Veterano estadounidense recupera pulsera perdida en Chequia durante la Segunda Guerra Mundial
Después de 76 años, el veterano estadounidense de la Segunda Guerra Mundial, Joe Ernest Esquibel, recuperó un brazalete de plata que había perdido en territorio checoslovaco.
Acabada la Segunda Guerra Mundial, fue levantado un campo para los prisioneros alemanes, cerca de la ciudad de Mariánské Lázně, en Bohemia Occidental, que era vigilado por soldados de Estados Unidos. Pasados 76 años, el checo Petr Švihovec descubrió en ese lugar una pulsera de plata y otros artefactos, como contó a la Radio Checa.
“Bajo tierra descubrí un fragmento de distintivo de rango militar, un botón con la inscripción US y una pulsera de plata. Me fijé, que la pulsera llevaba grabado el apellido Esquibel y de lado noté las letras LID. Me senté al pie de un árbol y me puse a limpiar el brazalete. Al hacerlo descubrí que esas letras eran parte del nombre LIDIA”.
Švihovec recuerda que en ese momento los latidos de su corazón aumentaron sobremanera y que de inmediato se puso a pensar que debía contar sobre su hallazgo a alguien y tratar de encontrar al propietario de la pulsera. Estaba seguro de que se trataba de un antiguo soldado estadounidense y que si no lo encontraba a él, a lo mejor podría comunicarse con su familia.
Petr Švihovec inició de inmediato la búsqueda. Se le ocurrió poner Lidia Esquibel en Google, y cuál fue su sorpresa cuando en la pantalla apareció una esquela mortuoria con ese nombre. Fue una noticia triste que, no obstante, inspiró a Švihovec a seguir indagando, ya que esa Lidia pudo haber sido la misma, cuyo nombre estaba grabado en la pulsera que había encontrado. Lógicamente, siguió investigando también de quién podía haber sido la pulsera con el apellido Esquibel, según dijo a la Radio Checa.
”Para tratar de descifrar la firma con el apellido Esquibel, contacté al historiador Daniel Malý, de la ciudad de Pilsen, quien comenzó a enviarme documentos de la Segunda Guerra Mundial. En ellos descubrí el nombre Joe Ernest Esquibel que podía ser el mismo de la pulsera. Y más tarde Malý me mandó un documento que llevaba la firma del mencionado soldado, y esa era idéntica a la de la pulsera”.
Švihovec confirmó así que iba por buen camino. Pasado algún tiempo, y gracias a la ayuda de varias personas en Facebook, logró descubrir el paradero del propietario de la pulsera, se trató de Joe Ernest Esquibel, en la actualidad de 95 años de edad. Le mandó la foto de la pulsera a la hija del antiguo soldado, y él la reconoció de inmediato.
Hace poco, el señor Esquibel pudo recobrar sus objetos perdidos hace decenas de años en Chequia. Fue sólo un mes después del hallazgo y gracias a la ayuda de la Embajada de Estados Unidos en este país. Y como indicó Petr Švihovec, el señor Esquibel rememoró en esa ocasión la historia del brazalete.
”Joe había comprado la pulsera de plata a sus 19 años, poco antes de ser enviado a Europa. Mandó a grabar su apellido y más tarde él mismo grabó el nombre LIDIA con un cuchillo. Se casó con ella tres años después de la guerra. Si Joe no se hubiera casado con Lidia, no habríamos llegado a él, eso fue posible gracias a la esquela mortuoria de Lidia”.
La forma en que el brazalete logró regresar a manos de su propietario, es algo único en el mundo, según afirma Petr Švihovec. El paradero o destino de los veteranos de guerra suele investigarse en la mayoría de los casos con ayuda de su chapa de identificación.