Llegar a final de mes, una odisea para muchos checos
Según los últimos datos, uno de cada cinco checos encuentra dificultades para llegar a fin de mes. Las mujeres y los menores de 35 años son los principales afectados.
Llegar a final de mes supone para algunos checos, cada vez más, casi un ejercicio de ingeniería y malabarismo financieros. Los nuevos datos que han visto la luz confirman esta afirmación, que ya dibuja un panorama preocupante.
Es el caso de la encuesta a cargo de NMS Market Research realizada para Raiffeisenbank durante el pasado agosto, en la que se preguntó a cerca de mil personas. Los resultados permitieron dibujar un llamado “perfil de riesgo” e identificar a los colectivos y sectores de la población que más sufren esta realidad: las mujeres, las personas menores de 35 años con un nivel educativo bajo o aquellas que viven en ciudades de 20 000 a 99 000 habitantes son las más vulnerables.
Las cifras también precisan, por ejemplo, que un tercio de aquellos con dificultades a fin de mes necesitaría en torno a 80 euros más. Una quinta parte de estos echa en falta entre 80 y 160 euros extra, mientras que un 17% de los mismos necesitarían más de 300 euros adicionales para poder afrontar sus gastos.
"Uno de cada cinco checos lucha contra la falta de dinero a fin de mes. Con el aumento de la inflación y los precios récord de muchos bienes y servicios, estas personas pueden encontrarse en una situación aún más difícil", dijo Petra Kopecká, portavoz de Raiffeisenbank.
Otra encuesta, realizada en este caso por Ipsos para Provident Financial, arrojó también datos preocupantes a este respecto. Según esta, tres de cada cuatro checos han tenido el algún momento de su vida dificultades financieras de diversa naturaleza: desde la incapacidad para encontrar un empleo hasta la simple falta de dinero o, incluso, enfrentarse a un embargo.
“La pandemia ha afectado la situación financiera de muchos hogares. Además, ha sido difícil para muchos de ellos crear una reserva financiera, por lo que con la inflación en aumento, se puede esperar que su situación empeore", afirma Luboš Kratochvíl, analista de Provident.
Mientras tanto, la situación no parece mostrar buenos síntomas. Con una inflación casi disparada y las previsiones de que dicha tendencia continuará, los jóvenes checos no pueden evitar mirar al futuro con cierta preocupación.