Pleitos por trenes y aviones. La repartición de los bienes checoslovacos comenzó hace 30 años
La división de Checoslovaquia ocurrió de manera tranquila, civilizada, sin disparos. Pero las peleas por los bienes se prolongaron durante siete años.
La Asamblea Federal de Checoslovaquia aprobó una ley sobre la repartición de los bienes de la República Federal Checa y Eslovaca entre las nuevas Repúblicas Checa y Eslovaca hace 30 años. La clave de la repartición fue la proporción 2:1. Mientras que los bienes inmuebles simplemente permanecían en el territorio de la república correspondiente, la proporción se refería a los bines muebles y extranjeros. No todos estaban de acuerdo.
El mayor problema surgió en el área de transporte. Puede resultar muy fácil dividir los vagones de los trenes en partes, dos de ellas dejar en la República Checa y una en Eslovaquia, sin embargo, la proporción 2:1 no tenía en cuenta que la red ferroviaria en Chequia era mucho más densa. Había que contar, entonces, los vagones del transporte de pasajeros y la recompensa para el lado checo por tener una red de ferrocarriles más amplia.
Una situación aún más complicada se dio en el transporte aéreo. Las discusiones no giraban alrededor a los aviones, sino de la preservación de las líneas y de la marca histórica ČSA. El capítulo de la repartición de los bienes de la Federación concluyó en 1999.
