En Chequia ser mujer y científica es toda una hazaña
La participación de las mujeres checas en las investigaciones científicas es de las más bajas de la UE. La interrupción del trabajo representa la razón principal.
Cada vez más científicas jóvenes topan con la disyuntiva de hacer carrera o dedicarse a la familia. En este momento es imposible compaginar las dos cosas. La investigación científica requiere plena dedicación y el Estado es incapaz de crear condiciones para que las mujeres profesionales no vean truncadas sus investigaciones científicas.
Gabriela Langhammerová, del Instituto de Sociología de la Academia de Ciencias dijo a la Radio Checa que, para una científica principiante, resulta muy difícil retomar y continuar una investigación después de varios años de permiso paternal.
“Ninguna carrera científica está preparada para un sistema de interrupciones profesionales. Cualquier interrupción, ya sea por unos meses o incluso años puede representar el final la carrera. Y una vez que el tren está en marcha, es difícil volver a subir. Y en la República Checa tenemos uno de los permisos maternales más amplios de Europa y, al mismo tiempo, tenemos el menor número de guarderías disponibles”.
La República Checa tiene una de las menores representaciones de investigadoras científicas entre los países de la Unión Europea, en 2020 no llegó al 30%.
En un intento por acabar con esta situación, se está diseñando un programa de subvenciones para el retorno de las investigadoras científicas después de una baja de maternidad.
El mayor proveedor de apoyo financiero para la investigación científica básica es la Agencia de Subvenciones. Su director Petr Baldrian indicó que se centrarán en aquellas científicas que no tengan un contrato con una institución que pueda ayudarles a regresar.
“Básicamente estamos finiquitando los preparativos de la documentación que debería ser analizada por el Consejo de Investigación e Innovación y posteriormente por el Gobierno”.
De este modo, los solicitantes seleccionados podrían recibir dinero para un proyecto científico que cubriría el trabajo a tiempo parcial o completo, así como los gastos relacionados con el cuidado de los niños.
Además de la agencia, varias universidades como, por ejemplo, la Masaryk de Brno han puesto en marcha programas de subvenciones para ayudar a las científicas jóvenes.