“El clima de Chequia será similar al de Rumanía y Bulgaria”
La lluvia y las tormentas son típicas del verano en Chequia, pero el cambio climático podría hacer más extremos estos fenómenos. Sobre el tema habló el climatólogo Pavel Zahradníček.
El tornado que arrasó varios pueblos de Moravia la semana pasada ha sido uno de los principales temas de conversación en la República Checa durante los últimos días. Expertos debaten la posible influencia del cambio climático en este tipo de catástrofes.
Lo cierto es que días tropicales seguidos de un descenso de las temperaturas, tormentas y fuertes vientos no son extraños dentro del verano checo. Pero la cuestión que se discute es más bien si la frecuencia y la fuerza de estos eventos está aumentando a causa del cambio climático.
Pavel Zahradníček, climatólogo del Instituto de Investigación del Cambio Climático de la Academia de Ciencias Checa, dijo en entrevista para la Radio Checa que este tema tiene muchos matices. Por ejemplo, esta primavera ha sido bastante fría en comparación con los años anteriores, pero vemos que ha sido claramente más calurosa si la comparamos con la temperatura de hace 100 o 200 años.
Si sucesos como el tornado de la semana pasada tienen relación con estos cambios, solo un análisis a más largo plazo podrá decirlo, apunta Zahradníček. Pero que existe una tendencia al aumento de las temperaturas es evidente.
“En los años 60, había en el país unos cuatro o cinco días tropicales al año, es decir, días que superasen los 30 ºC. Y acabamos de vivir en una semana lo que antes habría sido típico para todo un verano. En la última década, hay 13.5 días tropicales al año de media”.
De hecho, Zahradníček asegura que los modelos climáticos de la última década eran demasiado optimistas. La temperatura media sube más de lo que se esperaba. De seguir así, los días tropicales podrían multiplicarse. Según el climatólogo, a finales del siglo XXI, el clima de la República Checa será similar al de Bulgaria y Rumanía en la actualidad.
“Al comparar los modelos climáticos de la última década nos dimos cuenta de que los habíamos subestimado en un 40 % respecto a lo que hemos vivido en realidad en los últimos 15 años”.
Y aunque tomar medidas para reducir la emisión de gases contaminantes es de vital importancia, Zahradníček recuerda que los posibles efectos positivos tardarán décadas en manifestarse.
Uno de los sectores que ha vivido más de cerca los altibajos del clima ha sido el de la agricultura. Con la intención de ayudar a los agricultores a prevenir desastres, la Academia de Ciencias creó la página web AgroRisk.
“Hemos puesto en marcha el portal AgroRisk, que es para agricultores y donde se puede ver el riesgo de plagas, si es época para abonar o si van a venir heladas tardías. Se centra en cada municipio de Chequia, porque hemos comprendido que empieza a ser un problema serio. Al igual que hace ocho años comprendimos que la sequía iba a ser un problema”.
La sequía, paliada temporalmente por un año más lluvioso de lo normal, ha sido una gran preocupación para las autoridades checas en los últimos años. Tal y como declara Pavel Zahradníček, ver el problema de cerca ha abierto los ojos de los políticos, que ahora preparan nuevas medidas para el ahorro de agua. Sin embargo, el climatólogo checo teme que en épocas mejores, la gente vuelva a olvidarse.
“Gracias a la sequía que tuvimos en los últimos años el pensamiento de los agricultores y de los políticos empezó a cambiar, porque si ves con tus propios ojos que en mayo no hay agua en el pozo, te das cuenta de que es un problema. Entonces, ha habido un intento real de ahorrar agua. Pero en cuanto viene un periodo mejor, los esfuerzos se reducen”.
En este sentido, Zahradníček destaca la labor de ciudades como Múnich para recoger la mayor cantidad posible de agua de lluvia, y señala que para el futuro del agua tendrán mucha importancia las iniciativas de este tipo fomentadas desde el ámbito público.