Vilém Jaks - de boxeador a artillero aéreo de la Real Fuerza Aérea
A sus diecinueve años abandonó su pueblo natal de Bratcice, al este de la República Checa y, en busca de trabajo, se trasladó a Praga. En la capital dio sus primeros pasos en el boxeo y tres años más tarde se convirtió en Campeón nacional en Peso Welter. La vida de Vilém Jaks fue toda una aventura, pero el destino puso fin a ella prematuramente. Al talentoso boxeador checo y posteriormente artillero aéreo de la Real Fuerza Aérea británica, dedicamos la siguiente semblanza.
Al padre lo mataron en 1916 durante la Primera Guerra Mundial en el frente ruso, uno de los hijos, miembro de la resistencia antinazi falleció en 1942 en el campo de concentración de Mauthausen. El tercero, Vilém Jaks, falleció un año más tarde que su hermano, al precipitarse su avión de combate de la Real Fuerza Aérea en las aguas del Golfo de Vizcaya.
Desde pequeño le gustaban a Vilém Jaks los aviones. Pero lejos estaba de llegar a ser piloto, ya que, en vez del estudio, prefería dedicarse a los deportes. Aprendió el oficio de tapicero y decidió abandonar su pueblo natal y radicarse en Praga. A los diecinueve años de edad se inscribió en un club de boxeo, demostrando gran habilidad y talento para ese deporte.
Pasados tres años se convirtió en campeón checoslovaco de boxeo en la categoría de Peso Welter. En 1930 pasó al boxeo profesional y disputó más de cincuenta peleas en diferentes países de Europa, haciéndose con el título en la mayoría de ellas.
En 1935, a Vilém Jaks se le presentó la posibilidad de enfrentarse al fenomenal francés Marcel Thil, campeón mundial en Peso Medio y disputar el título mundial. La pelea se celebró en París, en el Palacio de los Deportes y fue observada por centenares de personas. La disputa tuvo catorce rounds, durante los que Jaks confirmó ser un fuerte rival. Y aunque Thil haya ganado la pelea, el boxeador checo recibió grandes ovaciones de admiración de parte del público.
El boxeador, cuyas peripecias inspiraran años más tarde a los cineastas al rodaje de una película basada en su biografía, debería haber nacido en otros tiempos para poder desarrollar su talento. Quizás un día hubiera derrotado a Thil... Disponía de gran habilidad, era rápido, tenía un corazón combativo y no mostraba miedo.
La llegada de Adolfo Hitler al poder en Alemania y el desencadenamiento de la Segunda Guerra Mundial, significaron un duro cambio en las vidas de la mayoría de los europeos y no sólo de ellos. Después de ser ocupada Checoslovaquia por los nazis, Vilém Jaks decidió abandonar el país, con la idea de combatir al nazismo como miembro de la Fuerza Real Aérea británica. Así se cumpliría también su sueño de volar.
Con ayuda de varios amigos y bajo el pretexto de participar en un torneo internacional de boxeo en el exterior, Vilém Jaks abandonó Checoslovaquia a principios de 1940 y, después de un largo viaje por muchos países, logró llegar a Gran Bretaña.Allí se incorporó a la Fuerza Real Aérea y, junto con muchos otros checos tomó un curso de entrenamiento intensivo. Vilém Jaks se especializó en artillería aérea y llegó a integrar la escuadrilla checoslovaca de aviones número 311 de la Real Fuerza Aérea británica.
Junto con sus colegas Vilém Jaks participó en más de una decena de vuelos de bombardeo de blancos en territorio alemán. Años más tarde, varios de sus antiguos colegas de combate recordarían que Vilém era una persona muy activa y de gran humor. "Uno podía estar enojado con él, pero no podía dejar de quererlo", decían.
Después de resultar herido en una de las misiones de bombardeo, Vilém Jaks tuvo que dejar de volar por un tiempo. Posteriormente, junto a la escuadrilla checoslovaca asumió la tarea de velar por la seguridad de los convoyes aliados en el mar e intervenir contra los barcos y submarinos enemigos.
El 21 de agosto de1943, dos aviones de la escuadrilla checoslovaca despegaron del suelo británico para cumplir otra de sus misiones en el golfo de Vizcaya. "A casa" regresó sólo uno de ellos. El segundo, cuyo equipo lo integraba, entre otros, el talentoso boxeador y artillero aéreo, Vilém Jaks, desapareció para siempre en el mar.