Praga cierra su centro de asistencia a refugiados ucranianos
El Ayuntamiento de Praga anunció que cerrará su centro de asistencia a refugiados ucranianos de Vysočany el próximo 15 de junio. Según el alcalde Hřib, la capital está ya saturada y el Estado no tiene un plan para redistribuir refugiados hacia otras regiones.
El comité de crisis del Ayuntamiento de Praga tomó la decisión este miércoles de cerrar el centro de asistencia para refugiados ucranianos a mediados de mes. Este, situado ahora en Vysočany y que da cobertura a la capital y a la región de Bohemia Central, ha atendido hasta la fecha a más de 90 000 refugiados, lo que viene a ser la cuarta parte del total registrado en toda la República Checa.
En rueda de prensa, el alcalde mayor de Praga, Zdeněk Hřib, anunció que el cierre será indefinido, hasta que el Gobierno central no presente un sistema de reparto de refugiados hacia regiones menos saturadas que nivelen la carga que soporta Praga.
“Por el momento no veo la luz al final del túnel, por lo que la única decisión que nos queda para que la gente no se registre en lugares en los que ya no podemos ocuparnos de ellos es el cierre del centro de asistencia regional”.
El primer ministro, Petr Fiala, acusó de electoralismo al pirata Hřib, ante las elecciones municipales del próximo mes de septiembre y alabó la gestión del ministro del Interior, Vít Rakušan, de la crisis de refugiados ucranianos. Este último, por su parte, prometió que incluso si se cierra el centro de asistencia de Praga, Chequia no dejará a ningún refugiado en la calle. El primer ministro quiere negociar una solución con el alcalde mayor de Praga.
Sin embargo, el descontento y el problema de la saturación no se limita a la capital. El gobernador de la región de Pardubice, el socialdemócrata Martin Netolický, criticó la decisión del alcalde Hřib y anunció que en el caso de que Praga cierre su centro de asistencia, ellos seguirían el mismo camino, porque, de hecho, al cerrar la capital, la afluencia a Pardubice se incrementaría.
“Se trata de muchos alojamientos o plazas en escuelas maternales… Cuando aquí en Pardubice hablo con el adjunto del alcalde para Educación, me alerta desde hace mucho de las limitaciones de capacidad”.
La delegada del Gobierno para Derechos Humanos, Klára Šimáčková Laurenčíková, dijo comprender la frustración en Praga, pero lamentó la decisión de la alcaldía y mostró su esperanza en que aún se rectifique. Considera la delegada del Gobierno que a Praga seguirán llegando de todas formas personas que escapan de la guerra y que el cierre supondría un grado de vulnerabilidad aún mayor para estas.
Entre los problemas que sufre Praga, aunque también Brno, para alojar refugiados está el caso de decenas de personas, en su mayoría con doble nacionalidad húngara y de etnia gitana, que han estado durmiendo en las respectivas estaciones de tren o en sus inmediaciones desde hace tiempo. En ambas ciudades se preparan y abren campamentos provisionales a toda prisa en las afueras para alojarlos durante un tiempo determinado hasta que se encuentre solución a la compleja situación legal en Chequia para muchos de ellos. En quienes se demuestre esa doble nacionalidad ucraniano-húngara, no tardarán en ser enviados a Hungría en tren.
