Lluvia de medallas para la República Checa en Tokio
Tres oros en poco más de 24 horas en tiro, piragüismo y judo, y una plata también en tiro, han hecho que la República Checa se acerque rápidamente a las primeras posiciones del medallero de las Olimpiadas de Tokio. Este fin de semana, además, las tenistas checas se han asegurado, al menos, dos platas más, tras acceder a las finales tanto en la competición individual como la de dobles.
En las Olimpiadas de Tokio no hay público, pero a orillas del Moldava en Troja, el lugar donde entrenan los piragüistas en Praga, con gran emoción se celebró en directo la medalla de oro que logró en la mañana de este viernes uno de sus palistas más queridos. Jiří Prskavec venció con superioridad la prueba de slalom K-1, aventajando en más de tres segundos al eslovaco Jakub Grigar y en casi seis al alemán Hannes Aigner.
El descenso de Prskavec fue sensacional, tomando riesgos pero con movimientos precisos y directos. En la semifinal, tocó una de las puertas, pese a lo que venció sin problema, pero en la final rozó la perfección.
Un sueño más que Tokio 2020 hace realidad, como contó para la Radio Checa muy poco después de su triunfo.
“Salir el último en unos Juegos Olímpicos fue siempre mi sueño. Lograr dominarme después de una salida no del todo buena, apretar hacia la mitad y llegar con esa ventaja, salir de la última puerta y acelerar para llegar a meta, es una maravilla. Ayer dije que mi objetivo era ir con la alegría de un niño, con todo el entusiasmo, y creo que eso lo he conseguido”.
Prskavec, de 28 años, es natural de Mělník, la localidad al norte de Praga donde el Moldava desemboca en el Elba, un lugar propicio para llegar a ser cuatro veces campeón del mundo en piragüismo (dos campeonatos individuales y dos por equipos) y desde ahora, también campeón olímpico. Además, esta es la segunda medalla en unos Juegos para Prskavec, que ya logró un bronce en Río en 2016.
Esta es la segunda medalla que consigue el piragüismo checo en Tokio, después de la plata de Lukáš Rohan este lunes en slalom en canoa C-1.
El mejor judoca checo de la historia
El piragüismo no ha sido la única alegría de este viernes para los checos en Tokio. Combate a combate, el judoka Lukáš Krpálek ha ido avanzando hasta la final de la categoría de más de 100 kilos venciendo a Javad Mahjoub, del equipo de refugiados, al uzbeco Bekmurod Oltiboev y, en la semifinal, al japonés Hisayoshi Harasawa. Hasta que, en la final, poco después del mediodía en Praga, con un definitivo ippon batía al georgiano Guram Tushishvili, a quien nunca antes se había impuesto. Pero en el icónico estadio Budokan de Tokio, el juodoka checo más exitoso de la historia rompió todas las estadísticas y, de paso, repitió el oro logrado en Río hace cinco años cuando competía en la categoría de menos de 100 kilos de peso.
Jornada histórica para el tiro checo
También el tiro checo vivió una jornada histórica este jueves. Jiří Lipták y David Kostelecký coparon la competición de foso olímpico, en la que eliminaron a todos sus rivales con 43 aciertos sobre 50 platos, para luego, estos dos amigos de Brno, jugarse la victoria entre ellos. Kostelecký, campeón olímpico en Pekín en 2008, falló al disparar al plato 7, facilitándole la victoria a su paisano.
Dos deportistas checos solo habían conseguido oro y plata en una misma competición olímpica en una ocasión, fue en 1932 en Los Ángeles, donde los levantadores de peso Jaroslav Skobla y Václav Pšenička dominaron con la misma superioridad la prueba de los superpesados.
El campeón de foso olímpico, Jiří Lipták, no daba crédito a lo que había conseguido al ser preguntado por la Radio Checa.
“Las sensaciones son magníficas. Además, que hayamos hecho historia de esta manera, es algo que no me entra en la cabeza. Cuando pienso en la final, el comienzo me salió muy mal, perdí la confianza. Pero cuando los rivales empezaron a cometer errores, la recuperé. Pero no me habría atrevido a decir que iba a conseguir una medalla, y mucho menos la de oro”.
El otro héroe del tiro checo, David Kostelecký, de 46 años, estaba igualmente feliz del resultado pese a haber perdido el oro por poco, confesó a la Radio Checa.
“A mi edad no pensaba que fuera a hacer medalla. Así que, en el momento en el que me aseguré el bronce, ya me pareció bien. Pero, cuando, además, nos quedamos los dos solos, fue fantástico. Por momentos no parecía que estuviésemos en una Olimpiada, porque a menudo terminamos jugándonos la victoria nosotros dos en las competiciones checas. De broma decíamos que era la ‘Copa Checa de Tokio’. Es un sueño haber terminado así”.
Kostelecký, además, había predicho la victoria olímpica de Lipták. Cuando su compañero no se clasificó para los Juegos de Río en 2016, Kostelecký le dijo que algún día ganaría un oro, recordó entusiasmado.
Y aún queda el tenis
Con la gran cosecha de metales de estas dos últimas jornadas, Chequia se ha aupado hasta el lugar 13 del medallero. Pero este fin de semana con toda certeza se sumarán, al menos, dos medallas más, que serán, como poco, de plata. Y es que el tenis femenino checo vivió otra dulce jornada este jueves, con la clasificación para la final de Markéta Vondroušová, que se deshizo de la ucraniana Elina Svitólina por 6:3 y 6:1 y se enfrenta este sábado por el oro a la suiza de ascendencia eslovaca Belinda Bencic, número 12 del mundo según el ranking WTA.
Mientras, en dobles, la pareja más en forma del momento, Barbora Krejčíková y Kateřina Siniaková, vencieron a la dupla rusa compuesta por Yelena Vesnina y Veronika Kudermétova por 6:3, 3:6 y 10:6 en el súper tie break. La final del domingo, curiosamente, será otro Chequia-Suiza, ya que se enfrentarán a la pareja que forman la propia Belinda Bencic con Viktorija Golubic.