Chequia se prepara ante la amenaza del corte del gas ruso
De la mano de la UE, Chequia trata de calcular el impacto que tendría el posible embargo total sobre el gas ruso. Un reciente estudio afirma que el país sería uno de los más afectados por este escenario.
Lejos de mejorar, la ya rota relación entre Rusia y Europa es, si cabe, más distante cada día. La noticia de la matanza de Bucha conmocionó a la opinión pública y obligó a ampliar y endurecer las sanciones contra Moscú.
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Con todo, la dependencia energética europea sigue siendo uno de los puntos más sensibles para el continente y el arma ya recurrente con que amenaza el Kremlin. El corte del gas ruso se antoja como una posibilidad real y los gobiernos europeos parecen prepararse para tal escenario. ¿Qué supondría este para Chequia?
El Consejo de Análisis Económico de Francia, que colabora estrechamente con el gobierno galo, publicó las conclusiones de su investigación a este respecto. Según este, los países más afectados por un embargo total del gas ruso serían Chequia, Lituania, Bulgaria, Eslovaquia y Finlandia.
Se estima que el impacto para la economía Chequia sería de unas pérdidas cercanas a los 2600 millones de euros, sintiéndolo especialmente sectores industriales de vital importancia para el país como la automoción, la ingeniería o la construcción.
El estudio apuesta más por la eficacia de mayores restricciones frente a un posible embargo total, en alusión a este bloque de países más afectados.
“Un arancel permitiría a los países pequeños, pero más expuestos, seguir teniendo acceso a algunas importaciones de gas ruso, mientras que reduciría las importaciones de los países más grandes y menos expuestos, que son más capaces de sustituir las importaciones rusas”.
En lo inmediato, el gobierno checo llama a la calma. Por un lado, el país cuenta con reservas de gas para un mes y de petróleo para 90 días, en palabras del ministro Jozef Síkela, pero además, este afirmó que el ejecutivo continúa explorando nuevas opciones y que evitar que esta crisis se traslade a los hogares es siempre una prioridad para el gobierno.
“En caso de que se suspenda el flujo de gas desde Rusia, probablemente seamos los más cercanos a llevar gas noruego a la República Checa a través del gasoducto NETRA, que, según nuestros cálculos, podría cubrir de manera óptima aproximadamente entre un cuarto y un tercio de nuestras necesidades en la temporada de calefacción de invierno”.
Síkela remarcó el compromiso del país con la UE y apostó por un frente unido ante la amenaza rusa. Tanto es así que ya se trabaja en diferentes alternativas ante la posibilidad del embargo total: además de la opción noruega existen planes cada vez más ambiciosos para estrechar la cooperación entre la UE y los Estados Unidos en materia energética. De igual forma, se han producido acercamientos entre el bloque europeo y los países del golfo Pérsico. Incluso el propio ministro Síkela planea un viaje a Qatar en este mismo mes de mayo para abordar el asunto.