El coronavirus afecta al transporte ferroviario
Las empresas de transporte checas acusan de nuevo la falta de viajeros por culpa del coronavirus. Ferrocarriles Checos y Leo Express empiezan a reducir conexiones y el cierre de las escuelas o el endurecimiento de las medidas para frenar los contagios podrían provocar muchas más cancelaciones.
La demanda de billetes de tren y autobús es en la actualidad de un 60% de la habitual en condiciones normales. Por eso, Ferrocarriles Checos fue el primero durante la semana en reducir sus conexiones consideradas comerciales. Esto hizo caer significativamente, por ejemplo, la frecuencia del pendolino y otros tipos de tren entre Praga y Ostrava desde este miércoles. También se cancelaron las conexiones nocturnas entre la capital checa y la ciudad eslovaca de Žilina o Varsovia.
Anteriormente, las restricciones impuestas por países vecinos a los ciudadanos checos para entrar en sus Estados, habían provocado varias cancelaciones de líneas internacionales regulares.
Ferrocarriles Checos también se plantea negociar con las regiones la necesidad de mantener ciertas conexiones subvencionadas por el Estado en caso de que se sigan endureciendo las medidas contra el avance del coronavirus.
En el caso de la empresa privada RegioJet, la empresa asegura seguir manteniendo una alta demanda. Los trenes amarillos solo han tenido que dejar de viajar a sus destinos internacionales en relación con las restricciones impuestas. Pero el portavoz de la empresa, Aleš Ondrůj, tampoco descarta reducir su actividad, explicó a la Radio Checa.
“Seguiremos la evolución durante la semana, y decidiremos según las medidas que se tomen y su impacto en la demanda“.
Por su parte, Leo Express también anunció que aprovecharía para enviar al taller a revisión uno de sus trenes y cancelaría alguna de sus conexiones con menor demanda.
Otra empresa privada, Arriva, dedicada sobre todo a conexiones de media distancia dentro de las regiones, de momento no ha anunciado cancelaciones. Pero también ha acusado, en particular, el cierre de las escuelas de educación media y superior.
La semana pasada, el Ministerio de Transporte anunció que repartiría casi 15 millones de euros entre las empresas de transporte ferroviario por las pérdidas de ingresos en primavera.
Durante la primera ola de la pandemia la demanda cayó a una décima parte de lo habitual. Pero la ayuda es solo para cubrir las pérdidas en los trayectos que se realizan bajo contrato con el Estado o las regiones, por lo que, por ejemplo, un transportista como Leo Express, que no atraviesa un gran momento financiero, no verá ni una sola corona de las ayudas.