Libušín, la joya del modernismo popular en las montañas Beskides
Uno de los símbolos de las montañas Beskides, la legendaria casa de campo del arquitecto Dušan Jurkovič, ha vuelto a abrirse al público seis años después de ser pasto de las llamas.
La casa Libušín fue construida en el año 1899 diseñada por el arquitecto eslovaco Dušan Jurkovič. Fue encargo de la Asociación de Montañistas Radhošť, que invirtió en la construcción de un albergue para turistas a finales del siglo XIX. Además de Libušín, que por aquel entonces servía de comedor, Jurkovič construyó el hotel adjunto Maměnka. Ambos edificios son representaciones del estilo conocido como modernismo popular. Cuando el 3 de marzo de 2014 se incendió la casa de campo, al día siguiente ya se había organizado una colecta. Los costes de la reconstrucción superaron los 4 millones de euros. En las obras se turnaron más de 220 artesanos, que trabajaron según los métodos tradicionales que se daban en la época en la que se edificó Libušín.
Un paseo por las nubes en Pustevny
Además de las construcciones de Jurkovič, la aldea de montaña de Pustevny ofrece otras atracciones únicas. El paseo de madera sobre las copas de los árboles con una torre con mirador en la ladera de la montaña de la Bailarina (Tanečnice) se le conoce como “El camino de Valaquia”. Forma parte del camino la única pasarela de cuerda del país y el skywalk más largo de Europa. El piso más alto de la torre se encuentra a 1099 metros sobre el nivel del mar y ofrece una vista incomparable a 100 kilómetros a la redonda. Cuando hace buen tiempo, los turistas no solo pueden contemplar las cumbres de los Beskides, sino también las de los Jeseník o los Grandes Fatra y el Považský Inovec, en Eslovaquia, y el área de Rybnik, en Polonia.