La seguridad cibernética y la deforestación, como temas prioritarios de la presidencia checa de la UE
Entre las tareas del nuevo Gobierno del primer ministro, Petr Fiala, figuran los preparativos para la presidencia checa de la Unión Europea. Esta misión la asumirá la República Checa a mediados del año en curso.
Transcurridos 13 años desde que la República Checa asumiera por primera vez la presidencia de la Unión Europea, esta tarea le tocará nuevamente desde mediados de 2022. De acuerdo con Mikuláš Bek, ministro para los Asuntos Europeos, Praga se está preparando para garantizar el cumplimiento de todas las tareas que le esperan.
”Debemos asegurar el transcurso de la presidencia desde el punto de vista de la seguridad y garantizar que las actividades a efectuarse en su marco respondan a los estándares habituales. Estoy convencido de que el Gobierno checo está preparado para toda eventualidad. En estos días nos ocuparemos de la revisión del presupuesto para la presidencia. En vista de la inflación, queremos incrementarlo a unos 82 000 000 de euros. Estamos precisando los datos con el Ministerio de Finanzas”.
“La presidencia ofrece la posibilidad de demostrar que somos capaces de participar de manera constructiva en el acontecer europeo, de solucionar situaciones de crisis que puedan surgir."
El ministro Bek indicó, que son dos las tareas prioritarias sobre las que se debate activamente en la sociedad checa. Una es la seguridad cibernética y la otra la deforestación, que representa una grave amenaza para todo el mundo.
”Considero que durante la presidencia presentaremos a debate el tema de la seguridad cibernética. Se trata de un campo, en el que Chequia tiene experiencia para compartir y protegerse mejor de los ciberataques. En este campo colaboramos estrechamente con el sector privado y los servicios de inteligencia nacionales. La legislación comunitaria contiene varias propuestas relacionadas con este tema. Y en cuanto a la “política verde”, consideramos prioritario el problema de la deforestación mundial y las emisiones excesivas del dióxido de carbono (CO2), que son de las causas fundamentales del cambio climático”.
En opinión del ministro Mikuláš Bek, además de los temas mencionados, hay que tener presente, por ejemplo, los relacionados con la libertad de prensa, la libertad de expresión, como dijo a la Televisión Checa.
”Creo que también otros temas son importantes y deberíamos tomarlos como prioritarios. Se trata de temas, digamos, más suaves, pero de significado indudable. Por ejemplo, la libertad y la responsabilidad de los medios de comunicación. Tenemos una experiencia histórica muy complicada en este asunto. Podemos compartirla y ayudar a nuestros socios a comprender mejor el papel de estos medios en los procesos de cambio en Europa del Este”.
Por su parte, el ex ministro de Relaciones Exteriores checo, Tomáš Petříček, otro invitado al debate de la Televisión Checa, destacó que la presidencia de la Unión Europea representa una oportunidad para demostrar que la República Checa es un socio fiable, capaz de influir de forma activa y constructiva en los acontecimientos de Europa.
“La presidencia ofrece la posibilidad de demostrar que somos capaces de participar de manera constructiva en el acontecer europeo, de solucionar situaciones de crisis que puedan surgir. En momentos cuando enfrentamos los impactos del coronavirus, el alza de los precios y nos adentramos en los problemas de la “política verde”, podemos ser una especie de moderador que muestra los puntos de coincidencia. No debemos olvidar el tema de la digitalización, el desarrollo tecnológico, porque Europa se queda a la cola de EE.UU. y China”.
Como acotara el ministro para Asuntos Europeos, Mikuláš Bek, a diferencia del Gobierno anterior que centraba su política exterior en la cooperación con los países del Grupo de Visegrado (integrado por Polonia, Eslovaquia, Hungría y República Checa), el actual Gabinete de Petr Fiala quiere colaborar en mayor medida con los estados fuera de ese grupo, por ejemplo, con Francia. Asimismo, Chequia, según Bek, quiere defender los valores europeos y ser un mediador en la disputa sobre el Estado de Derecho en la que se encuentran inmersas las instituciones europeas, Polonia y Hungría.