Chequia condena a Bielorrusia por forzar a aterrizar a un avión de pasajeros y detener a un periodista
El ministro de RR.EE. checo, Jakub Kulhánek, convocó al embajador de Bielorrusia en Chequia, Valery Kurdyukov, para expresar su condena por las acciones de su país contra un avión de pasajeros obligado a aterrizar en Minsk.
La Unión Europea ha criticado las acciones de Bielorrusia contra un avión de pasajeros que fue forzado por una aeronave militar a aterrizar en la ciudad de Minsk este domingo.
Las autoridades bielorrusas indicaron que el operativo respondió a que habían recibido informaciones de que en el avión de la compañía Ryanair había una bomba. No se encontró bomba alguna, pero los servicios de seguridad bielorrusos detuvieron al pasajero Roman Protasévich, periodista de ese país conocido por sus críticas contra el gobierno de Alexandr Lukashenko.
El ministro de RR.EE. checo, Jakub Kulhánek, convocó al embajador de Bielorrusia en la República Checa, Valery Kurdyukov, para condenar lo ocurrido, según dijo vía Twitter.
Por su parte, el primer ministro, Andrej Babiš, escribió en las redes sociales que lo ocurrido es algo inaceptable, y sugirió que debía ser debatido al más alto nivel de la Unión Europea.
El responsable de política exterior de los Veintisiete, Josep Borrell, afirmó en un comunicado que “las autoridades bielorrusas, en una medida inadmisible, obligaron a un avión civil a realizar un aterrizaje de emergencia en Minsk. El avión, propiedad de una empresa de la UE, que volaba entre dos capitales de la UE y transportaba a más de 100 pasajeros, fue obligado a aterrizar por un avión militar bielorruso”.
La gravedad de los hechos ha llevado a la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen a declarar que “el comportamiento escandaloso e ilegal del régimen de Bielorrusia tendrá consecuencias y que los responsables del secuestro del avión de Ryanair deberán ser sancionados”.
Los Veintisiete han decidido incluir el tema en el programa de la reunión del Consejo Europeo de este lunes en Bruselas.
Jens Stoltenberg, Secretario General de la OTAN, advirtió que se trata de un “incidente grave y peligroso que requiere una investigación internacional“. Mientras que desde Moscú, el Kremlin declaró que respalda a las autoridades de Bielorrusia calificando de “chocante“ la actitud de la Unión Europea.
Los Veintisiete no reconocen a Alexandr Lukashenko como presidente legítimo de Bielorrusia por las denuncias de fraude en las elecciones presidenciales de 2020.
Las relaciones entre la República Checa y Bielorrusia atraviesan un momento de tensión debido a que Praga ha expresado en más de una ocasión su respaldo a las fuerzas democráticas de ese país.
Hace un mes el gobierno de Lukashenko anunció que prohibía las importaciones de la empresa automotriz Škoda Auto debido a las „acciones hostiles contra la nación“ sin dar más detalles.
Como parte de su política de defensa de los derechos humanos, la República Checa ha brindado ayuda humanitaria a diferentes activistas que defienden la democracia y las libertades fundamentales. Varias universidades checas han concedido becas a estudiantes bielorrusos que han visto truncadas sus carreras por expresar una opinión diferente a la impuesta por el régimen de Lukashenko.