Los trabajadores checos, entre los más desprotegidos de Europa
Los trabajadores checos se encuentran entre los que menos derechos tienen de Europa, según un estudio de la Comisión Europea. La alta movilidad del mercado de trabajo de la que disfruta el país parece basarse en la indefensión que padecen los empleados.
Por ejemplo, en la República Checa el empleador puede bajar el salario a sus trabajadores unilateralmente, algo que no es posible en Europa Occidental. Por otro lado, el plazo necesario para anunciar un despido es en Chequia de dos meses, aunque el trabajador lleve veinte años o más en la empresa. En otros países este periodo va aumentando con el tiempo que el empleado lleve en el puesto.
Para Vít Samek, de la Confederación Checomorava de Uniones Sindicales, el informe de la Comisión demuestra la existencia de un problema que hasta el momento se ha negado.
“En nuestro país a menudo oímos la opinión contraria. Pero hay que darse cuenta de quién la dice. Es lógico, a nuestros empresarios les interesa conseguir las condiciones más sencillas para contratar, despedir, negociar los sueldos, etc. Pero si nos fijamos en los datos reales vemos que en los países occidentales las condiciones laborales no son así y que en nuestro país son de las peores”, afirma el sindicalista.Según el informe, los lugares donde los trabajadores se hallan mejor protegidos son Francia, Alemania y la zona escandinava en general. Unos países, según subraya Samek, donde precisamente se dan los mayores índices de competitividad.
Un estudio paralelo, realizado por la agencia Deloitte, señala que la legislación checa sobre el despido presenta una alta complejidad, y que realmente es difícil despedir a alguien. Samek lo niega y alega que la flexibilidad del mercado laboral checo sigue siendo muy alta.
“Debido a la crisis muchas empresas despiden, y lo hacen sin problemas. No ha pasado lo que decían algunos políticos que nuestra legislación bloquea el mercado de trabajo. Se ha demostrado que despedir no es ni complicado ni costoso. Por desgracia sí que crecen los intentos de evitar la ley, a través de cierto tipo de contratos que al final derivan en situaciones al borde del mercado negro. Pero la legislación por sí misma no es ninguna barrera para las empresas”, señaló.Al mismo tiempo, Samek llama la atención sobre la diferencia salarial entre los países de reciente incorporación a la Unión Europea y los de la llamada Europa de los Quince. A su parecer, los sueldos no se han equiparado en los últimos años, a pesar de los esfuerzos por crear una “Europa social”.