Fallece el último general de la resistencia antinazi
A la edad de 95 años falleció este lunes el general Jaroslav Klemeš, veterano de la Segunda Guerra Mundial. La información fue dada a conocer por el ministro de Defensa, Martin Stropnický.
Las actividades y valentía demostrados por Klemeš durante la guerra fueron apreciadas hasta mucho después de los cambios democráticos en Checoslovaquia de 1989. En el año 2013 el presidente Miloš Zeman elevó a Jaroslav Klemeš al cargo de general, y el año pasado lo condecoró con la máxima distinción de la República Checa, la Orden del León Blanco. Klemeš reaccionó entonces con las siguientes palabras.
”Esta condecoración la considero un reconocimiento tanto a mi trabajo como al de todos mis demás colegas paracaidistas, ya que yo soy el último que sigue con vida. Pocos fueron apreciados por sus actividades contra los nazis, aunque hicieron mucho por su Patria durante la Segunda Guerra Mundial. Ellos también merecen esta distinción, porque muchos ofrendaron sus vidas al cumplir tareas en los territorios ocupados”.
La ocupación del país llevó a Klemeš al extranjero
Klemeš se marchó al exterior en 1940, tras la ocupación de Checoslovaquia por los nazis. Llegó a Francia, donde pasó a integrar un pelotón de enlace en el Ejército Checoslovaco en el Extranjero. Participó en numerosos enfrentamientos, pero al ser ocupada también Francia se fue a Inglaterra.
Allí asistió en 1941 a un curso de adiestramiento de unidades paracaidistas en Escocia, y un año más tarde pasó por otro curso, esta vez para miembros de unidades de fuerzas especiales. En la noche del 16 al 17 de febrero de 1945, Jaroslav Klemeš fue enviado en el marco de la operación Platinum-Pewter, a la zona de Chrudim, al noreste de Praga, con la tarea de tomar parte en las actividades subversivas de la resistencia local contra los nazis.Klemeš se unió primero a la resistencia en la región de Vysočina, en la Meseta Checo-Morava, para luego trasladarse a la capital checa. Durante el levantamiento de Praga de comienzos de mayo de 1945, Klemeš se encargó de la única estación radiofónica que tenían a disposición los sublevados y a la que llamaban Anna, y mantenía la comunicación con Londres y con el Gobierno provisional checoslovaco que se encontraba en la ciudad eslovaca de Košice.
El fin de la guerra y nuevas luchas
En total unos 200 paracaidistas checoslovacos fueron enviados durante la Segunda Guerra Mundial al territorio del Protectorado de Bohemia y Moravia y ello tanto desde Gran Bretaña, como desde la entonces Unión Soviética.
Al terminar la guerra, Jaroslav Klemeš fue condecorado con la Cruz del Mérito Militar Checoslovaca. No obstante, al asumir el poder los comunistas en 1948, el ex paracaidista fue detenido y 15 meses estuvo en prisión preventiva. Fue condenado a dos años de cárcel por callar supuestamente información relativa a una alta traición, pero luego fue enviado a trabajos forzados a Všebořice, cerca de la ciudad de Ústí nad Labem, en Bohemia noroccidental. Tras ser puesto en libertad, Klemeš se quedó en esta ciudad y trabajó en profesiones obreras, como ayudante de camionero y chofer de autobús, ya que el régimen no lo dejaba hacer otras cosas.
En 1968, con la llamada Primavera de Praga que trajo una mejoría de la situación política en el país, Klemeš fue rehabilitado. Pero fue hasta después de la Revolución de Terciopelo de 1989 y los cambios democráticos en los países europeos del antiguo bloque soviético, que el Estado checo reconoció y apreció con altas condecoraciones estatales las hazañas de Jaroslav Klemeš durante la Segunda Guerra Mundial.