La autora checa que compiló las costumbres navideñas de todo el mundo
Aunque al principio iba a ser la editora a cargo del proyecto, a Jitka Pastýříková le gusta tanto la Navidad que decidió escribir ella misma el libro que reúne la historia y principales costumbres de esa festividad, no solo en Chequia sino también en muchos otros países. En diálogo con Radio Praga Internacional, esta verdadera enamorada de la Navidad nos cuenta qué costumbres del mundo la sorprendieron más y qué antiguas tradiciones las familias checas empiezan a recuperar, poco a poco, de un modo renovado.
Para estar en sintonía con los espectaculares mercadillos navideños, desde hace algunas semanas muchas librerías de Praga están exhibiendo en sus vidrieras un hermoso libro llamado simplemente Navidad (Vánoce) que reúne la historia, costumbres y tradiciones de la que tal vez sea la festividad más importante del mundo. El volumen cuenta además con las atractivas ilustraciones de la artista Zdenka Krejčová y fue escrito y preparado por Jitka Pastýříková, quien trabaja en Fragment, el sello que publicó la obra de la que, al principio, iba a ser en realidad su editora.
“La primera idea de hacer un libro sobre la Navidad se le ocurrió a nuestro director editorial y era bastante diferente de lo que terminó siendo: él sólo quería un libro con mucha información sobre la historia de la Navidad y su aparición en la literatura y en la música, y me puso a mí a cargo del proyecto. Luego de pensarlo bastante, no pude encontrar ningún autor adecuado y, a la vez, empecé a tener una idea cada vez más clara de cómo debía ser el libro. Al final me di cuenta de que, probablemente, sería más fácil si lo escribía yo misma porque me encanta la Navidad en todos los aspectos, así que realmente lo disfruté”.
Además de cumplir aquellas primeras expectativas, el libro fue sumando muchas otras ideas, por ejemplo, la de ofrecer una especie de vuelta al mundo por las tradiciones navideñas más importantes y curiosas que se llevan a cabo en una enorme cantidad de países. Algunas de las que más sorprendieron a la autora fueron la tradición de la lotería y las doce uvas en España, pero también la figura de la Befana, una especie de bruja sonriente muy típica del folcore italiano. Su nombre deriva de la palabra epifanía y es la que, en lugar de Santa Claus o Papá Noel, reparte los regalos de Navidad.
“Sí, sí, exactamente, esas fueron algunas de las tradiciones que más me sorprendieron porque además la Befana no aparece, en realidad, en toda Italia sino solo en algunas partes. También me sorprendieron las costumbres argentinas”.
De Argentina, en concreto, uno de los aspectos que más le llamó la atención es el hecho de que, aun con temperaturas muy altas, la cena navideña suela incluir comidas bastante pesadas y asociadas con el frío. Pastýříková cuenta que la investigación fue compleja, tuvo varios pasos y usó fuentes muy diversas: libros y revistas, por supuesto, que le dieron una buena base pero también algo de internet, en especial los sitios web de las agencias de viajes, donde encontró bastante información. La autora aclara que, si bien la Navidad es una de las fiestas más populares a nivel mundial, no todos los países le dan la misma importancia, a tal punto que algunos incluso empezaron a hacerlo a partir de una especie de efecto contagio por obra de la tan mentada globalización. Eso es lo que sucede, según cuenta, en varias naciones de Asia, donde la Navidad está muy influenciada por la cultura estadounidense y quienes la festejan lo hacen de un modo muy comercial, mientras que los budistas japoneses o incluso los musulmanes no la celebran en absoluto.
El regreso de la antigua Navidad checa
Además de ofrecer tantos datos curiosos sobre la Navidad en el mundo, el libro de Pastýříková también brinda, por supuesto, un montón de información sobre la Navidad checa, que, según confirma la autora, tiene una importancia enorme en la sociedad que, lejos de aminorarse con el paso del tiempo, parece ir creciendo cada vez más.
“Creo que muchas familias están volviendo a ciertas tradiciones originales de la Navidad que estaban bastante olvidadas, pero al mismo tiempo las van renovando un poco”.
“En realidad, en República Checa somos, en gran medida, no católicos, no creyentes, pero aquí también las fiestas son muy populares, y creo que es porque todas estas costumbres y tradiciones unen a las personas, las distraen de sus preocupaciones cotidianas y hacen que se enfoquen en otros temas, además de mantener unidas a las familias. Creo que a muchas personas les gusta la Navidad y no solo mantienen las tradiciones sino que, además, creo que últimamente muchas familias están volviendo, por así decirlo, a ciertas tradiciones originales que estaban bastante olvidadas”.
Agrega la autora que, en general, el principal motivo de esa especie de recuperación es poder inculcar a los niños un poco de la atmósfera de otros tiempos, pero a la vez es algo que disfrutan también los adultos. Lo mismo sucede con su libro: si bien está dirigido a un público infantil o adolescente, cuenta la autora que también lo leen muchos adultos a los que les encanta recordar algo de esa magia perdida en la infancia. Entre las tradiciones que empiezan a regresar cuenta Pastýříková que, sobre todo, tienen que ver con el Adviento y, en particular, una costumbre que solía realizarse el día de Santa Bárbara, es decir, el 4 de diciembre.
“Mucha gente en el pasado cortaba un ramo el día de Santa Bárbara, solían hacerlo las chicas solteras, generalmente de algún árbol de cerezo. La ponían en un jarrón y si florecía justo en Navidad quería decir que se casarían al año siguiente. Hoy, por supuesto, no se cree mucho en eso, pero aun así la gente simplemente arranca los ramitos (Barborky) el 4 de diciembre... Lo mismo está pasando con las coronas de adviento, algo que en nuestro país durante el comunismo no se hacía en absoluto y se descuidó porque solo se celebraba la Navidad en sí, pero no las cuatro semanas previas”.
Luego de la Revolución de Terciopelo, entre tantos otros cambios, se empezó a recuperar también el festejo de toda esa etapa previa que se remonta a un período muy antiguo y, en su opinión, es algo muy agradable porque va generando muchas más expectativas.
La garantía de la Navidad
Pastýříková considera que una de las claves de la Navidad es que funciona como una especie de garantía de que siempre, al menos una vez al año, va a estar la posibilidad de reunirnos con seres queridos y descansar del trabajo. Agrega Pastýříková que algunas familias también están retomando la tradición de hacer ayunos y se les explica a los niños que deben seguirlo para poder ver el cerdito de oro. Pero incluso en lo que respecta a la comida, nota que empiezan a volver algunas costumbres.
“También está volviendo, y creo que es una costumbre muy renovada, el ‘kuba navideño’, un plato de sémola que se hace al horno con champiñones, ajo, manteca y cebolla. Se trata de un plato bohemio muy antiguo que varias familias empiezan a recuperar. Por un lado, porque muchas personas se han vuelto vegetarianas y hay que empezar a pensar en opciones sin carne para la cena, así que está regresando. Nosotros, por ejemplo, también seguimos teniendo una costumbre muy típica que es la de colocar una escama de carpa debajo del plato en la mesa de Nochebuena. Luego, cada comensal la guarda en su billetera para que no falte dinero al año siguiente. En algunas familias, sirven también un plato extra cuando hay un número impar de personas, y después está la tradición de cortar las manzanas horizontalmente en el medio para tratar de encontrar una estrella, así que conviene elegir una manzana saludable”.
También destaca la autora que algunas familias, sobre todo de Moravia, suelen preparar salchichas para Navidad. Por otro lado, en el libro hay un dato muy interesante y es que la famosa receta de carpa navideña fue una idea que introdujo la famosa cocinera Magdalena Dobromila Rettigová, que probablemente se inspiró en la milanesa vienesa, pero como en ese entonces la carpa no se freía, se le ocurrió prepararla al horno, con pasas de uva y ciruelas. Agrega Pastýříková que hasta llevaba una salsa dulce e incluso se acompañaba con una vanočka, que es un bollo dulce, de guarnición.
“También está volviendo el ‘kuba navideño’, un plato bohemio muy antiguo de sémola que se hace al horno con champiñones, ajo, manteca y cebolla. Muchas personas se han vuelto vegetarianas y hay que empezar a pensar en opciones sin carne para la cena”.
En cuanto a la literatura navideña, a pesar de que Seifert tiene algunos poemas dedicados a esa festividad, la autora no duda de que las mejores páginas sobre la Navidad, al menos escritas por autores checos, pueden encontrarse en el emblemático libro La abuela, de Božena Němcova.
“Allí describe su infancia y, con mucha precisión, algunas costumbres navideñas como la de los ramos de cerezo el día de Santa Bárbara, el Adviento y la Fiesta de Santa Lucía, el 13 de diciembre, las mujeres usaban vestidos totalmente blancos y unas máscaras, los niños les tenían bastante miedo... Eso se hacía antes, hoy algo de eso está volviendo pero todavía muy poco. Las mujeres pasaban por las casas, amenazando con llevarse a los niños que no se portaran bien. Y también controlaban que las mujeres de la casa no estuvieran en la rueca porque ese día estaba prohibido hilar, esa era una costumbre muy interesante”.
Para escribir el libro, uno de los grandes secretos de Jitka Pastýříková fue inspirarse un poco en los recuerdos que ella misma conserva de aquellas Navidades que celebraba de niña y de esas tradiciones y costumbres que hoy es capaz de explicar con todo lujo de detalles.
“La Navidad en ese entonces era hermosa y muy similar a la de ahora, tal vez no seguíamos tantas costumbres como luego fui incorporando en mi propia familia, pero era hermosa. Recuerdo, sobre todo, el cerdito de oro que siempre era motivo de peleas y un poco de decepción cuando no lo veía. Con mi madre íbamos, además, el 25 de diciembre a la Misa de Navidad de Jakub Jan Ryba, que era muy bonita y una hermosa costumbre que respetábamos siempre. Como nací en Praga, solíamos ir a la iglesia de Týn”.
Tanto inculcó en su propia familia el amor por la Navidad que Pastýříková asegura que, en su casa, suelen quintuplicar las costumbres y tradiciones en comparación con otras familias. Y aunque tiene en claro que empezó haciéndolo por los niños, hoy que sus hijos son adultos y, por ahora no hay nietos, su familia sigue practicando cada una de esas tradiciones.
Para no perder la costumbre y, por supuesto, porque les encanta hacerlo.
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