Las empresas checas pendientes de la situación en Bielorrusia
Más de cien empresas checas con negocios en Bielorrusa temen por cómo la situación política y las protestas contra el presidente Lukashenko puedan afectar a su actividad.
Bielorrusia mantiene estrechas relaciones económicas con los Estados de la Unión Europea, entre ellos Chequia. Son cerca de 162 las empresas registradas en el país, de acuerdo con la Embajada Checa, que temen por cómo las protestas contra Lukashenko puedan afectar a sus negocios.
František Masopust, el director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industria de la Comunidad de Estados Independientes, considera que las empresas deben estar al tanto de la política bielorrusa, sobre todo porque la estabilidad es lo que mantiene el éxito en los negocios y porque Bielorrusia se configura como una entrada al área euroasiática para muchas compañías.
Metrostav es una empresa checa de aguas residuales activa en Bielorrusia que tiene contratos en toda Europa del Este. El portavoz de la compañía, Vojtěch Kostiha, cuenta para la Radio Checa que la situación actual puede ser analizada desde dos ángulos. Son conscientes de que puede suponer riesgos, como lo haría cualquier tipo de inestabilidad externa o interna. Sin embargo, el portavoz reconoce que podría ser una oportunidad si el régimen se vuelve democrático, haciendo que las condiciones de trabajo mejoren.
De momento, todas las empresas a las que la Radio Checa preguntó, afirmaron que no se han visto afectadas por las protestas, aunque sí puede ocurrir en un futuro.
Por otro lado, algo por lo que sí temen algunas empresas son las sanciones de la Unión Europea, que de momento solo han perjudicado a los miembros del Gobierno bielorruso. Según Karel Svoboda, especialista en Europa del Este, si esas sanciones llegaran a ocurrir, no solo afectarían a los negocios, sino también a la oposición bielorrusa que se quedaría en manos de Lukashenko y de Rusia, sin recibir ninguna ayuda.