Chequia encara la recuperación económica
Los expertos dibujan un panorama esperanzador de crecimiento económico y progresivo descenso de una inflación que ya ha alcanzado su punto máximo.
La pandemia y, más tarde, la guerra en Ucrania sirven para explicar en buena medida el actual contexto económico, marcado principalmente por la inflación. En cuanto a Chequia, si bien la situación continúa siendo compleja, existen ya las primeras voces que hablan de ‘brotes verdes’ y apuntan a que la recuperación podría estar más cerca.
Es el caso del equipo analítico de la entidad bancaria Komerční banka, cuyo último informe afirma que el crecimiento económico ha sido evidente desde principios de año y prevé que la economía supere su pico previo a la pandemia ya en el tercer trimestre de este año.
"La variable clave que influyó en la preparación del pronóstico macroeconómico actual fueron los precios de la energía. Si bien el aumento extremo del año pasado en el precio de las materias primas energéticas contribuyó significativamente a la inflación y la recesión, este año será todo lo contrario”, señala el economista jefe de Komerční banka, Jan Vejmělek.
Según su pronóstico, la economía checa experimentará un crecimiento real del 0,6% en el presente curso, que aumentará hasta el 1,8% el próximo año. De igual forma, los analistas de la entidad también mejoraron sus previsiones anteriores con respecto a la inflación, la cual ya habría alcanzado su punto máximo y sería del 11,8% interanual. De cara al 2024, con todo, esperan que esta disminuya incluso hasta el objetivo del 2% fijado por Banco Nacional Checo (ČNB).
“En general, los precios de la energía significativamente más bajos ayudarán a reducir la inflación, incluso hasta el objetivo del ČNB para el próximo año", afirmó Martin Gürtler, economista de KB.
Las mencionadas previsiones, por otro lado, van también en la línea de las realizadas por otras instituciones. Por ejemplo, en su última previsión macroeconómica, el Ministerio de Hacienda apostó por una inflación del 10,9% este año y del 2,4 % el próximo, mientras que el Banco Nacional Checo pronosticó el pasado febrero una inflación promedio de 10,8% este curso que descendería al 2% de cara al próximo.