“Entregando el corazón”, el cácher Daniel Vavruša explica el milagro del béisbol checo
El milagro checo, incluso el segundo Nagano, así se podría denominar el éxito reciente de los beisbolistas que se clasificaron por primera vez en la historia para el torneo internacional más prestigioso de este deporte, el World Baseball Classic. Y no solo participaron, sino que consiguieron ganar un partido y salir con orgullo, clasificándose para el torneo siguiente, que se celebrará en tres años. Pero, sobre todo, robaron el corazón de los aficionados de todo el planeta. Con Radio Praga Internacional conversó el cácher de la selección nacional, Daniel Vavruša.
"¿Puede un bombero checo competir con las mayores estrellas de las Grandes Ligas de Béisbol?” preguntaba el periódico The New York Times antes del torneo World Baseball Classic de este marzo, mostrando la foto de Martin Schneider, el lanzador de la selección nacional checa. “Los japoneses son tan buenos como esperábamos que serían.
“Clasificarse para el torneo, ganar a China y después no perder por tanto frente a Japón y Corea, ese era nuestro sueño”.
Pero la República Checa en los últimos partidos simplemente robó los corazones de todo el mundo”, sostuvieron en el programa Flippin' Bats de Ben Verlander. Uno de los mejores jugadores a nivel mundial, el japonés Shohei Ohtani, publicó en sus redes sociales una foto del equipo nacional checo con el comentario “Respeto a Chequia”.
¿A qué se debe el éxito checo?
“En la clasificación al Clásico Mundial jugamos con España y ganamos 3:1. Creo que una de las razones es que nosotros somos amigos de toda la vida. (…) Todos somos de la República Checa. En el Clásico Mundial tuvimos solo a cuatro jugadores que no habían nacido en la República Checa. Los otros sí y para mí eso es muy importante porque puedo conocerlos bien. El equipo español juega solo junto para el torneo y no le pone corazón al juego por el país. Cuando empieza el juego con el himno nacional, todos los checos lo saben, pero los jugadores de España no porque ellos no nacieron en España y muchos nunca lo fueron”.
El milagro es todavía más importante por el hecho de que no son jugadores profesionales sino aficionados. ¿A qué se dedica y qué hacen los compañeros?
“Nosotros jugamos el viernes, el sábado y el domingo y solo entre abril y septiembre. Entrenamos por las tardes. Trabajo con mi padre, traemos productos de softbol y béisbol a la República Checa y otras partes de Europa. Hay gente que trabaja para ČEZ, la compañía de electricidad más grande de Chequia, esos son tres. El capitán, Petr Zýma, es banquero. Un jugador trabaja en KPMG como auditor. Gente normal”.
La academia de los New York Yankees
“El torneo no fue solo mi experiencia. La gente en la República Checa podía ver béisbol. Para mí es muy importante que crezca el béisbol en la República Checa”.
¿Cómo consiguió sumarse a la organización de los New York Jankees?
“Cuando tenía 17 años, me fui un año a una escuela de EE.UU. Aquí en Europa, todos los años se hacían unos campamentos para los mejores jugadores de entre 16 y 20 años. (…) No estaba en la República Checa para clasificarme en el campamento, pero en EE.UU. había una persona que me vio jugar y dijo: “Ese tipo está bien, es un europeo y regresará a Europa”. Me vio jugar y me dijo que si quería, podría ir al campamento y fui. (…) En 2010 fui ahí otra vez y el scout de los Yankees vio el progreso y dijo que me iba a buscar. (…) Después me dijo: “Oye, si quieres, podemos firmar un contrato y te puedes ir a una academia en la República Dominicana”.
A este alto nivel deportivo, la mente juega un papel clave en el éxito. ¿Sintió alguna presión siendo un muchacho de 20 años en la República Dominicana entre decenas de jugadores locales?
“Yo era uno de los mayores en la academia, firmé tarde el contrato. Tenía que ser el primero para llegar a EE.UU. Los otros, de 16 y 17 años, tenían más tiempo que yo. (…) Jugué solo una temporada completa. (…) En 2011 creo que jugué solo dos partidos. En 2012 jugué bien, me fue muy bien. Empecé la temporada como el tercer receptor. Pero el número uno se lesionó el codo, al número dos no se le daba muy bien y a mí sí. En 2013 me fui a Tampa. En ese momento pensé que estaba bien”.
Mucho más en el audio de la entrevista completa.