“Las consecuencias del corte del tránsito del gas ruso por Ucrania serán insignificantes para la UE”

Chequia, que casi el 100% del gas que ha comprado en los últimos meses procedía de Rusia, no tiene nada que temer frente al corte desde este 1 de enero del tránsito del gas ruso por Ucrania. Así lo explicó para la Radio Checa el exdirector de E.ON en la República Checa, Martin Záklasník, que no entiende la alarma lanzada por el primer ministro eslovaco, Robert Fico.

El año ha empezado con el fin del tránsito a través de Ucrania del gas ruso hacia la Unión Europea después de que expirara el acuerdo por cinco años que en su día firmaran las empresas estatales rusa Gazprom y la ucraniana Naftogaz. Por entonces, sonaba increíble que Moscú iniciara una invasión a su país vecino como la que estamos viviendo desde hace ya casi tres años.

Kiev no ha querido prolongar el acuerdo porque asegura que gracias a la compra de gas, la Unión Europea sigue financiando la ocupación rusa de su territorio y los bombardeos, en los que Rusia no distingue objetivos militares de civiles. En definitiva, así financia Europa al Kremlin la guerra y la muerte de ucranianos.

Martin Záklasník | Foto: Kateřina Cibulka,  Český rozhlas

Esto es un hecho indiscutible también para el antiguo director de la energética E.ON en Chequia, Martin Záklasník, aunque, eso sí, Rusia tiene más vías para seguir vendiendo gas a Europa.

“Por supuesto, la compra de gas ruso financia la agresión rusa. Para que se hagan una idea, sólo de la ruta de tránsito ucraniana, que dejó de funcionar este miércoles, Rusia se llevaba algo así como 5000 millones de euros al año, según la agencia Reuters. Y Ucrania recaudó entre 800 y 1000 millones de euros por ese tránsito. Es mucho dinero. Sin embargo, esta no es la única ruta por la que Rusia exporta gas a los países de la Unión Europea. Todavía existe una vía a través del TurkStream y Rusia también exporta gas natural licuado (GNL). En otras palabras, los ingresos rusos por las exportaciones, que están financiando la guerra, son claramente superiores a esos 5000 millones de euros”.

En cualquier caso, la ocupación rusa va a cumplir tres años y los estados de la Unión Europea han tenido tiempo para prepararse para este escenario. En Chequia, sin ir más lejos, la dependencia del gas ruso era prácticamente del 100%. A estas alturas todo es muy distinto. Praga cuenta con reservas incluso fuera de sus fronteras y ha planificado la ampliación del gasoducto que abastecerá al país en adelante desde el puerto de la ciudad italiana de Trieste, en el mar Adriático.

Quedan atrás, por tanto, los años en los que la noticia del fin del tránsito de gas por Ucrania pudiera suponer un problema, prosigue Záklasník.

“Creo que hay suficiente gas. Definitivamente no se trata de ningún tipo de crisis del gas o una situación de emergencia. El gas podría encarecerse un poco en países como Eslovaquia o Hungría, aunque eso también es cuestionable, pero desde luego no creo que afecte de manera importante al mercado europeo o al mercado del gas, porque hay rutas alternativas y existe la posibilidad de comprar ese gas en otro lugar y transportarlo. Repito: el impacto de que el gas deje de fluir a través de Ucrania es absolutamente marginal en el mercado europeo del gas”.

Eslovaquia protesta, alarma y amenaza

Sin embargo, el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, que días antes de Navidad visitó a Vladímir Putin en el Kremlin, rompiendo junto a Viktor Orbán la unidad de los Veintisiete con respecto al régimen ruso, sí que ha puesto el grito en el cielo y auguró que el fin de gas a través de Ucrania afectará a la economía europea.

“La detención del tránsito del gas a través de Ucrania tendrá unas drásticas consecuencias para todos nosotros como miembros de la Unión Europea, pero seguro que para quien no lo tendrá es para la Federación Rusa”.

Foto ilustrativa: NIS ad,  Wikimedia Commons,  CC BY 3.0

Fico incluso amenazó con cortar el suministro de electricidad desde Eslovaquia a Ucrania. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski acusó a Eslvoaquia de abrir otro frente energético contra su país en favor de Rusia. Fico, por su parte, acusa a Kiev de no cumplir sus compromisos, algo a lo que no ve sentido el experto Martin Záklasník.

“Es algo que no termino de entender. No he encontrado ninguna explicación lógica tampoco en los medios de comunicación. El acuerdo expiró el martes a medianoche y todo acuerdo es siempre la expresión de la libre voluntad de las partes contratantes. Y si una de las partes dice que no quiere prorrogarlo más... Lo que aquí veo más bien es una lucha por las tarifas de tránsito por parte de Eslovaquia. Porque si el gas deja de circular por Eslovaquia, Eslovaquia, por supuesto, dejará de cobrar tasas de tránsito. Así que creo que es más bien esto y no que Ucrania haya violado algún acuerdo”.

Según Záklasník, también Eslovaquia puede aprovechar otras rutas de tránsito de gas, donde, por cierto, ahora aparecería Chequia como país beneficiado. Difícil saber cuánto más debería pagar por el gas, porque no sabe el experto a cuánto se lo compraban a la rusa Gazprom antes de que Ucrania cerrara el grifo. Eso sí, el malestar en Bratislava también puede venir dado porque el país se llevaba entre unos 300 y 500 millones de euros en tarifas de tránsito que ahora dejará de recibir, porque para su desgracia, se volverá el último país en la cadena de suministro.

Por otra parte, Záklasník explica el hecho de que Chequia en noviembre y diciembre comprara casi todo el gas que ha adquirido de Rusia como una mera operación comercial, ya que por alguna razón este se abarató y era mucho más rentable. Sin embargo, en el computo total de 2024, alrededor del 55% del gas que compró Praga no procedía de Rusia.

Autores: Vladimír Kroc , Daniel Ordóñez | Fuente: iROZHLAS.cz
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