Checo se llama el juego
Františka Pecková no es una profesora más de checo para extranjeros, sino alguien que se propone crear una atmósfera divertida y amena en sus clases para que sus estudiantes logren sacar lo mejor de sí. Creadora de un blog y un podcast sobre episodios importantes de la historia checa, en esta entrevista pide a los hispanos no darse nunca por vencidos con el idioma porque hasta los locales suelen cometer errores todo el tiempo.
La profesora de checo Františka Pecková cuenta que el comienzo fue pura casualidad. Mientras estudiaba la carrera de pedagogía para enseñar checo e inglés a niños locales, una compañera le contó que, en un instituto de idiomas, buscaban a algún profesor de checo para extranjeros, y le sugirió postularse. Sin embargo, ese trabajo supuestamente temporario se volvió definitivo y lo lleva realizando hace ya diez años. Comenta que la mayoría de sus alumnos son europeos que llegan a Praga como expatriados y trabajan en empresas internacionales. También suele enseñar a latinoamericanos y, de vez en cuando, a alumnos chinos. Todos ellos tienen, en su opinión, una cosa en común: sus recurrentes quejas sobre las dificultades que supone aprender checo, algo que ni siquiera ella misma se anima a negar.
“Como yo estudié para ser profesora de checo para checos sé que hasta para nosotros es un idioma difícil. Muchos checos, incluso adultos que han estudiado en la universidad, cometen todo el tiempo errores porque tenemos una cantidad tremenda de reglas y aún más excepciones”.
Errores en checo de los checos
Según Františka el 90% de los checos demuestra ciertos problemas con el habla estándar a la hora, sobre todo, de utilizar declinaciones complejas. Y en ese 10% restante incluye a algunos locutores de radio de la vieja escuela que, debido a su formación y trabajo, ostentan un excelente dominio del idioma. No obstante, a su modo de ver, en lo que realmente tienen dificultades los checos con su propia lengua es en el ámbito escrito.
“Para los checos lo más difícil es la ortografía, es decir, cómo escribimos las palabras. Si usamos el registro estándar o formal del idioma, suele haber dudas a la hora de escribir el pronombre de primera persona como ‘mě’ o ‘mně’, además algunos lo escriben con el signo diacrítico y otros no y debemos recordar cuándo es de un modo y cuándo del otro”.
Con semejante autocrítica suele pedirle Františka a sus estudiantes no bajar nunca los brazos ni volver a tener miedo de cometer errores porque eso es parte fundamental del proceso de aprendizaje en cualquier idioma y mucho más en el caso del checo. Por otro lado, es cierto que, en algún punto, ese temor ha empezado a extinguirse un poco si tenemos en cuenta la gran oferta de manuales de checo que existen en la actualidad. En ese sentido, cuenta Františka que ella trabaja siempre con un mismo libro que, de paso, recomienda a aquellos oyentes que estén interesados en aprender checo: el clásico Krok za krokem de Lída Holá.
“Para los principiantes y para quienes estén un poquito más avanzados es un libro ideal y también es perfecto para grupos porque incluye muchas actividades, imágenes, disparadores para temas de conversación que ayudan a sumar práctica en contextos reales. Así que estoy muy conforme, tiene mucho material, aunque también es cierto que soy una persona creativa y también preparo mi propio material”.
Esa misma creatividad la llevó a realizar un blog muy interesante llamado Čeština je hra (El checo es un juego) en el que sube regularmente una gran cantidad de material para incentivar el aprendizaje del idioma: imágenes, juegos de memoria y todo tipo de ejercicios lúdicos. Cuenta que hasta en el momento menos pensado se le puede ocurrir una idea: sin ir más lejos, recuerda que, hace unos días, al enterarse del cumpleaños de un famoso artista local, se puso a buscar información para preparar un texto y actividades al respecto.
El podcast también es un juego
Aunque el blog es su principal plataforma para reunir material didáctico, Františka tuvo ganas de crear también un podcast que hoy le demanda bastante trabajo porque jamás improvisa al grabar. Para cada episodio prepara un texto porque asegura que si dijera lo que se le ocurre en el momento, el audio sería muy difícil de entender. Por otro lado, como un tema muy recurrente en su podcast son los grandes acontecimientos de la historia checa también debe dedicar un buen rato a la investigación. Y aunque de la idea al hecho pasó bastante tiempo, desde un principio confiaba Františka en que, tarde o temprano, llegaría el momento indicado para comenzar a grabar.
“Cuando me dieron la baja de maternidad me dije que iba a tener un poco más de tiempo, una vez que se duerma el niño, para escribir y grabar el podcast y ahí fue cuando empecé: lo que quería hacer era algún tipo de contenido para los profesores porque tengo en claro que nunca es suficiente y nunca sobra la inspiración a la hora de armar las lecciones con el objetivo de hacerlas interesantes y divertidas”.
“Siempre he querido que mis lecciones fueran divertidas para que mis alumnos puedan pasarla bien e incluso logren olvidarse de que están estudiando”.
Aunque los estudiantes extranjeros pueden escuchar el podcast directamente, su verdadera intención era ayudar a los docentes subiendo al blog no solo las transcripciones de cada episodio, sino también varias actividades y fichas de trabajo con un poco de gramática, videos, artículos de la red y hasta concursos de preguntas y respuestas para que cualquiera pueda ejercitar de manera consciente y distendida el material del audio. Conociendo un poco los objetivos de Františka Pecková, no resulta tan difícil imaginar por qué le puso tanto a su blog como a su podcast el nombre de Čeština je hra.
“Porque siempre he querido que mis lecciones fueran divertidas para que mis alumnos puedan pasarla bien e incluso logren olvidarse de que están estudiando, quería reflejar la idea de que las lecciones e incluso el estudio puede ser también un juego, un juego divertido”.
Františka Pecková considera que desde el primer episodio hasta este presente en el que ya cuenta con casi treinta capítulos subidos a Spotify, su podcast fue cambiando mucho. No solo porque, al principio, se ponía bastante más nerviosa al grabar, sino también porque, con el paso del tiempo, fue encontrando un estilo más personal. Otra modificación muy importante para ella es que, luego del décimo episodio, se acordó de que en el colegio secundario había preparado un trabajo práctico para el cual su padre compuso una melodía con su guitarra y entonces decidió recuperarla. Esa música original es la que ahora se escucha en cada nuevo episodio.
Apto para todo público
“Me sorprendió saber que puedo ayudar también a gente que enseña a niños checos”.
Feliz con la popularidad y repercusión que ha alcanzado su podcast, Františka asegura que, más allá de algunos agradecimientos y respuestas positivas, lo que más la sorprendió hasta el momento fue enterarse de que sus grabaciones no solo las utilizan los extranjeros.
“Mi hermana se encontró una vez con una amiga de ella que enseña checo en un colegio secundario de Praga y ella no me conoce a mí pero conocía mi podcast porque una vez dediqué un episodio a su autor checo favorito, František Gellner, que ella utilizó en su hora de literatura, así que me sorprendió saber que puedo ayudar también a gente que enseña a niños checos porque los textos suelen ser simples e incluyen la información básica”.
Como crear una atmósfera amena en las clases es uno de sus principales objetivos, no son pocas las veces en que Františka Pecková se termina haciendo amiga de sus estudiantes. Eso mismo sucedió, por ejemplo, con una alumna belga que hoy habla un checo perfecto. Además de casarse con un local y tener con él tres hijos, su ya exalumna logró aprobar el examen para obtener la ciudadanía. Con esa chica mantiene hace diez años una hermosa relación de amistad creada en torno a un elemento clave: ese apasionante juego en el que incluso el idioma checo puede llegar a convertirse con tan solo un poquito de creatividad.