6) El balneario de Luhačovice conserva un ambiente de principios del siglo XX
Luhačovice es el mayor balneario de Moravia que atrae especialmente a personas con problemas respiratorios e invita a disfrutar de un ambiente especial y único.
Situada en la zona protegida de los Cárpatos Blancos, la ciudad balneario Luhačovice atrae desde hace más de tres siglos por su aire puro y limpio, áreas verdes, arquitectura popular y su ambiente particular con un toque checo-eslovaco, apuntó para Radio Checa Eduard Bláha, director general del Balneario Luhačovice.
“Aquí no chocan las culturas y las expectativas de los visitantes, tal y como lo conocemos de los balnearios de Bohemia Occidental buscados por clientes alemanes, rusos, de Israel o del mundo árabe. Realizar una confluencia entre las culturas y satisfacer a todos puede resultar difícil. Por su parte, Luhačovice tiene la magia de promover encuentros entre checos y eslovacos que se entienden sin mayor problema y una estancia en balneario es algo significativo para ellos”.
Ambiente de la primera mitad del siglo XX
A Luhačovice acuden clientes de todas las generaciones, lo que se debe probablemente a la tradición de estancias infantiles, explica el director.
“Tenemos clientes que habían venido en la infancia y regresan como adultos. Hay gente de todas las edades y el balneario conserva un ambiente de la época de la Primera República. No es inusual encontrar en las columnatas a damas con sombreros y señores con bastón, como lo que vemos en las películas de la época”.
Luhačovice es conocida por sus manantiales con propiedades altamente beneficiosas para la salud. El más famoso se llama Vincentka que representa un fenómeno entre las aguas minerales checas. Fuertemente mineralizada y yodada, el agua se aplica particularmente para tratamientos de ingesta e inhalaciones, ya que sus sales facilitan disolver flemas en las vías respiratorias, el estómago y los intestinos. Se utiliza asimismo para combatir enfermedades respiratorias, problemas de las cuerdas vocales, así como padecimientos ulcerosos del estómago y del duodeno. Además, ayuda a regenerar el cuerpo después de un gran esfuerzo físico y ajusta el metabolismo tras tomar demasiado alcohol. La fama de Vincentka se ha extendido a lo largo del país y se puede adquirir embotellada en farmacias, tiendas especializadas y supermercados.
Dada su larga tradición de tratamientos de problemas respiratorios, a Luhačovice se dirigen también personas que enfrentan las secuelas del COVID-19 como problemas pulmonares y bronquiales.
Arquitectura foklórica con un toque modernista
La marca distintiva de la ciudad es su arquitectura en la que confluye el folklor con el modernismo. La mayor huella arquitectónica en la ciudad pertenece al arquitecto eslovaco Dušan Jurkovič que construyó a principios del siglo XX un total de 15 edificios inspirados en la arquitectura popular de los Cárpatos con motivos decorativos modernistas. El edificio más icónico es la Casa de Jurkovič (Jurkovičův dům) situada en el corazón de la ciudad. Por su parte, el hotel Alexandria construido en 1939 por el empresario vienés de origen checo Alexandr Lozovský como regalo de boda para su esposa fue considerado por la prensa de la época como “el último acto arquitectónico que elevó el balneario a nivel mundial y lo situó en el centro de la sociedad moderna”.
Enfrente de la emblemática Casa de Bedřich Smetana, que presume de arquitectura modernista con motivos cubistas, se alza la Fuente de Brusels, diseñada con motivo de la Exposición Universal de Bruselas 1958.
De estilo modernista presumen también las columnatas que conforman el centro natural de la ciudad, construidas a mediados del siglo XX por el arquitecto Oskar Poříska. Entre 2018 y 2019, la obra pasó por una extensa reconstrucción y recuperó el brillo de la época. La arquitectura conservada y el ambiente de antaño han convertido Luhačovice en un lugar popular entre los cineastas. El director Bláha enumera otras cualidades del lugar.
“Diría que la ciudad es interesante porque no es un pueblo ni una ciudad grande. Es una urbe de tamaño ideal cuya infraestructura cómoda confluye con la naturaleza. Nadie puede omitir sus columnatas dominantes y los edificios de Jurkovič. Con un balneario se relacionan siempre el aire sano y la naturaleza. Las colinas y los bosques confirman que el aire está limpio y que merece la pena visitar el lugar”.
Luhačovice ganó en el título del Destino Europeo por Excelencia EDEN 2019 por su turismo sostenible y estilo de vida sano.
Luhačovice ofrece a sus clientes un amplio programa cultural. Cada segunda semana de mayo se celebra el festival 'Apertura de Manantiales' '('Otevírání pramenů') acompañado de conciertos, mercadillos, charlas, un desfilé folklórico y la bendición de los manantiales. Las columnatas de la ciudad albergan a lo largo de verano conciertos de diferentes géneros que van desde la música clásica, swing, foklor hasta cantos corales. Por su parte, el festival de música clásica 'Leoš Janáček y Luhačovice' recuerda con una serie de recitales que la ciudad era uno de los lugares preferidos de este renombrado compositor checo. En agosto se celebra el festival 'Luhačovice Teatral' ('Divadelní Luhačovice') que ofrece espectáculos de compañías de teatro checas y eslovacas. La cultura de eslovaquia, el país vecino, la representa el festival 'Los Días de la Cultura Eslovaca' (Dny slovenské kultury) que ofrecen eventos musicales, cinematográficos y gastronómicos.