Třeboñ: ciudad a la orilla del Mundo
En este viaje radiofónico nos dirigiremos a una de las joyas turísticas de Bohemia del sur: la ciudad de Třeboñ. Visitaremos la antigua sede de los señores de Rožmberk, probaremos la cerveza regional Regent y bajaremos a la Cripta de la familia Schwarzenberg. ¿Les parece poco? Entonces les ofreceremos una vuelta al Mundo.
La historia de Třeboñ se remonta al siglo XII. Sin embargo, su mayor desarrollo se produjo en el siglo XIV cuando la ciudad fue adquirida por los señores de Rožmberk. La poderosa familia aristocrática checa destacaba tanto por sus cuantiosos bienes como por su inclinación a la cultura en el más amplio sentido de palabra.
Después de comprar el feudo de Třeboñ, los Rožmberk construyeron un sistema de fosos y murallas para proteger la ciudad, fundaron allí un monasterio de la Orden de San Agustín e iniciaron la construcción de una nueva iglesia: la de San Gil, en estilo gótico. Más tarde, lograron obtener un privilegio del rey checo y emperador romano-germánico, Carlos IV, que les permitía importar sal de la vecina Austria.
En el siglo XVI, Třeboñ y sus alrededores se convirtieron en la región más rica del dominio Rožmberk. El desarrollo del comercio y la artesanía favorecía a la burguesía que construyó casas lujosas que se han conservado hasta el presente. Sus típicas fachadas renacentistas le proporcionan un aspecto inconfundible a la céntrica plaza Masaryk.En uno de sus extremos está situado el mayor orgullo de la ciudad, el Palacio de Třeboñ. Fue construido en el siglo XVI en lugar de un pequeño castillo de piedra, explicó el administrador del palacio, Pavel Hofman.
“Las fuentes históricas señalan que alrededor del siglo X surgió en la parte noroeste de la plaza una finca señorial que posteriormente se convirtió en un castillo de piedra. En 1562, el castillo fue destruido por un incendio”, sostuvo Hofman.Tras el incendio, el entonces propietario del castillo, Vilém de Rožmberk, decidió someterlo a una amplia reconstrucción. El encargado de los trabajos fue el italiano Antonio Ericera quien convirtió el castillo en un palacio monumental.
La prosperidad de la Třeboñ renacentista atrajo la atención del último miembro de la familia Rožmberk, Petr Vok, que decidió establecer allí su residencia. Con él, Třeboñ vivió una verdadera época dorada.A finales del siglo XVI, Petr Vok invitó al arquitecto y constructor italiano, Dominico Cometa, a reconstruir el palacio. Bajo su mando, el complejo del castillo fue ampliado y adquirió su aspecto actual, destacó Pavel Hofman.
“En los tiempos de Petr Vok, el edificio del castillo fue ampliado con el ala oriental al que el noble ubicó la nueva sala de representación. También fue construida una arcada y los exteriores del castillo fueron decorados con esgrafiados renacentistas”, recalcó Hofman.
Petr Vok falleció en el Palacio de Třeboñ en 1611. Los tres decenios que siguieron a la muerte del último miembro de la familia Rožmberk, fueron para Třeboñ el período más difícil de toda su historia. Un incendio, en 1618, que arruinó el centro de la ciudad; los acontecimientos bélicos de la Guerra de los Treinta Años; una epidemia de peste, en 1640: todas estas tragedias marcaron la vida de los ciudadanos de Třeboñ.A finales del siglo XVII, cuando el feudo de Třeboñ pasó a los famosos aristócratas checos Schwarzenberg, la ciudad empezó a consolidarse. El primer edificio que fue construido en aquella época, concretamente entre los años 1699 y 1712, fue una cervecería en el lugar que antes ocupara la armería local, según el proyecto de Jacobo de Maggi.
Pero la producción de la cerveza en Třeboñ había empezado mucho antes, según explicó Ivan Dufek, empleado de la cervecería durante 30 años.“El primer documento que prueba la existencia de una cervecería en Třeboñ proviene del año 1379. Pertenecía a la nobleza local que, de vez en cuando, la dejaba a la disposición de la burguesía. Puede ser que la cerveza se produjera en Třeboñ aún antes, pero de ello no tenemos prueba escrita”, señaló Dufek.
En el siglo XV, la cervecería fue ampliada con unos nuevos sótanos y posteriormente se sometió a varias reconstrucciones. Su aspecto actual lo adquirió en la segunda mitad del siglo XIX. Entonces fueron construidos los edificios en el estilo industrial que se han conservado hasta el presente.
El mayor desarrollo llegó a principios del siglo XX, cuando la cervecería de Třeboñ producía alrededor de 100 mil hectolitros al año. No obstante, durante la Primera Guerra Mundial, la producción se redujo notablemente y, durante la Segunda Guerra Mundial, fue interrumpida por completo.En el presente, se producen en Třeboñ nueve tipos de cerveza, que se exportan, bajo la marca comercial Bohemia Regent, a varios países, sostuvo Ivan Dufek.
“Nuestra exportación abarca el espacio desde Irlanda hacia Israel. La mayor cantidad de cerveza la exportamos a la vecina Alemania. Entre otros países destacan Italia, Francia, Dinamarca, Suecia y, por ejemplo, Rusia”, subrayó Dufek.Es interesante también el origen de la marca comercial de la cerveza de Třeboñ: Regent. Ésta se inspiró en el personaje histórico de Jacobo Krčín de Jelčany, quien fue regente del feudo de Třeboñ en la época de los Rožmberk, en el siglo XVI. Krčín fue un buen constructor y economista que se hizo famoso por haber creado en la región del Sur de Bohemia un amplio sistema de estanques.
En cuanto viajen a Třeboñ, les recomendamos visitar, además de su magnífico palacio y la antigua cervecería Regent, también la cripta de los Schwarzenberg, situada en la orilla sur del estanque El Mundo.La cripta, de estilo neogótico, fue construida entre los años 1874 y 1877, en el lugar de la antigua Iglesia de San Gil, señaló Pavel Hofman.
“En la orilla sur del estanque El Mundo se encontraba originalmente la Iglesia de San Gil, en la cual fueron enterrados los primeros miembros de la familia de los Schwarzenberg. Puesto que el espacio de la iglesia era bastante reducido, la condesa Eleonora decidió construir la cripta”, sostuvo Hofman.
Por debajo de una magnífica capilla octagonal con una escalinata de dos brazos, se encuentran las reliquias de 25 miembros de la familia Schwarzenberg, fallecidos entre 1786 y 1938.¿Se acuerdan de Willy Fog? Pues él le dio la vuelta al mundo en 80 días. Nosotros necesitaremos mucho menos. El Mundo, en checo Svět, es un estanque situado en el extremo sur de Třeboñ. Fue creado en la segunda mitad del siglo XVI por el regente de la ciudad, Jacobo Krčín de Jelčany.
Con las murallas que rodeaban la ciudad, servía primero como defensa ante los enemigos. Posteriormente, fue destinado a la cría de peces. Con una superficie de 201 hectáreas estaba entre los estanques más grandes de la época. De allí deriva su nombre: El Mundo.En el presente, El Mundo sirve, especialmente, para fines recreativos. El sendero de 12 kilómetros que lo rodea, denominado “La Vuelta al Mundo”, ofrece a los turistas un agradable paseo, evitando carreteras asfaltadas y con tráfico de vehículos. En 16 paneles informa sobre la historia y el desarrollo de la región.