Operación Ostrava: los enfrentamientos más sangrientos en territorio checo de la Segunda Guerra Mundial
Con casi dos meses de duración, del 10 de marzo al 5 de mayo de 1945, la operación Ostrava, en la que participaron 400.000 soldados, fue la mayor acción bélica en territorio checo de la Segunda Guerra Mundial.
Casi a finales de la Segunda Guerra Mundial se produjo la operación Ostrava, también conocida como ofensiva de Moravia-Ostrava. En ella se enfrentaron 400.000 soldados, de un lado checos y soviéticos, del otro, militares de la Wehrmacht alemana. De acuerdo con fuentes del Ejército Rojo, en la operación perdieron la vida 25.000 soldados soviéticos, 1500 soldados del Cuerpo Militar Checoslovaco y aproximadamente 100.000 soldados de la Wehrmacht.
El número de soldados muertos en esa contienda es asombroso. No obstante, el historiador Jiří Neminář, del Museo de Hlučínsko, recuerda que enfrentamientos tan feroces no eran nada excepcional en la Europa de 1945. En entrevista para Radio Praga Internacional, Neminář se refirió a si la operación Ostrava había sido o no el enfrentamiento más cruel y sangriento en territorio checo.
"Si hablamos exclusivamente del territorio de la actual República Checa, entonces, sin duda, sí. Pero no está fuera de lugar compararlo, por ejemplo, con los enfrentamientos en Polonia, y entonces debemos reconocer que la contienda de Ostrava no fue tan extraordinaria, pero no quiero menospreciarla ni restarle importancia, eso de ningún modo".
¿A qué se debe el nombre operación Ostrava?
En relación con Polonia, cabe recordar que la ciudad de Ostrava se encuentra cerca de la frontera polaca, por lo que parte de los combates de la operación se desarrolló en territorio polaco. Neminář explicó por qué se le llama a esa contienda operación Ostrava y no, por ejemplo, la batalla de Ostrava.
"Sería erróneo y hasta triste pensar que se trató exclusivamente de una batalla por la ciudad de Ostrava. Fue la concurrencia de diversas operaciones militares, ataques que se produjeron en un frente mucho más amplio. La batalla de Ostrava fue sólo la última fase de la operación, su última parte, cuando ya se trataba de liberar la ciudad. Pero aparte de eso, por supuesto, hubo combates desde Opava hasta Osoblaha y, por supuesto, también hacia el este. Es difícil de explicar sin un mapa delante, pero estamos hablando de una operación porque se trataba de un gran grupo de tropas, un frente en terminología soviética, con varios ejércitos, que en realidad es una fuerza gigante que lidera una ofensiva a lo largo de una amplia línea del frente”.
El Ejército Rojo que la planificó, le dio el nombre de operación Ostrava y ese pasó a ser su nombre oficial. Supuestamente, el propio alto mando nazi le asignaba un gran significado a esa contienda y en Berlín se afirmaba que si lograban apoderarse de la ciudad, ganarían la guerra, lo que el historiador Neminář califica de mera leyenda.
"Es una leyenda que supuestamente el propio Hitler dijese que quien perdiera Ostrava, perdería Alemania. Creo que algunas frases reales de otras personas luego fueron atribuidas al alto mando, incluso al propio Hitler. Por supuesto, allí se dijo algo así, pero yo lo percibiría más como un intento de motivar a los soldados a defenderse con todas sus fuerzas. Si lo tomamos en el contexto de las operaciones militares a finales de la guerra, era un frente subsidiario, secundario, los alemanes tenían otras prioridades, los soviéticos tenían otras prioridades. Eso fue la posterior mitificación checa de la batalla".
La región de Ostrava tenía también una gran importancia industrial para el abastecimiento del Ejército alemán, lo que justifica el interés de los alemanes por mantener la ciudad bajo control. Sin embargo, fuentes contemporáneas afirman que en abril de 1945, colapsaron los cruces ferroviarios de Přerov y Olomouc y que el carbón, el hierro y el acero de Ostrava ya no podían llegar a Alemania. Al mismo tiempo, el historiador Neminář recuerda que en Bohemia existían también otros centros industriales, como Pilsen y Praga.
Mientras el Ejército Rojo estaba ya en Berlín, seguía luchando en el noreste de Bohemia
La ciudad de Ostrava se encuentra situada en el noreste de la República Checa a unos 350 kilómetros de Praga. La ciudad fue liberada finalmente el 30 de abril, lo que fue relativamente tarde si tomamos en cuenta cómo el Ejército Rojo avanzaba a través de Polonia hacia Alemania. El historiador explica por qué el avance del Ejército Rojo por Bohemia fue más lento.
"El avance fue realmente lento, pero no diría que fue así por todo el territorio checo. Fue principalmente en el marco de la operación Ostrava, que se desarrolló en parte fuera del territorio checo, en Polonia Conviene recordar que el mismo día de la liberación de Ostrava, Hitler murió en su búnker de Berlín. Para que podamos hacernos una idea de cómo estos fenómenos u operaciones se estuvieron produciendo de forma simultánea, al mismo tiempo se produjo el ataque principal a Berlín, que fue una prioridad, y el esfuerzo por entrar en Moravia, la parte oriental de Chequia. Así pues, los combates comenzaron en Polonia, pero en circunstancias muy desfavorables. El clima allí era malo, lo que no permitía el apoyo aéreo. Al mismo tiempo, los nazis esperaban cuál sería el punto de ataque de las tropas soviéticas. O sea, ese primer ataque no tuvo éxito. Y esa fue la primera fase de la operación, las tropas aliadas tuvieron que reevaluar los planes, realinear fuerzas y atacar a los nazis en otros lugares”.
Tras la reorganización de los efectivos militares soviéticos y checos, los ataques contra los alemanes en la operación Ostrava fueron más favorables. Las tropas aliadas lograron penetrar al otro lado del río Óder, al norte de Ostrava, por lo que la ofensiva final fue una maniobra de circunvalación, que originalmente no estaba planeada en absoluto. Esa fue la razón por la que todo se fue retrasando. Pero luego el avance fue bastante rápido. En uno o dos días, los checos y los soviéticos llegaron hasta el río Opava, aunque más tarde fueron detenidos por la sierra de Hrabyně y las condiciones del terreno. El 15 de abril se lanzó el ataque final y el 30 de abril ya llegaron a Ostrava y la liberaron de los nazis. Así que toda la operación se produjo en unos 15 días. Por supuesto, es bastante tiempo, pero hay que tener en cuenta que el terreno montañoso no es sencillo y allí los alemanes lograban defenderse. Aunque también cabe decir que ambos bandos llegaron a este punto con un gran desgaste, lo que originó retrasos, recordó Neminář.
“Quizá subestimamos el hecho de que las fuerzas de ambos lados estaban agotadas, y que, además, todos los suministros de alimentos, equipos y municiones eran enviados a los objetivos prioritarios y aquí, en el noreste de Chequia, los soviéticos tuvieron que conformarse con lo que tenían a mano".
La brigada de tanques checoslovaca
Les ofrecemos ahora un fragmento de los recuerdos de Alexander Zálocký, veterano de la operación Ostrava como soldado de la Brigada de Tanques checoslovaca. Sus recuerdos fueron grabados por la Radio Checa en 2004.
“Llegamos a la ciudad polaca de Wadowice. Se encuentra al norte de Ostrava, en el lado polaco. Estuvimos allí varios días. El clima era muy cambiante. Lavábamos los tanques dos veces al día y los pintábamos de blanco. Nos camuflamos. Nevaba y llovía. La operación Ostrava debía comenzar el 10 de marzo. Y así fue. Nunca peleamos solos. Siempre apoyamos a la infantería soviética. Pero a veces nos quedábamos sin infantería. En principio, los tanques siempre apoyan a la infantería. Lamentablemente el tiempo era tan malo que ni la fuerza aérea ni la artillería podían actuar. Había tormentas de nieve, lluvia y granizo. La operación no cumplió su objetivo y por orden de Moscú se detuvo el 18 de marzo y se la denominó primera parte de la operación Ostrava".
El historiador Jiří Neminář afirma que la participación en la operación Ostrava de la brigada de tanques checoslovaca fue bastante significativa.
"Sin duda, era una de las unidades blindadas más potentes a disposición de los soviéticos. Esa brigada tenía 65 tanques, por lo que jugó un papel importante en los ataques. Pero sobre todo tuvo una importancia simbólica el hecho de que la unidad checoslovaca participara directamente en la liberación de su país. Aquí también los checos y los eslovacos entregaron su vida. Pero no eran principalmente de Chequia, sino mayormente checos de la región ucraniana de Volinia, ucranianos, rutenos y eslovacos. Esto quiere decir que estas personas no tenían aquí su hogar y, de hecho, su patria en ese momento ya había sido vendida a la Unión Soviética. Si se tratara de checos nacidos en Checoslovaquia, estos formarían parte del cuerpo de oficiales. Por lo general, estas personas a menudo tuvieron vidas curiosas”.
Neminář contó algunas de esas historias. Por ejemplo, la de Sergej Petras, de Ostrava, que se fue a la Unión Soviética en los años 30 porque sus padres eran comunistas convencidos que querían vivir allí. Y el héroe de la Unión Soviética Stěpan Vajda, cuyo nombre lo llevan calles y escuelas en Chequia, provenía originalmente de la Rutenia subcarpática, donde había sido maestro. Al parecer, fue una persona que escapó de la ocupación húngara, estuvo encarcelado en un gulag durante varios años y luego se unió al ejército extranjero. Falleció durante la operación Ostrava, en territorio de la actual Polonia.
Destrucción de las ciudades de Opava y Osoblaha
La intensidad de los combates de la operación Ostrava dejó profundas huellas en la zona, dice el historiador.
“Los combates tuvieron un impacto muy fuerte, devastaron la región. En el contexto checo, algunos pueblos y lugares fueron destruidos en un 80% y hasta un 90%. Pero en realidad, debido a que la contienda afectó a una parte relativamente pequeña del territorio checo, no tenemos la experiencia de, por ejemplo, la actual Polonia, donde quedaron totalmente destruidas ciudades que luego tuvieron que ser renovadas completamente. Sin embargo, Opava, Osoblaha o Fulnek se vieron muy afectadas, así como los pueblos más pequeños del distrito de Hlučín, donde se produjo el ataque principal, que se cobró también un alto número de víctimas. A los sobrevivientes no les quedó nada con qué trabajar en el campo porque su granero se quemó. No podían sembrar, porque los campos estaban llenos de munición sin explotar, por lo que esas personas no podían volver a tener una vida normal".
La historia de Miloš Sýkora
Durante el comunismo se dedicaba una enorme atención a la liberación de Checoslovaquia en la Segunda Guerra Mundial. Sobre el tema fueron publicados miles de libros. Pese a ello, no podemos decir que todas las cuestiones controvertidas fueran esclarecidas. Los historiadores comunistas sabían cuál era la respuesta ‘correcta’ para la historia oficial y al escribir sus libros se guiaban por ello. Un ejemplo típico es la historia del Puente de Miloš Sýkora, en el centro de Ostrava.
Los soldados de Wehrmacht estaban a punto de abandonar la ciudad y decidieron destruir con explosivos un puente del centro. Sin embargo, el ciudadano Miloš Sýkora logró cortar los cables de los explosivos y salvar el puente, pero fue abatido a tiros por una patrulla nazi. Tras terminar la guerra, el puente recibió el nombre de Miloš Sýkora para rendir homenaje a su heroísmo. Sin embargo, más tarde se supo que el puente pudieron haberlo salvado también otras personas, pero los historiadores habían escogido a Sýkora. Sobre este personaje se rodó también un largometraje. ¿Por qué? Porque era comunista. A otras versiones de los hechos no se les dedicó ninguna atención, según Jiří Neminář.
“Son muchas las versiones sobre la salvación del puente. Creo que ya nunca nos enteraremos de cómo fue en realidad. De todas maneras, Sýkora existió, fue un combatiente de la resistencia comunista, miembro del movimiento comunista clandestino. Durante la guerra estuvo tres años en la cárcel por sus actividades en la resistencia. Tras su puesta en libertad fue enviado a cavar trincheras, pero escapó de allí y se marchó a la ciudad de Ostrava. Lo cierto es que falleció cerca del mencionado puente, que entonces se llamaba Puente del Reich. Pero lo que sucedió allí en realidad nunca lo sabremos, así que podemos imaginarlo cada uno como quiera”.
Como explica Neminář, corrían rumores incluso en el sentido de que el salvador pudo haber sido un soldado alemán. Había aquí un nativo de la ciudad de Bohumín, un tal Robert Cysarz, que trabajó para la Wehrmacht y que parece que más tarde desertó de sus filas. Después de la guerra insistió en que la salvación del puente fue mérito suyo. Según otra versión, fue el comandante de los zapadores alemanes quien decidió no detonarlo. Otros decían que habían sido los tanquistas quienes cortaron los cables. Pero todo eso fue sólo una parte de la operación Ostrava, la acción bélica más prolongada y con más víctimas mortales de la Segunda Guerra Mundial en el actual territorio de la República Checa.
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