Kurt Gödel, el matemático olvidado de Brno, amigo de Einstein, que aparece en Oppenheimer
El matemático, filósofo y uno de los lógicos más importantes de la historia, Kurt Gödel, aparece en el famoso drama histórico Oppenheimer. Que sus orígenes están en la ciudad de Brno es algo que muy pocos saben, incluso en Brno.
El actor James Urbaniak encarna en la película Oppenheimer a un científico que en un momento del largometraje pasea junto a Einstein por los jardines de la Universidad de Princeton. “Los árboles son las estructuras más inspiradoras que hay”, le dice al anciano Einstein. Con este cameo, la superproducción no ha querido olvidar a una personalidad clave de la ciencia de la época. Se considera a Kurt Gödel uno de los lógicos más importantes de todos los tiempos, con un impacto incalculable en el pensamiento filosófico y matemático del siglo XX.
La mayor parte de los científicos que aparecen en la película que participan directa o indirectamente en el desarrollo de la primera bomba nuclear de la historia son de origen judío-alemán. Gödel, sin embargo, era un alemán de Brno, algo que ni siquiera se tiene en cuenta en la propia capital morava, señala para la Radio Checa el astrofísico Jiří Dušek, uno de los fundadores de la Sociedad Kurt Gödel.
“Kurt Gödel nació en Brno, pero nadie se acuerda de él en Brno, mientras que en el mundo sí es conocido. Su importancia para la ciencia es comparable a la de Gregor Mendel, e incluso creo que en algunos aspectos lo supera”.
Mendel es siempre el científico local recordado en Brno, pero, en realidad, en todo el mundo es Mendel mucho más conocido. Cree Dušek que esto se debe a varios factores.
“Gödel hizo su carrera en el extranjero. Además, las matemáticas, la lógica y la filosofía no son campos que puedan promoverse fácilmente o simplificarse en general para que la gente entienda sus descubrimientos”.
Kurt Gödel nació en 1906 en una familia acomodada, pero no ligada a la ciencia. Él, sin embargo, despuntó en matemáticas, idiomas y religión en las escuelas primarias y secundarias alemanas en las que estudió en Brno. Sus estudios universitarios, los realizó ya en Viena. Nació como ciudadano del imperio austrohúngaro, con la independencia de Checoslovaquia en 1918 obtuvo automáticamente esa ciudadanía con 12 años. Pero más tarde contaría a su biógrafo que se sentía como un “exiliado austriaco”, por lo que con 23 años pidió la nacionalidad de Austria. Unos años después, con el Anchsluss, recibió, de nuevo automáticamente, la nacionalidad alemana del Tercer Reich. Sin embargo, sus relaciones en el pasado con científicos y filósofos judíos del Círculo de Viena le complicaron la vida y su carrera. Cuando poco después se le consideró apto para luchar en la Segunda Guerra Mundial, tuvo claro que su único camino era el exilio. Junto a su esposa dio casi la vuelta al mundo con el Transiberiano para poder llegar a Estados Unidos en barco atravesando el mar del Japón y entrar en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton.
A pesar de que en su época nunca contó con la ayuda de los ordenadores para sus formulaciones, se le considera uno de los padres del lenguaje informático, entre otras cosas que intenta resumir Jiří Dušek.
“Estableció ciertas reglas de la lógica, si algunas cosas son demostrables o no lo son. Elaboró algunas conclusiones a las que había llegado Albert Einstein. Se dedicó a cuestiones relacionadas con los viajes en el tiempo”.
Su biografía está precisamente ligada a la de Einstein, con quien tenía una gran amistad. Los dos terminaron juntándose en la misma institución científica estadounidense tras huir del nazismo, aunque por razones distintas. Se dice que la presencia Gödel en Princeton fue decisiva para contratar a Einstein.
“Einstein no se hacía amigo de alguien así como así. Gödel trabajaba en la Universidad de Princeton, y se dice que Einstein la eligió precisamente por él. Al parecer, los dos científicos mantenían largas e inspiradoras discusiones cada día en sus paseos por la universidad. Cuando Gödel recibió la ciudadanía estadounidense, Einstein fue uno de sus testigos. También hay testimonios de que en presencia de Einstein, Gödel hasta se reía, lo que no era nada habitual en él”.
A Gödel se le consideraba a menudo incluso el filósofo lógico más importante desde Aristóteles. Pero su famosa rigidez, no era la única de sus rarezas, dice Jiří Dušek.
“Kurt Gödel es también la demostración de que existe una línea muy fina entre la genialidad y la locura. Quizá fue por el nazismo, pero toda su vida tuvo miedo a ser envenenado, y esto fue fatal para él. Sólo comía lo que cocinaba su mujer. Y cuando ella estuvo ingresada en el hospital, él se negó a comer y murió de hambre”.
Aunque Gödel no estuvo presente en el primer ensayo de detonación de una bomba nuclear en Los Alamos, momento que retrata el filme Oppenheimer, sí que estuvo otro científico de Brno, cuenta Dušek.
“Gödel no estuvo presente en la primera explosión nuclear en julio de 1945, pero otro físico nuclear de Brno, Georg Placzek, sí. Él también hizo carrera en el extranjero y también está casi olvidado en Brno”.
La Medalla Nacional de las Ciencias de Estados Unidos fue solo una de las distinciones que obtuvo Kurt Gödel a lo largo de su vida, en la que también fue nombrado, por ejemplo, doctor honoris causa por la Universidad de Harvard, que mencionaba que él fue “el descubridor de la verdad matemática más significativa del siglo”.