Se cumplen 600 años de la muerte de Jan Žižka, el héroe de los husitas que desafió a Europa

Jan Žižka

Se cumplen 600 años de la muerte de Jan Žižka, el temido líder militar que defendió el legado de Juan Hus y cambió la historia de las Tierras Checas.

Exposición 'Jan Žižka 600 años' | Foto: Filip Černý,  Český rozhlas

2024 marca el 600 aniversario de la muerte de Jan Žižka de Trocnov, uno de los más importantes líderes militares del movimiento husita en las Tierras Checas. Conocido por su valentía y habilidades estratégicas, Žižka es un personaje que provoca opiniones divididas. Para algunos, un guardián de la nación checa, para otros, un feroz guerrero que no dudaba en usar la violencia para lograr sus fines.

'Jan Žižka',  Petr Čornej | Foto: Štěpánka Budková,  Radio Prague International

Nacido en Bohemia del Sur alrededor de 1360, Žižka sufrió un accidente en su juventud que lo dejó tuerto a los 12 años. A pesar de sus limitaciones físicas y las dificultades económicas que enfrentó en su vida temprana, su destino estaba marcado por las armas y la guerra. Para el historiador Petr Čornej, que escribió una premiada biografía sobre el caudillo husita, el talento del guerrero no se aplicaba al manejo de su propia economía.

“El hecho de que fue un administrador fracasado lo deducimos de que a los 18 o 20 años de edad contrajo deudas y pidió préstamos de unas judías de la ciudad de České Budějovice. Tampoco tardó mucho en vender la dote de su esposa”.

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Líder, pero primero, bandolero

Jan Hus en la Capilla de Belén,  pintura de Alfons Mucha | Foto: public domain

Esta precaria situación lo llevó a unirse a un grupo de bandoleros que luchaban contra el poder de los nobles de la región de Bohemia del Sur, una experiencia que le permitió desarrollar las habilidades de guerra que luego utilizaría con los husitas. Su trayectoria bélica incluyó servir como mercenario en campañas contra los Caballeros Teutónicos y más tarde como guardia real en Praga, donde fue influido por las ideas del reformador Juan Hus.

En 1419, tras la ejecución de Hus en la hoguera, Žižka se convirtió en uno de los líderes del movimiento husita, que buscaba reformar la Iglesia Católica. A los sesenta años, una edad avanzada para la época, Žižka lideró a los husitas en su lucha contra las fuerzas católicas, explica Petr Čornej.

Petr Čornej | Foto: Elena Horálková,  Český rozhlas

“Al frente de las tropas husitas Žižka llegó probablemente con bastantes dificultades, ya que entonces tenía 60 años de edad o un poco más. En aquellos tiempos esta edad se consideraba el ocaso de la vida. Žižka encabezó el movimiento husita durante cinco años”.

Una invención con sello propio

La “muralla de carros” | Foto: Wikimedia Commons,  public domain

Uno de los inventos más notables de Žižka fue la creación de la “muralla de carros”, una táctica que permitió a los husitas vencer a enemigos mejor armados. En 1420, dirigió a sus tropas en la exitosa defensa de Praga contra los cruzados en la batalla de la colina de Vítkov, un triunfo que consolidó su fama.

Después de esta victoria, Žižka fue visto como un líder justo y cercano a sus tropas. Tras su muerte, sus seguidores se llamaron a sí mismos los "huérfanos", simbolizando la profunda conexión que tenían con su comandante.

“Fue homenajeado como un líder justo que cuidaba de sus soldados. Entre él y sus tropas existía una relación de padre e hijos. Es una muestra de que Žižka poseía una autoridad natural. Tras su muerte, sus tropas adoptaron el nombre de “huérfanos” y en su emblema Žižka era retratado como un pelícano que se saca la carne de su propio pecho para alimentar a sus soldados. Aquí Žižka queda en un plano cristológico, e igual que Jesús sacrificó su vida para enseñar a sus sucesores cómo seguir su ejemplo. Y Žižka de manera parecida cuidaba a sus tropas”.

Rabí | Foto: Radio Prague International

En 1421, durante el asedio del castillo de Rabí, Žižka perdió por completo la vista, pero esto no lo detuvo. En 1422, aún ciego, lideró a los husitas en la derrota de la segunda cruzada lanzada contra Bohemia.

Legado y misterio

El legado de Žižka no solo marcó a las Tierras Checas, sino que se extendió más allá de sus fronteras.

Muerte de Jan Žižka en la pintura de Karel Javůrek | Foto: Wikimedia Commons,  public domain

“Al español antiguo del siglo XVI se integró el verbo zizquear como expresión de la rebelión y la lucha. Así se nota como este nombre viajó por Europa”.

Jan Žižka murió el 12 de octubre de 1424 en Přibyslav, hace exactamente 600 años, posiblemente a causa de la peste bubónica, pero el misterio sobre sus restos continúa. Se cree que fue enterrado en Hradec Králové o en la Iglesia de San Pedro y San Pablo en Čáslav, donde en 1910 se hallaron restos que podrían pertenecer a él. Sin embargo, ninguna investigación ha podido confirmar definitivamente que la calavera descubierta fuera suya.

Estatua de Jan Žižka de Trocnov en el Museo Husita en Tábor | Foto: Petr Lukeš,  Radio Prague International

“Se dice que Žižka pidió en su testamento que cubrieran un tambor con su piel para que los enemigos huyeran siempre que escucharan su sonido. Esta leyenda proviene de la boca de un coetáneo de Žižka, Eneas Silvius Piccolomini, más tarde proclamado papa Pío II. Sin duda se trata de una fábula, quizá inspirada en la imagen de los turcos, enemigos del cristianismo, ya que se sabía que ellos utilizaban tambores y quitaban la piel a sus víctimas”.

A pesar de los mitos y misterios que rodean su vida y muerte, Jan Žižka sigue siendo uno de los personajes más importantes y controvertidos de la historia checa, cuyo legado persiste 600 años después de su fallecimiento.