Věra Jourová: “La UE no quiere confrontación, pero debe reaccionar a las hostilidades de Rusia”
La tensión entre Moscú y la Unión Europea se recrudece después de que Rusia prohibiera la entrada al país a ocho funcionarios europeos. La ‘lista negra’ incluye a la checa Věra Jourová, vicepresidenta de la Comisión Europea de Valores y Transparencia.
El Kremlin anunció el viernes la aplicación de represalias contra altos funcionarios europeos como respuesta a las sanciones aprobadas por los Veintisiete con anterioridad.
En una especie de lista negra se incluyó al presidente del Parlamento Europeo, el italiano David Sassoli y a la checa Věra Jourová, vicepresidenta de la Comisión Europea de Valores y Transparencia.
A principios de marzo la Comisión Europea sancionó a cuatro funcionarios muy cercanos al presidente de Rusia, Vladímir Putin, vinculados con la detención del opositor Alekséi Navalni. Se trató, por ejemplo, del presidente del Comité de Instrucción, que se encarga de los grandes crímenes en Rusia, el Fiscal General de Rusia y el jefe del Servicio de Prisiones. Días después, los ministros de RR.EE. de los países de la UE incluyeron en las sanciones a dos funcionarios más responsabilizados por la persecución de personas de la comunidad LGBT.
Věra Jourová, vicepresidenta de la Comisión Europea de Valores y Transparencia, en declaraciones a la Televisión Checa defendió las medidas tomadas entonces por Bruselas.
“Se trata de una reacción a los pasos de la Unión Europea que, desde mi punto de vista, fueron correctos. Si bien la Unión Europea no desea la confrontación, debe reaccionar a las acciones agresivas y hostiles de Rusia”.
Jourová indicó que el hecho de que Moscú la pusiera en una lista negra no altera en nada el trabajo que viene desempeñando.
“Se trata de una lista muy curiosa. Tengo la sensación que desde el punto de vista ruso nuestro trabajo interfiere sus intereses. Yo me dedico a la lucha contra la desinformación, el respeto de los Derechos Humanos, tengo una agenda que disgusta a los autócratas y dictadores. También tiene su importancia el hecho de que soy checa, porque como checa reaccioné respaldando las medidas aplicadas por el Ejecutivo checo en el caso de Vrbětice. Eso fue de seguro un elemento más que sirvió para incluirme en la lista”.
Las relaciones entre Moscú y los países miembros de la Unión Europea viven un momento en el que predomina la confrontación y la tensión en las relaciones diplomáticas que ha llevado a la expulsión mutua de diplomáticos. De Praga fueron expulsados 18 diplomáticos rusos identificados por los servicios secretos checos como espías encubiertos, mientras que Moscú respondió echando a 20 diplomáticos checos.
El Kremlin asegura que las sanciones de la Unión Europea son ilegales, que no respetan los principios del Derecho Internacional y que Moscú prefiere el diálogo. La vicepresidenta de la Comisión Europea, Věra Jourová, dijo a la Televisión Checa que la Unión Europea actúa de acuerdo a las estipulaciones y principios del Derecho Internacional y enumeró algunas de las acciones rusas.
“Tuvimos que reaccionar a un ataque con sustancias químicas, ciberataques, violación de los Derechos Humanos, actitudes y acciones agresivas contra Ucrania. Tuvimos que responder, pero estoy convencida de que nuestras reacciones se ajustan a las normas que permite la diplomacia”.
Las medidas rusas de prohibir la entrada al país de ocho altos cargos europeos demuestran que Moscú avanza por la vía de la confrontación, indicó Jourová
“Los últimos pasos no ayudan a la consolidación de las relaciones. Rusia emplea una retórica muy fuerte, pudimos apreciarla en la reacción a las medidas diplomáticas de los checos por los sucesos de Vrbětice. Todo indica que Rusia avanzará por el camino del empeoramiento de las relaciones. Por supuesto que se mantendrán las relaciones diplomáticas, pero me temo que a un nivel bajo”.
Las relaciones entre la República Checa y la Federación Rusa protagonizan la mayor crisis diplomática de la historia de sus relaciones bilaterales. El primer ministro, Andrej Babiš, y el viceprimer ministro, Jan Hamáček, informaron que los servicios secretos checos disponen de informaciones que demuestran que agentes rusos son los responsables de un sabotaje contra un depósito de municiones en la localidad de Vrbětice que en 2014 se cobró la vida de dos personas.