Grabaciones de los años 50 comprueban la manipulación del régimen comunista checoslovaco
El Instituto para el Estudio de los Regímenes Totalitarios (ÚSTR) hizo público un programa dedicado a los procesos políticos de los años 50 en Checoslovaquia.
El llamado caso Slanský fue uno de los procesos políticos más conocidos de la Checoslovaquia comunista. Rudolf Slanský fue secretario general de Partido Comunista que usurpó el poder en Checoslovaquia en 1948, pero dos años después el líder comunista cayó en las redes de los monstruosos procesos políticos que él había puesto en marcha.
Aquel proceso político tuvo como resultado condenas contra 11 dirigentes comunistas, cadenas perpetuas y la pena de muerte contra Rudolf Slanský por traición a la patria.
Los procesos, en busca de enemigos y traidores de la clase obrera, fueron mediatizados al máximo, aprovechando los instrumentos de la época. El transcurso de las sesiones se grabó en audio, que después se transmitió por la radio, mientras las imágenes del proceso se proyectaban en los cines antes de las películas.
Investigadores del Instituto para el Estudio de los Regímenes Totalitarios (ÚSTR) descubrieron que los órganos de la censura comunista metieron tijera en las grabaciones de los procesos. En su página internet publica los audios originales y las versiones censuradas, según explicó a la Radio Checa Marek Jančák, uno de los autores del programa Procesos Políticos.
“Ha quedado demostrado que el sonido principal de las grabaciones fue editado, retocado. Pero de manera completamente diferente a la de los resúmenes que se transmitían a la población”.
De acuerdo con Jančák, en aquella época los editores, que seguían instrucciones de los responsables de la censura, eran profesionales de alto nivel. Muchos de los cortes los percibe en la actualidad cualquier ingeniero de sonido, pero otros más sofisticados se detectan gracias a las tecnologías más modernas de nuestros días.
El régimen comunista publicó audios y películas que de manera innegable desenmascaraban a los enemigos internos de la dictadura del proletariado. No podía surgir la menor duda de que aquellos procesos eran justos y necesarios para demostrar la firmeza y fidelidad de los camaradas checoslovacos a Moscú.
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En la página web de Procesos Políticos, los interesados también pueden comparar transmisiones de radio de la época, imágenes de películas y cintas del juicio con el llamado Libro Marrón, un folleto oficial con supuestas transcripciones literales de las declaraciones de los acusados, que se publicó a principios de 1952. La diferencia entre los textos y los audios también difieren muchísimo, las grabaciones principales son más cortas que las transcripciones.
Los autores del proyecto quieren demostrar de qué manera el régimen comunista checoslovaco manipuló a la población. Y esto a pesar de que el proceso Slánský fue una manipulación absoluta, al igual que otros procesos políticos que habían sido completamente preparados de antemano.