Lech Wałęsa: “Tenemos la posibilidad de conseguir paz y prosperidad para todos, pero eso no pasará por sí solo”
El expresidente polaco, antiguo disidente y Premio Nóbel de la Paz Lech Wałęsa visitó Praga y, 35 años después de la caída del comunismo en Europa Central, habló sobre la democracia, su progreso, los obstáculos que enfrenta y cómo reforzarla.
Praga dio la bienvenida este jueves a Lech Wałęsa, una de las personalidades políticas más emblemáticas del siglo XX. Con motivo del 35 aniversario del fin de los régimenes comunistas en los países del antiguo Pacto de Varsovia, el primer presidente tras la vuelta de la democracia a Polonia y antiguo líder del sindicato Solidaridad, visitó la Universidad Anglo-Americana de la capital checa para una charla con sus estudiantes y profesores.
Incluso antes de su discurso, algunos detalles en su indumentaria ya hablaban por sí solos sobre sus posiciones políticas y sociales, como por ejemplo, una insignia con la bandera ucraniana en su camisa, en la que también tenía una imagen de la Virgen María bordada, o la palabra “konstytucja” (“constitución” en polaco) con los colores de la bandera polaca. Desde el comienzo de la charla, Wałęsa se refirió a Solidaridad, que el disidente, junto a otros obreros, fundó como sindicato no gubernamental clandestino en Polonia a principios de los años 80 y más tarde dio lugar a uno de los mayores movimientos anticomunistas en Europa.
“Es sumamente importante para mí que la generación después de Solidaridad sea exitosa, ya que el éxito de esa próxima generación coronará el éxito de mi generación y mi movimiento. Mi generación rompió el viejo orden en Europa y en todo el mundo y lo hicimos bien. Pero, ¿por qué lo hicimos? Para establecer un nuevo orden”.
Con esta introducción, Wałęsa subrayó que el mundo ha estado dividido y en crisis desde la Antigüedad y que la cuestión no es si los problemas se tienen que enfrentar, sino cómo hacerlo de manera diplomática y pacífica. Sin embargo, para que esto suceda, las naciones primero deberían encontrar una base común que las una.
“La mitad de las personas en el mundo quiere construirlo todo en el mercado libre, pero la otra piensa que esto no es una idea tan buena. Esta otra mitad cree que primero tenemos que acordar nuestros valores y que, cuando lo hagamos, la solución vendrá. La situación en Europa y en todo el mundo es precisamente esta. No hemos podido encontrar los puntos en común sobre las cuestiones básicas”.
No obstante, como Wałęsa destacó, el problema no se acaba aquí. Después de solucionar este asunto, viene el siguiente, que trata sobre el sistema económico más adecuado para un mundo unido, justo y democrático.
“Hay dos sistemas predominantes, el comunista y el capitalista. En teoría, el comunista parece mejor y por eso muchos jóvenes en Occidente se inclinan hacia sus ideas. He viajado mucho por el mundo y he conocido a muchos jóvenes y les he preguntado por qué se identifican con estas ideas, y usualmente me contestan que el programa está presentado de una linda manera con muchos buenos pensamientos, como, por ejemplo, la igualdad, la amistad, la libertad. Lo comprendo y también me gusta, pero no saben qué era lo que hacía yo. Suena bonito, pero en realidad es imposible que suceda y que se organice en la práctica. Todos los que intentaron realizar estas ideas fallaron, así que les digo que eliminen el comunismo como opción de sus mentes”.
Wałęsa también enfatizó que incluso los países democráticos tienen que cuestionar el actual orden político y encontrar una nueva definición de lo que significa realmente izquierda y derecha en la política. Además, el político lamentó que en sus viajes por el mundo durante todos estos años, no ha podido identificar ninguna democracia real. Según dijo, incluso en los estados democráticos se permiten prácticas como la ausencia de transparencia financiera de los partidos y las organizaciones políticas, así como la gobernanza prolongada de ciertos grupos de élite. Por eso, prosiguió Wałęsa, las personas han perdido su fe en la democracia y ya no luchan por ella. Por tanto, eligen políticos demagogos que descuidan la democracia y sus principios.
¿Qué se puede hacer con Rusia?
Wałęsa no olvidó tocar el tema sobre la guerra en Ucrania. Explicó que en sus tiempos como disidente en la Polonia comunista, y luego como el primer presidente democráticamente electo, intentó “arreglar” Rusia y China, dijo. Por eso ayudaba a los chechenos y a otras naciones en su lucha contra Rusia, enfatizó. Sin embargo, como explicó, después de una charla con la antigua secretaria de Estado estadounidense Madeleine Albright, se dio cuenta de que sus esfuerzos no serían muy fructíferos y que incluso podría expandir los conflictos ya existentes. No obstante, la gran desventaja que tiene ahora el presidente ruso Vladímir Putin es que la mayoría del mundo está en su contra. “Tenemos la gran posibilidad de conseguir paz y prosperidad para todos, pero eso no pasará por sí solo,” dijo.
“Tenemos la gran oportunidad de arreglar Rusia y luego la situación con China también. Podemos hacerlo de manera pacífica. Putin dispara y por eso, nosotros también tenemos que disparar. Pero deberíamos encontrar una manera pacífica para hacer que Rusia entienda que esto sería beneficioso para ellos también”.
Wałęsa institió en que el movimiento Solidaridad mostró al mundo que uno debería luchar por su libertad y democracia, pero sin violencia. Sin embargo, lamentó que, después de varias décadas, la gente se ha olvidado de ello y como consecuencia se ha vuelto indiferente y ha perdido el interés.
“Crean en ustedes mismos y crean en lo que hacen y tendrán éxito en todo”.
Lech Wałęsa
El político concluyó que uno debería atreverse a actuar y a luchar. “Crean en ustedes mismos y crean en lo que hacen y tendrán éxito en todo”, concluyó.