitucional rechace aprobar el documento.
El primer ministro, Mirek Topolánek, optaría por hacer reformas a la Carta Magna del país.
“La solución que yo preferiría sería cambiar la Constitución de tal forma que armonice con el Tratado de Lisboa”, señaló Topolánek.
Sin embargo, otros políticos, entre ellos, el eurodiputado por el gubernamental Partido Cívico Democrático Jan Zahradil, lo consideran difícilmente alcanzable a corto plazo.
“Considero legítimo realizar cambios en la Constitución, pero sería un proceso a largo plazo. Es imposible hacer ajustes a la normativa en tres o cuatro semanas”, destacó Zahradil.
Zahradil sostiene que en caso de que el Tratado de Lisboa resulte contradictorio con la Carta Magna checa, el país debería solicitar a Bruselas que cambie las partes problemáticas del documento. Argumenta que los países más poderosos de la Unión Europea anhelan tanto la ratificación del Tratado que no vacilarán en hacer pequeños ajustes.Por su parte, el diputado por el democristiano Partido Popular y presidente del Consejo Legislativo, Cyril Svoboda, opina que la República Checa debería ratificar el documento sin poner condiciones.
“El Gobierno checo debería ratificar el Tratado de Lisboa cuanto antes. Si después hay que hacer ajustes a la Constitución, los hará, pero no debería perder el tiempo. Cambiar la Ley fundamental es un proceso sin fin en la República Checa”, señaló Svoboda.
El Tribunal Constitucional examina el Tratado de Lisboa desde hace medio año. Dentro de dos meses presentará los primeros resultados de su investigación. En caso de que no encuentre discrepancias mayores, el Parlamento checo ratificará el documento antes de fin de año. Del total de 27 países comunitarios, 18 han aprobado ya el Tratado.