Einstein y Praga

Albert Einstein

La comunidad científica internacional ha celebrado recientemente el 125 aniversario del nacimiento de Albert Einstein. En esta oportunidad quisiéramos recordarles, estimados amigos, que algunas de las ideas fundamentales de la teoría de la relatividad se gestaron en la mente del insigne físico durante su estancia en Praga, a principios del siglo XX.

El físico Albert Einstein llegó a Praga desde la ciudad suiza de Zúrich el 15 de abril de 1911, acompañado por su esposa y sus dos hijos. Einstein, que por aquel entonces tenía 32 años, iba a impartir un curso en la universidad alemana de Praga. En aquella época, en Praga existía la universidad checa y la alemana.

¿Qué impulsó a Einstein a abandonar Zúrich, un centro lleno de célebres científicos, y a mudarse a la pintoresca, pero provinciana Praga? Fue la posibilidad de ejercer por primera vez en su vida como un catedrático y adquirir así una respetada posición social, acompañada de la correspondiente remuneración.

Einstein se alojó en una moderna vivienda en la calle Lesnická, en el barrio de Smíchov, en la orilla izquierda del río Vltava. Trabajaba en los tranquilos recintos de un edificio histórico en la calle Vinicná, en la Ciudad Nueva de Praga. A Einstein le gustaba ir a pie a su despacho en la universidad.

En lo que se refiere a sus colegas alemanes, el físico mantenía estrechas relaciones especialmente con el matemático Georg Pick, quien, además de tocar también el violín, recomendó a Einstein los procedimientos matemáticos más adecuados para formular la naciente teoría de la relatividad.

Sin embargo, Einstein buscaba además la compañía de los intelectuales judíos Franz Kafka y Max Brod. Particularmente Brod admiraba mucho a Albert Einstein y todo indica que el físico sirvió de modelo al escritor judío para plasmar el personaje del joven Johannes Kepler, en la novela "La redención de Tycho de Brahe".

Entre los encuentros ocasionales que tuvo Einstein en Praga, cabe mencionar el habido con el escritor Jaroslav Hasek, del cual existen, sin embargo, sólo pruebas indirectas. Los historiadores apuntan a que en los cuentos humorísticos escritos por Hasek en aquella época hay varias referencias a un supuesto chiflado que buscaba un nuevo cosmos.

Einstein concibió las líneas generales de la teoría de la relatividad en 1908, pero fue en Praga donde se le ocurrieron importantes ideas que apoyaban dicha teoría, como la posibilidad del desvío gravitacional de los rayos de luz en la proximidad del Sol.

Posteriormente las mediciones del desvío de los rayos de luz cerca del Sol serían precisamente las que confirmarían la validez de la teoría elaborada por Einstein.

A finales de julio de 1912, Einstein regresaba a Zúrich para desempeñarse como catedrático del Instituto Politécnico, por aquel entonces uno de los mejores de Europa.

Einstein volvió a Praga en 1923 para entrevistarse con el primer presidente checoslovaco, Tomás Garrigue Masaryk, estadista a quien el científico profesaba una profunda estima.

A principios de los años 50 del siglo pasado, período de mayor encarnizamiento del régimen comunista checoslovaco, Albert Einstein cursó una petición al presidente de la República, Klement Gottwald, rogando que indultara a la política Milada Horáková, condenada a la pena capital. Gottwald desestimó la petición del Premio Nobel y la opositora fue ajusticiada.