Con nanotecnología se desarrollan en Praga los paneles solares del futuro
La energía solar aún tiene mucho camino por delante hasta convertirse en una fuente interesante desde el punto de vista económico, y no solo ecológico. Investigadores de un nuevo centro de desarrollo en Chequia aseguran que eso será posible en unos años gracias a nanomateriales que se están poniendo a prueba.
Los nanomateriales, cuyas propiedades morfológicas son menores que la décima parte de una micra, que es la millonésima parte de un metro, tienen por sus estructuras mínimas características únicas, dice el director del centro, Jiří Rathouský.
“Cualquier material, cuando lo tenemos como nanomaterial, tiene otras propiedades distintas de las que presenta cuando está en su estado macro, que es el habitual. Estas propiedades diferentes se traducen en una mayor efectividad de su rendimiento, por ejemplo a través de sus reacciones químicas”.
Algunos de los campos en los que la nanotecnología puede resultar de mayor beneficio para el hombre son la electrónica, la conservación del medio ambiente y la energética. Jiří Rathouský explica por qué.“En el mundo ‘nano’ se descubren nuevos efectos físicos que en el macro no encontramos. Toda una nueva tecnología se aprovecha de estos descubrimientos, dando pie a productos totalmente innovadores”.
Uno de los proyectos en los que trabaja el Centro de Innovación de Nanomateriales y Nanotecnología es el desarrollo de nuevas células fotovoltaicas, el componente principal de los paneles solares, sustituyendo el material con el que se hacen en la actualidad, el silicio, por otros más baratos.
En colaboración con la Universidad Técnica de Lausana, los investigadores checos buscan la manera de hacer realmente rentable la energía solar, según explica un responsable científico del centro de Praga, Ladislav Kavan.“Nos gustaría desarrollar nuevas células fotovoltaicas que sean más económicas que las actuales obleas de silicio de los paneles solares, pero por supuesto manteniendo su rendimiento. Esta es una de las asignaturas pendientes más fundamentales que tiene la ciencia del siglo XXI ante sí, asegurar a la humanidad suficiente cantidad de energía renovable”.
Para ello se podría utilizar en un futuro próximo el grafeno. Los descubrimientos hechos sobre ese material le valieron el Premio Nobel de la Física el año pasado a Andre Geim y Konstantin Novoselov. En el grafeno, que es una lámina de carbono del grosor de un átomo, está el futuro de la energía solar, dice el investigador Kavan.
“El grafeno es un material conductor y que además podrá llegar a ser transparente desde el punto de vista óptico. Se puede conseguir que sea bastante barato en un futuro próximo, aunque ese no sea el caso en la actualidad. Una célula solar, hecha de estos nanomateriales, empezaría a ser económicamente interesante cuando su precio por vatio instalado estuviera alrededor de un euro”.Con paneles solares de este tipo, bastaría con cubrir el 3% de los desiertos del planeta para saciar las necesidades energéticas de toda la población mundial, piensan los científicos.
Un desarrollo en la misma dirección se está buscando con las baterías de litio, que ya se utilizan. Las nanobaterías del futuro podrían servir para el transporte de la energía solar desde los desiertos, e incluso para almacenar la sobrante de parques eólicos.
Ladislav Kavan explica cuál será el desarrollo en los materiales que debería permitir semejante paso adelante.
“De la mayoría de los materiales habituales no podemos esperar un significativo aumento de su capacidad, esto es, la cantidad de energía eléctrica que podemos almacenar en el material. Pero lo que sí podemos esperar de los nanomateriales es mejorar la velocidad de almacenamiento, si hablamos de baterías de litio o ion, dentro de un cristal de grafeno”.En todo caso, parece que habrá que esperar bastantes años antes de que todas estas ideas que hoy día suenan a ciencia ficción, se hagan realidad. Pero estarán de acuerdo en que es fascinante comprobar de vez en cuando cuán por delante del presente se encuentran a menudo algunas cabezas pensantes del mundo científico.