Renfe prepara la compra del 50% de Leo Express
La empresa estatal ferroviaria española Renfe ha anunciado sus planes para la adquisición del 50% de la compañía privada checa Leo Express. Renfe quiere comenzar así su expansión internacional con una empresa que ya opera en Chequia, Eslovaquia y Polonia y cuenta con licencia para hacerlo en Alemania.
Los medios españoles informan desde este lunes de las avanzadas negociaciones que deberían concluir en breve con la adquisición de la mitad de las acciones de la menor de las compañías ferroviarias privadas checas por parte de la poderosa empresa estatal española Renfe. El martes, fue la propia Renfe la que confirmó la noticia con una nota de prensa.
La compañía española reconoce que se trata de una operación asequible con la ventaja de que Leo Express cuenta ya con un desarrollo de negocio, asentamiento, experiencia, contactos y referencias en Chequia, Alemania y Polonia. En los tres países tiene ya licitaciones ganadas y puede optar a otras con carácter inmediato.
Renfe también destaca el modelo de intermodalidad bus-tren desarrollado por Leo Express, con el que sus clientes, antes de la pandemia, podían llegar por carretera hasta otros países más como Austria, Eslovaquia y Ucrania.
Otro importante aspecto de la operación que señala Renfe es un mejor posicionamiento de cara a los futuros proyectos previstos de alta velocidad en Chequia, Polonia y Eslovaquia.
La alta velocidad es precisamente una de las fortalezas de Renfe. España cuenta con la mayor red de alta velocidad en Europa y la segunda del mundo, después de China. La empresa, además, ganó un concurso en 2020 para la explotación de la línea de alta velocidad entre Dallas y Houston, en el estado norteamericano de Texas, y este mes la compañía ferroviaria reiniciará las operaciones comerciales del AVE de La Meca, en Arabia Saudí, mientras prepara otras operaciones por todo el mundo en este sector.
Por su parte, Leo Express, que arrastra desde hace años grandes pérdidas, agudizadas desde hace un año por la pandemia, de momento no ha querido expresarse al respecto.
La compañía checa comenzó sus operaciones en 2012 con su servicio en la línea entre Praga y Ostrava. Antes de la pandemia transportaba a 2,4 millones de pasajeros al año e ingresaba unos 40 millones de euros anuales.