Muchas escuelas de idiomas no volverán a abrir en septiembre
En las escuelas de idiomas faltan estudiantes al igual que lectores. Las personas temen que vuelvan las restricciones epidémicas y las empresas prefieren ahorrar. En consecuencia, varios centros y agencias no volverán a abrir sus puertas para iniciar otro curso.
La pandemia del coronavirus ha hundido el interés de los checos en estudiar idiomas. Con la amenaza de la pandemia en el aire, muchos dudan en inscribirse a cursos y pagar por adelantado. Las escuelas de idiomas reportan que el interés es mínimo, a pesar de que las clases, en teoría, deberían empezar en unas pocas semanas.
Las restricciones adoptadas por el Gobierno para prevenir la propagación del coronavirus en los pasados meses frenaron la enseñanza y ocasionaron que numerosos estudiantes abandonaran sus esfuerzos de aprender otro idioma, principalmente por no querer o no poder adaptarse a la manera más frecuente de hacer las cosas durante la pandemia: a distancia y en línea.
A pesar de que las escuelas de idiomas se encuentran abiertas nuevamente, los alumnos no están volviendo y los centros educativos empiezan a preocuparse. Tal es la situación de Silvie Schäfferová. Antes de la pandemia acudían a su escuela de idiomas alrededor de 500 estudiantes. Organizaba también cursos en escuelas y parvularios. Ahora, afirma que la sombra de la pandemia y las clases virtuales desaniman a muchos y sobre todo a los padres.
“Estoy muy preocupada por los cursos para niños pequeños. Los padres no quieren pagar por clases que posiblemente no se abran otra vez. El aprendizaje de los niños lo basamos en juegos divertidos, que no son adecuados para realizarse de manera virtual”.
Otros estudiantes se han adaptado al aprendizaje a distancia con mayor facilidad, por ejemplo en la escuela de idiomas Spring Agency. No obstante, aun así, la agencia ha perdido alrededor de la mitad de sus clientes. De acuerdo con su jefe, Libor Páši, lo peor es la incertidumbre y la preocupación ante un nuevo confinamiento.
“Organizamos cursos intensivos de varios días, es decir que necesitamos acordar fechas fijas con los lectores y también reservar un espacio para la enseñanza. Pero ahora no sabemos, si no habrá otro cierre total en octubre o noviembre. Y esta incertidumbre disuade a nuestros clientes de que paguen por adelantado por un curso de largo plazo”.
También las empresas, la fuente principal de ingresos para muchas escuelas de idiomas, están tomando sus precauciones. La crisis ha reorganizado las prioridades de muchas compañías, que ahora prefieren ahorrar y crear reservas a invertir en beneficios de los empleados.
Por si fuera poco, la pandemia ha brindado un problema adicional. Las escuelas de idiomas no tienen suficientes lectores, según explica la presidenta de la Asociación de Escuelas de Idiomas, Marcela Hergesselová.
“Nuestros clientes con mayor frecuencia solicitan a lectores nativos, pero actualmente no hay. Los que se fueron a países terceros no volverán a Chequia. Nos faltan los estadounidenses, australianos, etc., que se fueron.”
En vista de la falta de interés por parte de los estudiantes, la omnipresente preocupación por el desarrollo de la situación epidémica y el éxodo de profesores extranjeros, Marcela Hergesselová teme que algunas escuelas de idiomas no vuelvan a abrir después de las vacaciones de verano.