Poderosos señores de la Rosa roja

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En la presente edición de "Legados del pasado - testimonios del presente", centramos nuestra atención en la casa noble de los Rozmberk que dejó una huella imborrable en los eventos del Reino Checo en los siglos pasados.

Viajando por el sur de la República Checa nos encontramos con muchos estanques, buena cerveza o castillos y palacios de la antigua nobleza. Todo ello se vincula con las actividades del pasado linaje aristocrático de los Rozmberk, llamados también los señores de la Rosa.

Los albores de los Rozmberk remontan al siglo XII. En aquel entonces vivía el noble Vítek de Prcice, quien antes de morir repartió, según la leyenda, su dominio entre sus cinco hijos. Cada uno de ellos lucía en su blasón una rosa de color diferente. Los cinco pétalos de esa rosa simbolizaban los cinco hijos.

El cuarto hijo de Vítek, llamado Vítek III el Menor, recibió de su padre las tierras en el extremo sur de la Bohemia actual. La rosa en su escudo de armas era roja en un campo plateado. De ello procede el nombre de la casa de los Rozmberk, lo que en alemán significa "Monte de la rosa"

Las tierras de los Rozmberk se extendían por Bohemia del Sur e incluían también un territorio de la Austria actual. La sede del linaje fue al principio el castillo Rozmberk, fundado a mediados del siglo XIII. Sin embargo, con la extinción de la rama hermana de los señores de Krumlov, la residencia de los Rozmberk pasó a ser el castillo de Ceský Krumlov.

Los representantes de la estirpe siempre ejercieron una gran influencia en la corte checa, ocupando funciones importantes en el marco de la monarquía. Con los siglos los Rozmberk fueron aumentando sus posesiones y su poder hasta convertirse en los soberanos absolutos de Bohemia del Sur. Durante toda su historia no dudaron en resistir al mismo rey checo. Las intrigas políticas de los Rozmberk perduraron a través de cuatro dinastías de los monarcas checos.

Ulrico II
Pedro I, apodado el Monje por su religiosidad y dones financieros a las instituciones eclesiásticas, fue el primero de los famosos señores de Rozmberk. Fundaba iglesias y subvencionaba a los artistas de las obras religiosas. Se casó con la reina Viola, la viuda del último rey checo de la dinastía de los premislitas e incluso alcanzó el cargo de chambelán supremo en la corte del rey checo, Juan de Luxemburgo en la primera mitad del siglo XIV. El hijo mayor de Pedro, pereció con el rey checo en la batalla de Crecy, Francia, luchando contra el ejército inglés.

Bajo el reinado de Venceslao IV Luxemburgo a finales del siglo XIV, los aristócratas checos se sentían amenazados por los caprichos del rey que les afectaban y, por ello, formaron la unión de la nobleza. Uno de sus cabecillas fue otro señor de Rozmberk, Enrique III. La mencionada unión con el apoyo tácito del hermano del rey, Segismundo, hizo dos veces prisionero al rey Venceslao que fue encarcelado también en el castillo de Ceský Krumlov, sede de los Rozmberk. Enrique III incluso destruyó uno de los castillos reales. El conflicto del rey y la nobleza acabó por un acuerdo que otorgó a la alta aristocracia varios privilegios.

Perchta de Rozmberk
Los Rozmberk eran defensores empedernidos de la fe católica, no es pues de extrañar que otro señor de la Rosa, Ulrico II, se haya pasado la vida luchando contra el movimiento de los husitas y apoyando al enemigo principal de los husitas, el emperador romano Segismundo Luxemburgo. El dominio de los Rozmberk colindaba con el territorio de los husitas y la frontera era un lugar de reyertas incesantes. Los husitas veían en los señores de la Rosa, sus principales enemigos que, según la doctrina de Hus, encarnaban todos los vicios de una sociedad corrupta. Sin embargo, los huestes husitas nunca lograron conquistar las ciudades principales de los Rozmberk.

Acabadas las guerras husitas, Ulrico II se convirtió en el poderoso adversario del futuro rey checo, Jorge de Podebrady. Para potenciar su influencia política no dudó en falsificar documentos reales. El noble conspirativo tenía por hija a Perchta a la que se vincula la tradición más famosa relacionada con la casa noble de los Rozmberk - la leyenda de Dama Blanca.

Perchta de Rozmberk fue casada contra su voluntad con un aristócrata de la alta nobleza, hombre rudo y cruel, que solía torturar física y mentalmente a su esposa. Tan sólo la muerte del noble liberó a Perchta de los continuos tormentos y ella regresó a Ceský Krumlov donde se dedicaba a la caridad ayudando a los pobres.

La leyenda dice que el marido de Perchta pidió a su esposa perdón por sus malévolos hechos, Perchta lo rechazó y el aristócrata la maldijo. Debido a esta maldición el fantasma de Perchta debe recorrer los castillos y palacios de los Rozmberk, presagiando con su aparición eventos importantes. La Dama Blanca, como se denomina al espectro de Perchta, está vestida toda de blanco, lleva un sombrero cónico puntiagudo sobre la cabeza, y sujeta en la mano un aro con llaves. Si sonríe y lleva guantes blancos, anuncia un acontecimiento dichoso, como por ejemplo el nacimiento de un niño o una boda. Si pone mala cara y ostenta guantes negros, augura una desdicha o muerte.

Los Rozmberk eran buenos ecónomos lo que posibilitó un aumento constante de sus bienes. Bajo Pedro IV de Rozmberk, influído por el renacimiento, comenzó a desarrollarse una de las actividades más típicas para Bohemia del Sur - la piscicultura. Los Rozmberk aprovecharon las condiciones propicias de la cuenca de Trebon para convertir los pántanos locales en una red de estanques, conectados entre sí por canales, que existe hasta el presente. Incluso el estanque más grande de la República Checa, situado precisamente en esa zona, lleva el nombre de Rozmberk.

Pedro IV contribuyó mucho a que los Rozmberk fortaleciesen su posición entre la nobleza checa y al desarrollo económico de su feudo. Además de los estanques, mandó construir fábricas de cerveza, fundó las primeras fábricas de vidrio y abrió las minas de plata cerca de Ceský Krumlov. Los Rozmberk hasta poseían el derecho de acuñar su propia moneda lo que les otorgaba prácticamente el estatuto de independencia del Reino Checo.

El más famoso de los Rozmberk fue el penúltimo del linaje - Guillermo de Rozmberk. Ejerció funciones importantes en la corte real checa de los Habsburgos, primero fue el chambelán supremo y luego el burgrave supremo. Cuando los Habsburgos pretendían el trono del reino de Polonia, Guillermo de Rozmberk, encargado de las negociaciones diplomáticas, fue incluso nombrado por la nobleza polaca como candidato a rey de Polonia. Ceský Krumlov, sede de los Rozmberk, se convirtió durante el gobierno de Guillermo en la segunda mitad del siglo XVI en el centro de la vida cultural y política. El castillo medieval fue reconstruído en palacio renacentista y su aspecto se ha conservado hasta el presente.

Guillermo de Rozmberk enriqueció el blasón de la rosa roja con una barra horizontal dorada y fajas verticales rojas y plateadas que simbolizaban el parentesco de los Rozmberk con la estirpe italiana Orsini, cuyos orígenes remontaban a la época del imperio romano. Los escuderos de blasón eran dos osos como referencia a la palabra italiana "orsa" que en español significa "osa".

 Pedro Vok de Rozmberk
La relación entre ambas casas de nobles es ficticia, sin embargo desde aquel entonces se cría en el foso del palacio a osos que debían confirmar la alcurnia noble de los Rozmberk. Hoy en día representan una de las mayores atracciones del palacio de Ceský Krumlov.

Guillermo de Rozmberk se casó cuatro veces, su última esposa fue la noble Polixena de Pernstejn que instauró en el Reino de Bohemia el culto del Niño Jesús de Praga. Guillermo, sin embargo, no tuvo descendientes y después de su muerte el dominio de los Rozmberk pasó al último representante del linaje, Pedro Vok de Rozmberk.

La lujosa vida hizo endeudarse mucho a los Rozmberk y Petr Vok que tampoco tuvo descendientes y se vio obligado a vender poco a poco sus posesiones. Al final cedió al emperador Rodolfo II Habsburgo también su sede de Ceský Krumlov y trasladó su residencia a la ciudad de Trebon, donde pasó los últimos años de su vida. Con su muerte en 1611 se extinguió la casa de los Rozmberk.