Plásticos y nanotecnología de Chequia para las próximas lanzaderas espaciales europeas
En Chequia se están investigando los nuevos materiales con los que la Agencia Espacial Europea (ESA) pretende hacer los futuros cohetes de transporte más ligeros. Esta será la primera aportación del país a un proyecto de la organización tras entrar a formar parte de ella hace exactamente dos años.
En SYNPO se están encargando de desarrollar capas a partir de polímero que servirán para realizar el tanque de hidrógeno y oxígeno que sirven de combustible para estos cohetes de transporte. Lo más importante, evitar fugas de líquido, pero también mejorar las propiedades termomecánicas del material.
Jiří Zelenka, director del equipo de investigación de la empresa, destaca la dificultad que suponen las diferencias de temperatura que tienen que soportar los depósitos durante su funcionamiento.“Si el contenedor va vacío, la temperatura estará entre los 20 y los 50 grados centígrados, pero cuando esté cargado de hidrógeno líquido, estará por debajo de los 200 grados bajo cero”.
El avance que se investiga y desarrolla en la empresa de Pardubice es la combinación de materiales con la más avanzada nanotecnología, explica el director de SYNPO, Martin Navrátil.
“En nuestro caso vamos a intentar utilizar plásticos que serán posteriormente reforzados con un tratamiento a base de nanopartículas, esto es, de un tamaño mil veces menor al grosor de un cabello humano”.El proyecto de la Agencia Espacial Europea quiere mejorar la competitividad de los cohetes de transporte del viejo continente, cuando la próxima generación entre en funcionamiento, a partir del año 2025. Estas nuevas lanzaderas vendrán para sustituir a las actuales Ariane 5, puestas en órbita por primera vez en 1999. El avance que supondrán las nuevas pasan por optimizar su capacidad de carga, tal y como continúa explicando el director de investigación de SYNPO, Jiří Zelenka.
“Básicamente nuestra tarea es hacer la lanzadera espacial más ligera para así poder transportar la mayor cantidad de carga posible al espacio”.
Las primeras pruebas de los materiales que se emplearán en los depósitos de combustible se efectuarán en septiembre del año que viene. Como indica Martin Slezák, miembro de la Sociedad Astronómica de Pardubice, la empresa SYNPO tiene un largo camino por delante.“No es que con la asignación de este proyecto a la empresa se culmine con años de investigación, todo lo contrario. El proyecto acaba de echar a andar si pensamos en lo que hay por delante”.
Según Jakub Řehák, de la Agencia Espacial Checa, la acción pionera de la empresa de Pardubice, muestra y abre el camino para otros potenciales productores checos de tecnología espacial.