“Ganar un derecho no significa tenerlo para siempre”
¿Cuáles son los obstáculos a los que se enfrenta la igualdad de género en Chequia? ¿Qué hacer con la polarización política de la generación Z? ¿Y cuándo incluiremos a las mujeres en los manuales de historia? De estos y otros temas conversamos con motivo del Día Internacional de la Mujer con la directora de la ONG Gender Studies, Johana Jonáková.
Chequia es uno de los países europeos con peores resultados en cuanto a la igualdad de género. A pesar de una leve mejora, se sique quedando atrás, principalmente en temas como el acceso igualitario al mercado laboral o la conciliación del trabajo y la vida personal.
De acuerdo con el índice publicado anualmente por el Instituto Europeo de la Igualdad de Género, la República Checa ocupa, con 59,9 puntos sobre 100, el puesto 23 en la UE. El resultado posiciona al país once puntos por debajo de la media europea.
No obstante, no todo es negro, según nos cuenta Johana Jonáková, directora de la ONG Gender Studies, a la que entrevistamos con motivo del Día Internacional de la Mujer que conmemoramos este 8 de marzo.
“Hay toda una serie de cosas, sobre todo en el ámbito legislativo, que se han adoptado y creo que eso es muy importante. En primer lugar, la redefinición de la violación y otras leyes que entran en ese ámbito de la violencia contra las mujeres o la violencia de género. Se registran también esfuerzos para facilitar el acceso de las mujeres o las personas cuidadoras al mercado laboral”.
“Sin duda estamos mejor que Polonia en lo que se refiere a la interrupción artificial del embarazo. Estamos mejor que Hungría en materia de libertad de expresión y en cuestiones como la educación sexual en las escuelas.”
Jonáková cita los ejemplos de una enmienda a la ley de grupos infantiles que simplifica la administración, permite crear grupos infantiles en entornos domésticos y también impone una mayor responsabilidad a los municipios para encargarse de los niños que no logren entrar en preescolar por motivos de capacidad. El Gobierno incrementó recientemente asimismo el subsidio parental.
Estas son algunas de las razones por las que las mujeres de la República Checa gozan de mejores condiciones que las ciudadanas de los demás países del Grupo de Visegrado (Polonia, Eslovaquia y Hungría), según cuenta Jonáková.
“En comparación con Eslovaquia, por ejemplo, podemos decir que estamos mejor en cuanto a medidas legislativas. Sin duda estamos mejor que Polonia en lo que se refiere a la interrupción artificial del embarazo. Estamos mejor que Hungría en materia de libertad de expresión y en cuestiones como la educación sexual en las escuelas. Pero aún me gustaría vernos más cerca de esos países que ven la inclusión como una oportunidad, que realmente se esfuerzan por que las mujeres puedan elegir si se quieren quedar en casa con sus hijos o volver a trabajar, por ejemplo”.
“Creo que la sociedad checa es, en realidad, relativamente liberal, hecho que no se corresponde en absoluto con la representación política, que es muy conservadora.”
Los datos lo demuestran, y Johana Jonáková lo confirma, que todavía hay mucho por mejorar. No obstante, parece que el mayor obstáculo no son los estereotipos de género o una falta de voluntad de la población por avanzar hacia una mayor igualdad, explica.
“Creo que la sociedad checa es, en realidad, relativamente liberal, hecho que no se corresponde en absoluto con la representación política, que es muy conservadora. Y tenemos investigaciones relacionadas, por ejemplo, con la educación sexual, las actitudes hacia el colectivo LGBT o incluso, como he mencionado aquí, cuestiones relacionadas con la conciliación del horario laboral y el tiempo personal, pero esto no se refleja para nada en el plano político. Las leyes que salen de la Cámara de Diputados y luego del Senado son mucho más conservadoras. Tomemos todo el debate sobre el Convenio de Estambul, que es un convenio contra la violencia contra las mujeres y los niños. El debate en Chequia se basó enteramente sobre interpretaciones erróneas, narrativas de desinformación de que supuestamente íbamos a reeducar a los niños e imponerles una identidad de género diferente. Argumentos absolutamente ridículos”.
De acuerdo con Jonáková se registra una brecha entre lo que es la opinión pública, la experiencia del día a día, y la política. La ciudadanía sabe qué es lo que necesita y esto son, especialmente, medidas que ayuden a resolver la violencia contra las mujeres, que Jonáková considera uno de los mayores problemas de la sociedad checa, ante el cual la legislativa sigue siendo ineficaz.
El pensamiento crítico y la resiliencia ante la desinformación
“Durante un tiempo parecía que la generación más joven adoptaría una cierta visión abierta, de quién debe ocuparse de quién, y cómo debe funcionar una pareja, y resulta que no es del todo así.”
Últimamente se habla cada vez más sobre la polarización política de la generación Z. Mientras que las mujeres se vuelven más liberales, los hombres se consideran cada vez más conservadores. Se trata de otro factor que puede perjudicar y frenar los esfuerzos orientados hacia la igualdad de género, y, además, es preocupante, de acuerdo con Jonáková.
“Es una evolución que me preocupa. Durante un tiempo parecía que la generación más joven adoptaría una cierta visión abierta, de quién debe ocuparse de quién, y cómo debe funcionar una pareja, y resulta que no es del todo así. Lamentablemente, no tengo ninguna gran idea, una solución, que me pueda sacar de la manga. Pero creo que tiene mucho que ver con la educación, en realidad se trata de pensamiento crítico, de desmontar textos, de buscar lo que es cierto y lo que no. Se trata de construir algún tipo de defensa, algún tipo de resistencia a la desinformación, que por supuesto puede ser muy influyente en lo que pensamos. Y hay que decir también que no se trata sólo de lo que busco, sino de los algoritmos y de lo que me ofrecen”.
Por otra parte, Jonáková aplaude en este aspecto los esfuerzos de la Unión Europea por controlar el discurso de odio en las redes sociales, ya que considera que es absolutamente vital que se introduzcan restricciones legislativas.
No solo en Estados Unidos, también en Europa Central se nota una tendencia cada vez más fuerte hacia medidas más restrictivas en cuanto a las leyes vinculadas al aborto, de lo que Polonia es el ejemplo más evidente. También en Eslovaquia han sido presentadas en los últimos años varias propuestas para endurecer las condiciones bajo las cuales las mujeres podrían acceder a la interrupción artificial, pero ninguna fue aprobada por el Parlamento. En Chequia, una organización llamada Hnutí pro život (Movimiento para la vida) pretende “no juzgar y ayudar”, abriéndose camino en conferencias médicas y consultorios ginecológicos, mientras que se trata de una organización “ultraconservadora, abiertamente homófoba y antiabortista”, según la calificó en una carta abierta la entonces directora del Lobby Feminista Checo, Marta Smolíková, en 2024.
De acuerdo con Jonáková, es importante recordar precisamente que los derechos se ganan y se pierden.
“Estoy convencida de que no podemos dar por sentado que, una vez conquistado un derecho, lo tendremos siempre. Desgraciadamente, esto es muy incómodo, y se demostró en Estados Unidos con la derogación de la enmienda que confería a las mujeres el derecho al aborto. En mi opinión, la forma de combatir esto son las escuelas, la educación. Invitar que participen ambos grupos, tanto los chicos como las chicas, que participen en el tema para que entiendan qué significa para ellos la igualdad de oportunidades, para que los hombres y los jóvenes no sientan que es algo que va dirigido contra ellos. Pero también hay que idear actividades o campañas que realmente les involucren, para que sientan que son ellos a quienes se dirigen, que es su tema también”.
Recuperar la historia de las mujeres
Gender Studies es una ONG sin ánimo de lucro con más de 30 años de historia. Funciona principalmente como un centro de información, de consulta y de educación en el campo de la igualdad entre hombres, mujeres y personas de diferentes identidades de género, sus relaciones y su posición en la sociedad. Advierte ante el impacto negativo de los estereotipos y motiva a luchar contra la discriminación basada en el género, la orientación sexual o la edad. Además de muchas otras actividades ofrece un servicio gratuito de asesoramiento jurídico en línea sobre cuestiones de discriminación en el trabajo y conciliación de la vida personal y profesional. Este último tema es, de acuerdo con la directora de Gender Studies, uno de los que más domina en la ONG en este momento, con actividades enfocadas en la participación de las mujeres en el mercado laboral, una reconfiguración legislativa de la cuestión de quién debe ser el cuidador en el hogar, incluyendo también a los empleadores en el debate.
Otro gran tema es la recuperación de la historia de las mujeres, con una campaña de concienciación sobre las mujeres checas importantes de las que poco o nada se sabe, según cuenta Jonáková.
“Me gustaría mencionar nuestra campaña 150 años = 150.000 para Františka Plamínková, que fue una política crucial de la Primera República, gracias a la cual las mujeres pudieron votar por primera vez en 1920. También abrió el camino a muchas otras leyes importantes que entraron en vigor después de su muerte e incluso después de la Segunda Guerra Mundial. Fue el régimen comunista el que las introdujo, pero todo el trabajo lo realizaron, por ejemplo, Františka Plamínková o Milada Horáková”.
En este contexto, Jonáková invita a los que se encuentren en Chequia a que visiten una exposición dedicada a Plamínková en la Oficina Municipal de Praga 2, en Náměstí republiky, hasta finales de marzo. Y quienes quieran aprender más sobre destacadas mujeres checas, pueden visitar también el sitio web la organización y su Instagram donde se presentarán durante el mes de marzo, el Mes de la Historia de la Mujer, destacadas figuras femeninas, más o menos conocidas, de la historia checa y checoslovaca.
Según cuenta, es difícil decir cuánto tardaremos en recuperar ese lado de la historia que no se ha contado, el papel que han desempeñado las mujeres en la sociedad, pero enfatiza la importancia de hacerlo.
“Creo que debemos recordar constantemente a estas mujeres y quizá mostrar que incluso los aparatos corrientes que usamos y que creemos que han existido desde siempre, los tenemos gracias a la invención de las mujeres. Como el café de goteo, el lavavajillas, el limpiaparabrisas. Señalar esas cosas prácticas. No sabría decir cuánto tiempo tardaremos en recuperar esta historia. Hace unos 20 años creamos con la organización ProFem una agenda que incluía a mujeres importantes de la historia. Cuando lanzamos la campaña 150 años para Františka Plamínková este año, recibí una llamada de la fundadora de ProFem que me dijo: ‘Sí, es genial, pero hace 25 años intentamos dar un paso hacia delante, y está claro que estáis haciendo lo mismo’. Así que tal vez es un poco deprimente que no hayamos avanzado tanto en ese sentido. Pero creo que sí hay más concienciación y que, quizá, cuando los oyentes oigan hablar de mujeres importantes, la próxima vez ya sabrán quiénes eran”.
Celebrar a las mujeres que se opusieron al espíritu de su época
De cara al Día Internacional de la Mujer que conmemoramos este 8 de marzo, Johana Jonáková afirma que para ella se trata de una ocasión de celebrar a las mujeres que dejaron una huella imborrable en la historia y no temieron trazar su propio camino.
“A mí me encanta el Día Internacional de la Mujer porque me recuerda a las mujeres que no tuvieron miedo de oponerse al espíritu de su época y a la resistencia de muchos hombres, y quizá también de mujeres, para conquistar el derecho al voto, es decir, el derecho a votar y a ser votadas. Para mí son realmente un ejemplo esas mujeres intrépidas que son muy inspiradoras. Y en el contexto del mundo actual, esta fecha sirve para poner de relieve la necesidad de que haya más mujeres en la política, es decir, de aprovechar más ese derecho a ser elegidas. Sin embargo, no quiero culpar a las mujeres, culpo más bien el sistema que hace imposible conciliar la vida personal y profesional, y digo deliberadamente: no sólo la vida familiar, sino también la personal”.
Según añade, se trata de un tema sumamente actual en el contexto de las próximas elecciones parlamentarias ya que varias diputadas de diferentes partidos han anunciado que no volverían a presentarse, precisamente debido a que la organización del trabajo político no les permite ver a sus familias.
No es casualidad que la igualdad en los puestos de toma de decisiones en las esferas política, económica y social es la categoría en la que Chequia reporta su peor resultado en el Índice de Igualdad de Género, con solo 34,9 puntos sobre 100.
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