Una sociedad checa polarizada sale a la calle en el aniversario de la Revolución de Terciopelo
La República Checa recuerda este jueves el 33 aniversario del comienzo de la Revolución de Terciopelo. Aparte de los actos de conmemoración tradicionales, las protestas contra el Gobierno y la Televisión Checa o el apoyo a Ucrania y el rechazo a Putin marcan la jornada.
Desde la mañana, miles de ciudadanos acudieron como cada 17 de noviembre a encender una vela al monumento en Národní třída que recuerda el inicio de la manifestación de estudiantes el 17 de noviembre de 1989 que terminó cambiando la historia del país. El primer ministro y los miembros del gobierno, así como los portavoces del Senado y la Cámara de Diputados, fueron también pasando por el lugar. No faltó tampoco Andrej Babiš, líder de ANO, el principal partido de la oposición y el de más representación en la Cámara de Diputados, para depositar flores.
El primer ministro Fiala destacó la importancia de la libertad y la democracia, pero también su fragilidad, asegurando que deben ser cuidadas para que perduren. El presidente del Senado, Miloš Vystrčil, denunció intentos por distorsionar la memoria del totalitarismo, mientras que la presidenta de la Cámara Baja, apeló a mantener el apoyo a Ucrania “hasta que el último soldado ruso abandone su territorio”.
Pero la jornada se vio marcada también por las protestas. Como ha sucedido en cada festivo nacional en las últimas semanas, el movimiento antigubernamental "Chequia primero" salió a la calle. Esta vez, su objetivo fue el edificio de la Televisión Checa. Los asistentes acusaron al ente público de mentir y de hacer propaganda de la Unión Europea. Entre sus quejas también figura que durante la pandemia se dedicó demasiado espacio a la vacunación y durante la guerra en Ucrania demasiado poco a posturas prorrusas.
Otra concentración de signo contrario fue convocada este jueves por la organización Un Millón de Instantes para la Democracia. Además, en la Plaza Venceslao comenzó el Concierto por el Futuro, que contará con la actuación del grupo ruso Pussy Riot, de las conocidas activistas contra el régimen de Putin.
En total, solo en Praga, a la Policía fueron notificadas 21 concentraciones o manifestaciones este jueves.
Por su parte, el primer ministro, Petr Fiala, y la líder de la oposición democrática en Bielorrusia, Sviatlana Tsijanóuskaya, participaron en la conferencia ‘La guerra híbrida de Rusia contra el mundo democrático’ en el Palacio de Lichtenstein en Praga. La política bielorrusa pidió sanciones más duras contra Rusia y más apoyo para Ucrania.