El proyecto de dos niños checos es premiado por la Agencia Espacial Europea
La Agencia Espacial Europea convocó un concurso en el que se debían proponer ideas para la construcción de una base en la Luna. La propuesta de dos niños checos se encuentra entre las mejores.
Los chicos, de 13 años, propusieron una idea que sorprendió a los especialistas por la precisión con la que tuvieron en cuenta todos los problemas a los que se enfrentaría una base lunar en realidad.
De acuerdo con la declaraciones para la Radio Checa de Jan Spratek, de la Oficina de Educación de la Agencia Espacial Europea, los ganadores incluyeron planes de reserva para cuando algo salga mal.
“Me ha gustado mucho que hayan tenido en cuenta tantos detalles, que todo tenga una opción secundaria. Por ejemplo, a la energía solar le han puesto como reserva un reactor nuclear. Los alimentos los van a cultivar mediante aeroponía, pero van a tener también un invernadero experimental”.
Los dos chicos premiados, Vojtěch Dvořák y Jan Vávra, llamaron a su base lunar Columbia, en honor a Cristóbal Colón y especialmente al transbordador espacial Columbia, que se desintegró en 2003 al reingresar en la atmósfera terrestre.La historia de dicha misión tiene un lazo importante con Chequia, ya que uno de los tripulantes que murió en el accidente llevaba un dibujo en memoria de Petr Ginz, un judío checoslovaco que murió en Auschwitz, como explica Vojtěch Dvořák.
“Entre la tripulación había un astronauta israelí que llevaba consigo un dibujo de Petr Ginz, un joven judío checoslovaco que dibujó el paisaje de la luna, y que murió asesinado en un campo de concentración”.
Otro aspecto clave de la idea propuesta por estos jóvenes checos es la construcción de la base en un pequeño cráter cerca del Polo Sur de la Luna, ya que allí hay reservas de hielo de agua.
Pero además, su localización geográfica evitaría grandes fluctuaciones de temperatura o temperaturas demasiado altas, explica Jan Vávra.
“Como está a la sombra, no llega mucha luz del sol y entonces no hace tanto calor”.
Como mencionaba Jan Spratek, el funcionamiento de la base está totalmente asegurado en el proyecto de Vávra y Dvořák, que tuvieron en cuenta la obtención de energía, alimento y aire limpio.
Según los chicos, en el invernadero experimental les gustaría cultivar TomTato, una planta híbrida que puede producir tomates y patatas.
Gracias a sus excelentes ideas, los ganadores checos fueron premiados con una conversación mediante videoconferencia con dos astronautas italianos de la Agencia Espacial Europea: Samantha Cristoforetti y Luca Parmitano.
Vávra y Dvořák tenían mucha curiosidad por saber qué sintió Luca Parmitano en 2013, cuando casi se ahoga en su propia escafandra por una fuga de agua. El italiano les respondió que había recibido un buen entrenamiento y que mantuvo la calma en todo momento porque sabía lo que tenía que hacer.
Según dijeron los jóvenes a la Radio Checa, la experiencia de poder hablar con estos dos astronautas fue fantástica. Y esperan que algún día su idea de base lunar se haga realidad.