Chequia condena la agresión de Hamás en Israel
Israel amaneció en guerra este sábado. Las masacres y los secuestros de civiles en manos de Hamás fueron condenados por las autoridades checas que se sumaron a la declaración de los Veintisiete, pidiendo libertad para los rehenes.
“El enemigo pagará un precio sin precedentes por esto. Pido a los ciudadanos de Israel que cumplan las directrices del ejército y del mando del frente interior. Estamos en guerra y la ganaremos”, con estas palabras se dirigió a su pueblo el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, después de que su país fuera infiltrado desde la Franja de Gaza por combatientes de Hamás, Movimiento de Resistencia Islámica declarado terrorista por la UE. Los terroristas pasaron por las barreras fronterizas, disparando contra personas y secuestrando a militares y civiles de Israel. Hasta este lunes por la mañana, el ataque se había cobrado más de 700 vidas, unas 2300 personas fueron heridas y como mínimo 150 israelíes fueron secuestrados.
La incursión de los radicales de Hamás fue precedida por el lanzamiento de unos 2000 cohetes que habían caído en el territorio israelí, sobre todo en la zona sur, este sábado por la mañana, perforando el sistema de defensa antiaérea.
De acuerdo con la directora del Centro Herzl de Estudios Israelíes de la Universidad Carolina, Irena Kalhousová, los ciudadanos israelíes despertaron al día más negro que nunca pudieron imaginar.
“Nadie jamás pudo imaginar que en las calles de los kibutz y las ciudades del sur de Israel comandos palestinos dispararan, torturaran y violaran a los civiles. Se demostró que la tecnología más sofisticada no es suficiente si no hay personas y no las había. En el sur de Israel no había suficientes soldados. Cuando los terroristas decidieron atravesar el cerco, el ejército, probablemente, obtuvo la información pero no había personas que lo impidieran”.
De acuerdo con Kalhousová, la situación en Israel recuerda los acontecimientos de hace exactamente 50 años, la llamada guerra de Yom Kipur de Israel contra Siria y Egipto, cuando también fallaron los servicios de inteligencia, el ataque se produjo durante las festividades judías y sorprendió a Israel. No obstante, Kalhousová advierte de una diferencia crucial en este caso.
“Hay una diferencia absoluta. Entonces la guerra se desarrollaba fuera del territorio de Israel y combatían los soldados. En la historia de Israel algo así no había sucedido, desde los tiempos de la primera guerra árabe-israelí, que las batallas se llevaran a cabo en las calles de las ciudades israelíes y que los civiles israelíes fueran masacrados por los palestinos. Esto nunca había sucedido en Israel y me gustaría añadir que todo Israel lo seguía en directo. Eso tuvo que ser terrible”.
Libertad para los rehenes
El ataque de Hamás contra Israel fue condenado por la UE. “Condenamos los ataques de Hamás. Esta violencia horrible tiene que terminar de inmediato. El terrorismo y la violencia no solucionan nada”, escribió el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. También la ONU y la OTAN pronunciaron su apoyo a Israel, que es un país aliado de la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Una postura claramente proisraelí fue adoptada también por EE.UU. Lloyd Austin, Secretario de Defensa estadounidense, sostuvo que el Pentágono suministrará a Israel lo que hiciera falta para que se defendiera contra el terrorismo.
El presidente checo, Petr Pavel, proclamó que el ataque del movimiento radical palestino Hamás era una acción terrorista contra Israel y la población civil y que debía ser condenada. De acuerdo con el presidente, los sucesos actuales bloquearán durante mucho tiempo todos los intentos de solucionar el conflicto del Oriente Próximo de forma pacífica. “Esta acción agresiva obligatoriamente causará una reacción dura y justificada por parte de Israel y habrá muchas víctimas. El camino hacia la solución de un conflicto no conduce por medio de acciones armadas, hay que buscarla mediante negociaciones con una gran cantidad de buena voluntad”, escribió Pavel.
Más detalles sobre la postura de Chequia expresó a la Televisión Checa el ministro de RR.EE. checo, Jan Lipavský.
“Nosotros condenamos decididamente el terrorismo de Hamás. A su vez, nos ponemos del lado de Israel en el marco de la UE que publicó una declaración conjunta de los veintisiete países miembros. Lo clave que hay que destacar es que el secuestro de civiles está absolutamente en contra del Derecho internacional y la UE pidió la libertad de los rehenes”.
También otros políticos checos, tanto del lado gubernamental como de la oposición, condenaron los ataques de Hamás y subrayaron que Israel podía contar con el apoyo de la República Checa en estos momentos. Como prueba de ello y expresión de solidaridad con las víctimas, la ciudad de Praga iluminó la torre de Petřín con los colores de la bandera israelí.
Repatriación de checos
De acuerdo con el Ministerio de RR.EE. checo, este sábado permanecían en el territorio israelí 167 turistas checos. El ministro Lipavský informó en sus redes sociales que ninguno había sufrido lesiones. Según Jan Papež de la Asociación de Agencias de Viaje, los viajes a Israel se cancelarán durante las próximas dos o tres semanas.
Hasta el momento, los vuelos comerciales siguen operando entre Tel Aviv y Praga y los ciudadanos checos pueden aprovecharlos, como informó el portavoz de la diplomacia checa, Daniel Drake.
“Los checos vuelven a la patria en vuelos comerciales. Nuestra embajada en Tel Aviv tiene evidencia de 15 checos interesados en la repatriación. Nosotros estamos en contacto con todos los aliados de la UE que nos informan sobre el envío de vuelos especiales de repatriación. En el caso de que tengan sitio libre, intentaremos embarcar a los checos. Mandar un avión de evacuación checo también es una variante”.
Tomáš Pojar, consejero para la seguridad nacional del Gobierno checo, dijo que en el caso de que fuera necesario, la República Checa mandaría un avión de evacuación a Israel.
Debido a los acontecimientos actuales en Israel, la Policía checa decidió tomar medidas de prevención y fortaleció la vigilancia de los edificios y monumentos culturales judíos en Chequia.