OTAN decepcionada por la República Checa

La evaluación de la República Checa correspondiente al año pasado por parte de la Alianza Noratlántica es la peor desde 1999, fecha de adhesión del país a la OTAN. El ministro de defensa checo, Jaroslav Tvrdík, afirma que de una evaluación aún peor se salvó el ejército checo gracias al proyecto de extensas reformas aprobado en el mes de agosto.

La OTAN critica el proceso lento de modernización del Ejército checo, sobre todo de las Fuerzas de Tierra que se ven cada vez más paralizadas por la falta de recursos financieros. Escasean las piezas de repuesto para la técnica militar, cuyo resultado es la inmovilización de centenares de vehículos.

Un ejemplo de la insuficiente concepción de las Fuerzas Armadas checas es el contrato para la compra de 72 aviones L-159, de los que, sin embargo, el Ejército necesita en realidad solamente la mitad. Su adquisición absorberá el 70 por ciento de las inversiones en el sector militar, a consecuencia de lo cual faltarán medios financieros para la introducción de tecnologías modernas de la comunicación e información, imprescindibles para la colaboración con otros países miembros.

Según el ministro Tvrdík, las causas del descontento de la OTAN hay que buscarlas en las discutibles decisiones políticas de los gobiernos anteriores. Al estado insatisfactorio del sector militar contribuyó en gran medida el anterior ministro de Defensa, Vladimír Vetchý, quien fue destituido después de numerosas observaciones críticas del Secretario General de la OTAN, George Robertson.

Por otra parte, la Alianza Noratlántica aprecia altamente la capacidad de operación del Ejército checo. El rápido despliegue de efectivos militares checos en Macedonia en la segunda mitad del año pasado fue evaluado muy positivamente.

El año 2002 será para la OTAN el año de la República Checa, al ser Praga el lugar donde en noviembre se celebrará la cumbre de la Alianza.