La Biblioteca Carlos Fuentes de Praga llora a su patrono
La noticia de la muerte del escritor mexicano Carlos Fuentes no ha pasado desapercibida en la República Checa. Al contrario, se trata de un autor muy traducido, querido y leído en el país. Además la biblioteca del Instituto Cervantes de Praga lleva su nombre y alberga una valiosa colección de su obra.
Carlos Fuentes pudo recién en junio de 2007 inaugurar la biblioteca que lleva su nombre, con un discurso titulado ‘Los Territorios de La Mancha’.
Radio Praga estuvo en esa ceremonia y pudo comprobar que el escritor mexicano, nacido en Panamá en 1928, con toda humildad, prefirió hablar de Cervantes y el Quijote antes que caer en la autorreferencia.
“Tengo un artículo de fe. No hay tradición que se sostenga sin creación que la renueve y no hay creación que valga sin tradición que la preceda. Y creo que ninguna obra literaria ilustra mejor esta convicción que Don Quijote de La Mancha”, dijo el escritor.
En esa conferencia, muy multitudinaria y ampliamente seguida por la prensa del país, Carlos Fuentes siguió hablando del legado cervantino.
“Cervantes y su descendencia, creo yo, son los adelantados de la imaginación y de la ironía. Del mestizaje y del contagio vitales en un mundo amenazado por los verdugos del racismo, la xenofobia, la soberbia imperial, el fundamentalismo político y otro implacable fundamentalismo, el del mercado”.
Fuentes, autor de ‘La Región más Transparente’ y ‘Terra Nostra’, entre otras novelas que están entre las obras maestras de la literatura latinoamericana, agregó que las enseñanzas de don Quijote son muy actuales, aún en el siglo XXI.“La gran herencia de Cervantes para su tiempo y el nuestro y quizás para todos los tiempos consiste en decirnos que el mundo es susceptible de muchas explicaciones. Que el mundo no es una realidad fija sino en movimiento. Que toda verdad y toda razón requieren pasar por el cedazo de la duda. Que solo nos acercamos a la realidad si la ponemos en tela de juicio. Y que solo nos acercamos a la verdad si no pretendemos imponerla”.
La traductora Anna Tkačová, que tradujo al checo el ensayo ‘El Espejo Enterrado’, de Carlos Fuentes, dijo sentirse muy afectada y prefirió no emitir declaración alguna, ya que todavía no había asimilado bien la triste noticia de la inesperada muerte del escritor e intelectual mexicano.En términos similares se refirió Francisca Segura, la jefa de la Biblioteca Carlos Fuentes del Instituto Cervantes de Praga.
“Ha sido una sorpresa como para todo el mundo, ¿no?, enterarnos ayer de lo que pasó. Y bueno, esta mañana hemos estado comentando con el director y con la persona que se encarga de las actividades culturales que, sí, que deberíamos hacerle un homenaje en algún momento de este año, pero aún no hay nada concreto porque ha sido una sorpresa, se le veía muy bien. Nuestra biblioteca lleva su nombre, él estuvo aquí en nuestro instituto en el año 2007, inauguró la biblioteca y en este momento tenemos, por lo menos en la República Checa, la mayor colección en español de su obra y también tenemos muchos títulos que están traducidos al checo”.El homenaje a Carlos Fuentes en el Instituto Cervantes de Praga tendrá forma de exposición, aprovechando la valiosa colección que ahí se alberga de su obra, aunque todavía falta afinar los detalles.
Carlos Fuentes, en su visita a Praga en 2007, demostró también sus dotes histriónicas, ya que se dio el lujo de recitar de memoria un viejo corrido mexicano que le hizo mucha gracia al público, que le escuchó embelesado.“Oigamos este viejo corrido mexicano del siglo dieciocho: El domingo la encontré. El lunes ya platicamos. El martes la fui a pedir. El miércoles nos casamos. El jueves nos enojamos. El viernes palos le di. El sábado se murió y el domingo la enterramos", recitó de memoria en Praga Carlos Fuentes, que ahora descansa en paz.