RCh rechaza crítica de la Eurocámara a su política familiar
La República Checa rechaza la crítica a la que el Parlamento Europeo sometió este martes su política familiar. Praga considera que cada país comunitario debe tener derecho a aplicar su propio modelo de política social y familiar que respete sus costumbres y tradiciones específicas.
La Eurocámara estima que la presidencia checa debe promover los objetivos acordados en el Consejo Europeo de Barcelona en el año 2002, que persiguen una mayor actividad profesional de la mujer con hijos pequeños y la creación de estructuras suficientes de atención a la infancia antes del año 2010. Praga, mientras tanto, insiste en un nuevo debate sobre el tema, según confirmó Petr Nečas, Ministro checo de Trabajo y Asuntos Sociales.
“Nosotros apoyamos el sistema de la libre decisión de cada familia, de cada madre. Si quiere trabajar y tener a sus hijos pequeños en un centro infantil o si prefiere quedarse en casa con el niño hasta cumplir éste tres o cuatro años de edad. No queremos dictar, nuestra política familiar es equilibrada y la decisión depende de cada familia, de sus deseos y sus condiciones específicas”, dijo Nečas.
La presidencia checa quiere reabrir el debate en la conferencia sobre la familia que se iniciará este jueves en Praga y a la que asistirán los ministros comunitarios encargados de la atención a la familia e hijos.
El número de niños menores de tres años que en la República Checa asisten a un parvulario es uno de los más bajos en la Unión Europea. Mientras que en Dinamarca, por ejemplo, el 70 por ciento de los menores frecuenta estos centros, en la República Checa es sólo el tres por ciento aproximadamente.
El Gobierno checo considera infundada la crítica del Parlamento Europeo, pero varias organizaciones feministas nacionales afirman que el Estado Checo discrimina a la mujer con hijos pequeños, ya que le brinda opciones limitadas si tiene hijos menores de tres años y quiere trabajar. Así lo dijo Alexandra Jachanová Doležalová, del Lobby Feminista Checo.“En el país hay pocos, y cada vez menos centros que cuidan de los niños menores de tres años. El Estado no financia semejantes estructuras y tampoco respalda lo suficiente las jornadas a tiempo parcial para las madres, u otras medidas. El 25 por ciento de los niños checos menores de dos años asiste a un parvulario, lo que testimonia la creciente demanda de estos centros”, dijo Jachanová Doležalová.
El Gobierno checo no se opone a la modificación de su política familiar y de atención a los niños según las necesidades de la sociedad moderna. Insiste, no obstante, en que es un tema que en gran medida depende de las costumbres y tradiciones de cada país y que por ello, Bruselas debería respetar ese aspecto y desistir de la aplicación de una política única en el sector.