Democristianos checos quieren salvar el Tratado de Lisboa
Cyril Svoboda, ministro sin cartera del Gobierno checo, presentó este martes en Praga un plan encaminado a superar el no irlandés al Tratado de Lisboa. La iniciativa es apoyada por el democristiano Partido Popular checo, del que Svoboda es militante.
El proyecto de Svoboda, denominado Declaración de Praga, estipula que Bruselas se comprometería a respetar las tradiciones y posturas específicas de cada uno de los países comunitarios y a no imponer su dictado. Según Svoboda, el no irlandés al Tratado de Lisboa testimonia la preocupación de los ciudadanos ante las crecientes competencias de Bruselas y semejantes temores se registran también en otros países de la Unión Europea.
“De acuerdo a la Declaración de Praga, Bruselas adoptaría el compromiso político de no inmiscuirse en determinados asuntos de cada uno de los países comunitarios. Así, los habitantes de los Estados de la Unión Europea podríamos estar tranquilos”, dijo Svoboda.
Cada país comunitario podría decidir por sí solo y sin consulta previa con Bruselas, sobre cuestiones vinculadas con la vida familiar, el tema de los divorcios y los abortos, así como por ejemplo, sobre la defensa nacional, el sistema tributario y otros.
El viceprimer ministro checo para Asuntos Europeos, Alexander Vondra, considera interesante la iniciativa de Svoboda, pero insistió que le corresponde a Irlanda ofrecer una solución en el proceso de aprobación del Tratado de Lisboa.
“Debemos esperar primero lo que propondrán los irlandeses. A nosotros no nos corresponde darles consejos de cómo actuar en la situación surgida tras el no irlandés”, afirmó Vondra.
Eurodiputados checos indicaron que en Bruselas, además, poco se sabe del proyecto de la Declaración de Praga y el eurodiputado Jan Zahradil dijo que consideraba ingenuo el plan de Svoboda. Según Zahradil, desde el punto de vista jurídico, una declaración política tiene carácter puramente recomendatorio, pero no puede ser concebida como un reglamento legal.
Las cúpulas de los partidos gubernamentales planifican debatir la iniciativa del ministro Svoboda en los próximos días. No obstante, el apoyo al proyecto por parte del Gobierno es inseguro, ya que una considerable parte de los miembros del Partido Cívico Democrático del primer ministro Mirek Topolánek rechaza el Tratado de Lisboa. Debido a ese rechazo en la República Checa se suspendió el proceso de aprobación de la Carta Magna europea, y el Tribunal Constitucional estudia ahora si su contenido no contradice la Constitución de la República Checa.