Chequia, Occidente y las potenciales sanciones con las que amenaza a Rusia

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Chequia y sus aliados analizan las posibles sanciones económicas que impondrían sobre Rusia en caso de que la situación en Ucrania se agravase.

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Calma tensa es como mejor se define la actual situación en el conflicto ucraniano. Tanto es así que desde Washington, de la mano de Bruselas, y Rusia ya se preparan planes de actuación ante cualquier escenario posible. Sin poder descartar aún la vía militar, desde el frente occidental gana enteros una ofensiva en el plano económico, que supondría una serie de importantes sanciones contra Moscú. ¿De qué medidas se trataría y cuál es el papel de Chequia en este asunto?

Bloqueo de suministros

Una de las sanciones que se contempla es bloquear el acceso de Rusia a suministros electrónicos como chips u otros componentes. Chequia, paradójicamente, sufrió el impacto de medidas similares durante la Guerra Fría.

Bancos

Existe también la posibilidad de aplicar importantes restricciones sobre la actividad de los grandes bancos rusos, limitando así su capacidad de acción. Este sería un escenario complejo para Chequia, ya que existen entidades como Sberbank que tienen presencia y operan en territorio checo.

Personalidades

Otra medida, si bien más simbólica que real, pasaría por aplicar sanciones específicas sobre ciertos individuos cercanos al Kremlin, que incluirían la congelación de sus activos y la prohibición de entrar en determinados territorios. Chequia, por su parte, ya adoptó en su momento una determinación similar al expulsar del país a una veintena de diplomáticos rusos en respuesta al episodio de Vrbětice en 2014.

Sistema SWIFT

La medida más drástica sería desconectar a Rusia del Sistema SWIFT, la red internacional de comunicaciones financieras por excelencia presente en 11 000 instituciones y más de 200 países. Con todo, varias fuentes indican que desde Chequia y otros gobiernos europeos no se considera esta como una opción real en lo inmediato.

Desde ambos frentes se intercalan mensajes que tratan de rebajar la escalada de tensión con otros que dejan la puerta abierta a cualquier escenario. El nuevo gobierno checo, por su parte, parece haber apostado decididamente por sus socios occidentales.

Desde Europa y Washington se pretende enviar un mensaje rotundo y transmitir la imagen de un frente unido, aunque resulta evidente que existen importantes discrepancias entre los actores implicados.

Jan Lipavský | Foto: Česká pirátská strana/Flickr,  CC BY-SA 2.0

"Estamos listos para apoyar los regímenes sancionadores contra la Federación Rusa", afirmó el ministro de exteriores Jan Lipavský, quién quiso dejar claro el firme compromiso del país con la OTAN.

A pesar de esto, de puertas para dentro, sí parece existir una evidente preocupación ante un escenario que amenaza al país en varios frentes como, por ejemplo, el energético o el comercial. Sin ir más lejos, en 2020, Chequia exportó a Rusia mercancías por valor de 3700 millones de euros, cerca de un 2 % de las exportaciones totales.

Lipavský, con todo, no quiso referirse a medidas concretas, afirmando que se trataba de conversaciones privadas y aún en curso con sus aliados. Por parte de la oposición, fue el exprimer ministro Andrej Babiš quién se mostró algo ambiguo al valorar la situación. Este dijo apostar más por la vía diplomática que por las sanciones.