Chequia se debate entre las restricciones impuestas y la responsabilidad individual
El posible relajamiento de las restricciones, anunciado por el Gobierno checo, ha dividido a la comunidad experta del país. Los defensores de las distintas posturas polemizan ahora si delegar la responsabilidad a la población podría ayudar a resolver la pandemia. Mientras, la situación en los hospitales se sigue complicando.
Tras el reinicio de las clases presenciales para algunos estudiantes, anunciado por el Gobierno checo para el 1 de marzo, el ministro de Industria y Comercio, Karel Havlíček, ha adelantado que propondrá al Gobierno la reapertura de los comercios a partir del próximo lunes.
La propuesta, que debería ser debatida por el Gabinete este viernes, ha generado fuertes reacciones por parte de algunos expertos, quienes han advertido ante el alto precio que esta decisión podría conllevar, sobre todo al reabrirse simultáneamente las escuelas y los comercios.
Uno de los que se muestra radicalmente en contra de una nueva suavización ha sido el presidente del Colegio de Médicos Checo, Milan Kubek.
“La epidemia es como un coche que va a chocar contra una pared y está acelerando. La pared es nuestro sistema sanitario. Y nosotros, en lugar de pisar el freno, queremos acelerar. Solo un loco puede hacer algo así. No podemos permitirnos suavizar las medidas”.
Por el contrario, el director del Instituto de Química Orgánica y Bioquímica de la Academia de Ciencias, Zdeněk Hostomský, sugiere que, al abrirse los pequeños comercios, las personas que ahora se agolpan en los grandes supermercados se esparcirán y el riesgo de contagio disminuirá.
Kubek y Hostomský representan dos lados de la polémica que ocupa a los líderes políticos checos en los últimos días. Mientras que un grupo advierte ante las muertes de más personas y propone incluso apretar las tuercas, el segundo sugiere delegar la responsabilidad a los ciudadanos. Es decir, dejar de imponer restricciones desde arriba y apelar al sentido común y la responsabilidad individual de los checos.
Mientras que Hostomský no ve ningún vínculo positivo entre el nivel de confinamiento y la propagación de la epidemia, Kubek considera que cualquier suavización sería un paso en la dirección incorrecta.
“Los países que lograron imponer medidas estrictas desde el principio tienen la pandemia bajo control. Allí no han fallecido decenas de miles de personas, incluso su economía funciona. Miremos a Corea del Sur, por ejemplo. Nosotros seguimos poniendo excusas. Todas las restricciones se introducen de manera lenta y cuentan con millones de excepciones y las personas ya ni las entienden. Y luego, cuando la situación mejora levemente, no se nos ocurre nada mejor que abrir todo, como necios, tal y como pasó en Navidad”.
El ministro de Salud, Jan Blatný, informó este miércoles que en Chequia empieza a predominar la mutación británica del coronavirus. Esta se propaga desde el oeste hacia el este, según confirmó, dejando a su paso un mayor número de contagios y hospitalizados.
Sus palabras se ven confirmadas por los representantes de la región de Karlovy Vary, al oeste de Chequia, que se enfrenta a una situación crítica en los hospitales ya desde hace varias semanas. De momento, los hospitales están trasladando a pacientes a otros centros médicos en el país.
De acuerdo con el presidente de la región, Petr Kulhánek, su administración ha solicitado repetidas veces al Gobierno central que se pida ayuda a Alemania para aliviar las capacidades de los hospitales. No obstante, según informó el viceministro de Salud, Vladimír Černý, esta semana, Chequia solo pedirá ayuda a sus socios internacionales una vez que en el país quede disponible menos del 10% de las camas.
De acuerdo con Kulhánek, su región está por alcanzar el punto crítico, pero sus peticiones no han generado la respuesta deseada.
“Ya estoy un poco enfadado con el ministro de Salud, al igual que con el primer ministro. En nuestra videoconferencia de ayer presenté argumentos objetivos y mencioné asimismo que nos estamos acercando a ese 10%. La respuesta del primer ministro me dejó consternado porque dijo que no sabía que la región había solicitado el traslado de pacientes al extranjero. Llevo advirtiendo sobre la situación desde principios de enero. El traslado de pacientes a hospitales en Alemania nos ayudaría, por eso considero la actitud de ayer del primer ministro como poco entendible”.
Mientras que los representantes del país y la comunidad científica debaten cómo seguir afrontado la pandemia, crece el interés de los checos en vacunarse contra el COVID-19. De acuerdo con una reciente encuesta, quiere recibir la vacuna el 52% de la población. Para más de la mitad de ellos, la principal motivación es proteger a sus seres queridos y poder volver a la vida normal.