Lipavský: “La seguridad de Ucrania es la seguridad de Europa Central”
El jefe de la Diplomacia checa, Jan Lipavský, viajó a Ucrania junto a sus homólogos de Austria y Eslovaquia para expresar su apoyo al presidente Volodímir Zelenski en medio de la escalada de tensión en la frontera con Rusia. Lipavský y sus colegas defendieron el derecho de Ucrania a decidir su futuro.
El ministro de Relaciones Exteriores, Jan Lipavský, viajó este lunes a Ucrania acompañado de sus homólogos de Austria y Eslovaquia, Alexander Schallenberg e Ivan Korčok. El avión gubernamental checo, que hizo escala en Bratislava para recoger a los otros dos ministros, llevaba a bordo una ayuda simbólica consistente en 500 maletines de primeros auxilios que donó a la Cruz Roja de Ucrania. La primera parada del viaje les llevó hasta la propia región del Donbás, donde se acumulan tropas rusas al otro lado de la frontera. Desde la población de Stanitsia Luganska, justo en lo que se conoce como línea de contacto, Lipavský mostró su apoyo a Ucrania.
“La línea de contacto sigue siendo parte soberana del territorio ucraniano. Desde el año 2014 han muerto aquí 14 000 personas. Por supuesto, hay que expresar a Ucrania nuestra solidaridad y ofrecerle nuestro apoyo de alguna manera para que no mueran más personas”.
Lipavský defendió que Ucrania debe tener derecho a decidir libremente si pertenece a las civilizaciones occidentales y si se quiere aproximar a la Unión Europea y la OTAN. El ministro checo comparó la situación actual de Ucrania con la sufrida por Checoslovaquia con la invasión soviética de 1968. Más tarde, los tres ministros del conocido a nivel diplomático como “Formato de Austerlitz”, fueron recibidos por el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, como explicó Lipavský a la Radio Checa en el avión de regreso a Praga en la tarde de este martes.
“El presidente Zelenski nos recibió a los tres ministros. En mi intervención le aseguré que nos esforzaremos por asegurar la unidad de Ucrania y su integridad territorial, y que nos importa la seguridad de Ucrania porque se trata de la seguridad de Europa Central”.
Tanto Korčok como Schallenberg se expresaron en términos parecidos. El austriaco destacó que Viena está más cerca de la frontera con Ucrania que de la región más occidental de la misma Austria.
Moscú, mientras reúne tropas en la frontera con Ucrania, que se calculan en más de cien mil hombres ya, niega tener intención de invadir la exrepública soviética. Asegura Rusia que únicamente teme por su seguridad y exige garantías de que Ucrania no accederá a la OTAN, lo que daría pie a una presencia de tropas de la Alianza del Atlántico Norte justo a sus puertas, algo que el Kremlin quiere evitar a toda costa y que considera que vulnera pactos alcanzados en la década de los 90.
Lipavský subrayó que las exigencias de Rusia con respecto a Ucrania están fuera de lugar y que Chequia apoya la independencia política de Kiev, así como sus esfuerzos por integrarse en la Unión Europea y la OTAN. De la misma forma, la propia OTAN o Estados Unidos rechazan las condiciones rusas con respecto a Ucrania.
Jan Lipavský destacó su confianza en los socios occidentales de la República Checa.
“El Gobierno checo trabaja con la información que tiene de sus cuerpos de seguridad y con la información que obtiene del intercambio con sus socios internacionales de la Alianza del Atlántico Norte. Actuamos con gran responsabilidad, como lo hacen diferentes órganos del Estado como el Consejo de Seguridad del Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Defensa”.
La frenética actividad diplomática es incesante tanto en Moscú como en Kiev. La visita de Lipavský, Korčok y Schallenberg a Ucrania coincidió con la de Emmanuel Macron al Kremlin, donde se entrevistó con Vladímir Putin. Antes de que los tres ministros de Exteriores centroeuropeos regresaran a sus países, ya había llegado a Kiev la jefa de la Diplomacia alemana, Annalena Baerbock, y este mismo miércoles lo hace su homólogo polaco, Zbiginiew Rau. Todo, dentro de unas operaciones que pueden marcar el futuro del continente europeo con el establecimiento de un nuevo mapa de alianzas de cara, posiblemente, a varias décadas.