Científicos checos ayudan a traer de vuelta la producción de paneles solares a Europa
China fabrica casi todos los paneles solares que se usan en la actualidad. Científicos de la Academia de Ciencias Checa participan en un proyecto europeo para diseñar paneles de máxima eficiencia y cero emisiones en su producción que reviertan la situación.
La tendencia de la última década ha hecho que en la Unión Europea se fabrique únicamente un 1% de los paneles solares que se usan en todo el mundo, mientras que China produce el 97%. Un proyecto piloto europeo va a comenzar la producción de un nuevo diseño que promete un importante avance en el sector.
Martin Ledinský, científico del Instituto de Física de la Academia de Ciencias checa, que participa en el proyecto, explicó a la Radio Checa la característica principal de estos nuevos paneles.
“El panel solar que vamos a producir es completamente negro y no tiene absolutamente nada en su cara frontal porque no tiene contactos. Pero claro que necesitamos dos contactos, si no, no daría nada de energía. Por eso, tenemos los dos contactos en la cara de atrás, que es donde tenemos las típicas líneas de los contactos metálicos, el positivo y el negativo”.
Esa característica que le da un nuevo aspecto a los paneles solares es precisamente la que consigue que den más energía.
“Esos contactos dan sombra, si ponemos los dos contactos detrás, no tenemos nada de sombra y una máxima eficiencia. Otra de las ventajas es que el panel es también negro por detrás, por lo que si recibe la luz por ese lado, seguirá dando electricidad al sistema. O sea, que se pueden usar por las dos caras”.
Un panel fotovoltaico de los habituales hoy día tiene una eficiencia de un 20% aproximadamente. Con los nuevos paneles de este proyecto se consigue hasta casi un 30% en condiciones de laboratorio y casi un 27% en la práctica.
Dentro del equipo europeo, los físicos checos se están dedicando en particular a la medición de la altura y el grosor de los contactos, que a primera vista, y solo a primera vista, son rectos. Ledinský explicó el avance que han logrado en Praga.
“Originalmente, la medición duraba unas 30 horas. Hoy estamos en unos diez segundos. Es un sistema casi aplicable a las propias líneas de producción de paneles solares, lo que es nuestra tarea en el proyecto Pilatus”.
En territorio europeo y con financiación de la UE surgirán en los próximos tres años tres plantas para la producción de estos nuevos paneles con cero emisiones, contó Martin Ledinský.
“El silicio monocristalino tiene que ser fundido, lo que es muy exigente desde el punto de vista energético. Por ello usamos una central hidroeléctrica de Noruega que tiene, a fin de cuentas, cero emisiones de dióxido de carbono”.
Todo con el fin de reiniciar la producción de paneles solares en Europa y avanzar hacia una independencia energética que, como este año se está demostrando, es de una importancia crítica.