Un recorrido por la historia del helado en el centro de Praga
El heladero Jan Hochsteiger ha estado reuniendo máquinas de helado durante años hasta que no cupieron en su casa. Así que decidió abrir un museo en el corazón de Praga, en el sótano de su famosa heladería.
El propietario de la exitosa cadena de heladerías Crème de la Crème es aficionado a los objetos históricos, entre otras cosas, gracias a su experiencia trabajando en el Museo Técnico Nacional. Sin embargo, su carrera tomó otro rumbo hace más de 20 años, cuando aprendió el arte de la heladería en la Universidad de Bolonia, en Italia, y se ha convertido en un conocido heladero de Praga.
En el sótano del mismo edificio donde se encuentra su heladería en ubicada en plena Národní Třída, ha abierto recientemente una exposición que ofrece una mirada a la historia de producción de este postre popular. El pequeño museo, con más de 200 artefactos, tiene el aspecto de una heladería italiana de los años setenta, con las típicas bicicletas en la que los heladeros transportaban helados a largas distancias. El objeto más apreciado por Hochsteiger es la máquina de helados de fabricación checa Frigera, que tiene una interesante historia, según contó el heladero para la Radio Checa.
“Fue fabricada en 1939 en el barrio praguense de Karlín, y el pastelero Jaroslav Kulík de Humpolec la adquirió por mucho dinero. Después del cambio de régimen en 1948, su pastelería fue nacionalizada. Kulík no lo asumió y se llevó la máquina de la pastelería nacionalizada, así que fue como si la robara. Por ello estuvo en cárcel dos años, pero gracias a ello la máquina se ha conservado y representa el objeto más valioso de la colección”.
Otro objeto particular de la muestra es un libro de pastelería escrito en 1693 por el renombrado cocinero francés François Massialot, prosigue Jan Hochsteiger.
“Era cocinero del rey Luis XIV de Francia y redactó un libro donde por primera vez aparecieron recetas para elaborar sorbetes. Yo he probado a preparar dos recetas del libro y no ha funcionado. Sin embargo, él fue pionero y desde entonces aparecen estas recetas en libros de cocina”.
Aunque no todas aparecen en la exhibición, Jan Hochsteiger posee cerca de sesenta máquinas de helado y todas las ha probado para producir este manjar. En ocasiones, fabrica sus productos también en una máquina antigua de marca Carpigiani. Una parte de la exposición es interactiva – los visitantes pueden poner en marcha varias máquinas para ver su funcionamiento, mientras que en las pantallas se proyectan varios documentales dedicados a la producción de helado.
Relacionado
-
Los diez museos recomendados por Radio Praga Internacional
Radio Praga Internacional le ofrece la posibilidad de recorrer algunos de los que se habla poco, pero que tienen mucho que ofrecer y vale la pena visitar.
